I M P E R I O |Draco Malfoy |Tom Riddle| (Editando) (Book 1)

La cadena de la sinceridad.

Draco no había pasado unas buenas navidades como lo esperaba él, y sobretodo Hope, pues Draco al enterarse de que el mal humor de Hope era causado por el horrocrux que llevaba encima y sin poder hallar ninguna solución para quitárselo, discutían cada día. Lo mejor era que Draco se mantuviese alejado y que Hope se mantuviese alejada de todo el mundo.

La navidad habían pasado volando, causando que los alumnos se alegrarán de poder volver a Hogwarts.

En Hogwarts todo estaba igual, menos que el gran árbol de navidad que antes yacía situado en el gran comedor ya no estaba. Las clases ya habían comenzado hacía semanas y hoy era la cena especial que daba Slughorn.

No se comió demasiado la cabeza para elegir que ponerse, sino que eligió un vestido de color blanco que se lo había pedido amablemente y cómo pudo a Euphemia. Tampoco se arreglo demasiado, se puso aquel vestido, se dejó el cabello suelto y se marchó hacia el pequeño despacho de Slughorn.

Cuando bajó las escaleras de la habitación se encontró a Riddle esperándola.

—¿Que demonios haces y que miras? —le preguntó molesta y sin paciencia, paciencia tenía pero poca por causa del collar que llevaba puesto.

—Eres mi pareja... —la bruja río interrumpiéndolo.

—Te dije que no quería ir contigo —espetó Hope cuando acabó de reírse.

—No creas que me gusta ser tu pareja, solamente lo hago por... —nuevamente le interrumpió.

—¿Por Slughorn? —el mago suspiró, la bruja que se había quedado en un escalón, lo bajó acercándose a Riddle.

Hacía días que no habían hablado después de lo ocurrió aquel día, incluso lo había extrañado. La bruja al darse cuenta de su pensamiento, negó con la cabeza, claro que no lo había extrañado, pero rápidamente lo dejó pasar ya que era consciente de que no era ella quien actuaba, sino el horrocrux.

—Y bueno Riddle, ¿como me ves? —nunca se hubiera imaginado que estaría preguntándoselo, pero ahí estaba ella, siendo manipulada por el Horrocrux.

O no...

—Horrible —espetó Riddle, dirigiéndose hacia la salida si ni siquiera haberla mirado.

—Pero si ni me has mirado —dijo Hope sorprendida, siguiendo sus pasos del mago.

—Ni lo haré —murmuró Riddle haciendo sonreír a la bruja.

—Entonces... ¿Me hablarás y no me mirarás? —le preguntó—, ¿que educación te dieron Riddle?

Rápidamente y cansado de la situación, Riddle le agarró fuertemente del codo y le arrinconó en la pared, pero incómodo y alejado de ella.

—Primero; no te creas más lista que yo, porque si pretendes jugar, yo jugaré mejor que tú, y estoy segurísimo de que mis juegos no los soportaras. Y por último; no me mires y sobretodo no me hables, porqué te juro que si lo haces...

La bruja, harta de oír a Riddle hablar le interrumpió.

—¿Que? —se cruzó de brazos.

Aquella pregunta hizo que Riddle apretara sus puños por rabia y bruscamente se acercara más a ella, bueno... más bien se acercara a sus labios, pero que lastima que la voz de Abraxas interrumpiera la advertencia de Riddle.