Sinceramente no sabía a donde nos dirigíamos sin embargo no proteste durante el trayecto Froilán y yo hablamos de muchas cosas, más que nada de Quidditch .
El formaría parte del equipo de Bulgaria en los mundiales y eso era estupendo, me imagino que es muy bueno jugando.
Tras una hora más de viaje, al fin llegamos a el castillo, como no imaginarlo, era simplemente hermoso todo tan lleno de elegancia, fuentes de oro que lanzaban agua y brindaban sin duda un buen espectáculo, jardines llenos de flores hermosas de todos colores y tamaños, habían estatuas de mármol finamente talladas. El castillo era enorme.
Bajamos del carruaje e inmediatamente un señor vestido con una túnica rara se acercó, por su aspecto deduje que era el mayordomo.
-Ernest –saludo mi primo
-Señor Froilán, su alteza- hizo una reverencia.
-puedes retirarte Ernest yo llevare a Coraline con Janina, gracias- dijo este, al parecer Ernest lo pensó un poco pero al final se retiró no sin antes hacer otra reverencia.
Entramos al castillo y por dentro era aún más bello, absolutamente todo, habían cosas muy curiosas en el gran salón, sin embargo no nos detuvimos sino hasta llegar a los jardines donde se encontraba una señora un tanto anciana, rápidamente supe que ella era Janina, estaba sentada tranquilamente tomando él te, cuando se percató de nuestra presencia sonrió y dijo.
-ya los esperaba- y sin decir otra cosa se acercó a mí y me abrazo, yo simplemente no sabía cómo responder sin embargo le correspondí, sentí algo raro en mi interior un sentimiento de paz como si después de un día nevado en la calle llegas a casa y sientes la calidez de sentirte en el hogar, exactamente así, me estremecí hacía varios años que no sentía esa calidez sin saber por qué de mis ojos comenzaron a brotar lagrimas que rebeldes se escurrían por mi rostro, Janina al percatarse de ello me abrazo aún más fuerte y acaricio mi cabello una oleada de sentimientos se oprimían en mi pecho.
Poco a poco me fui separando y limpie mis lágrimas- lo siento, yo no quería que me vieran asi-dije.
-no te preocupes cariño, te entiendo- respondió Janina, Janina me daba una especie de consuelo a mi pobre alma vacía.
Luego de hablar con ella y Froilán, Janina decidió que era hora de comenzar a entrenar, Froilán quien había insistido en que lo llamara Froy de cariño me dio un tremendo susto cuando me dio la noticia de que tenía algunos dotes vampíricos, y es que me dio la noticia tan deprisa que por un momento creí que tendría que alimentarme de sangre lo cual me sobresalto, ya me imaginaba a mi persiguiendo a una inofensiva liebre la cual luego se convertía en un exquisito manjar.
Luego que aclararme la situación caminamos hasta el extremo del jardín en el cual luego se encontraba un inmenso bosque, Froy dijo algo sobre una pequeña demostración y se echó a correr , en un momento lo único que lograba ver era una mancha borrosa que avanzaba a gran velocidad, iba y venía de extremo a extremo del inmenso jardín.
-es tu turno-dijo después de dejar de correr, no tenía ni un poco de cansancio o fatiga algo verdaderamente sorprendente.
-bien solo que yo no puedo correr tan rápido como tú- aclare .
- vamos inténtalo, solo déjate llevar y no pares-
-lo intentare- fue lo último que dije antes de comenzar a correr.
Al principio solo estaba corriendo a velocidad normal, pero en un segundo una chispa dentro de mí se encendió, fue tan fugaz que sin darme cuenta todo lo que estaba a mí alrededor pasaba como una ráfaga, mis piernas se movían de una manera casi sobre natural, me sentí inmensamente feliz como si fuese invencible, pero ese sentimiento de felicidad desapareció, como era obvio estaba corriendo sin si quiera ver por dónde iba que termine estrellándome estruendosamente en un gran árbol.
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CORALINE WEASLEY[HARRY POTTER & TU]
FanfictionQue sucedería si existe otra Weasley, que por razones aún desconocidas no estudia precisamente en Hogwarts y se encuentra literalmente del otro lado del mundo, en otro continente, hay demasiado misterio en ella, se podría decir que es casi inexiste...