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ㅡ ¡Gira a la derecha!

Para cuando MinSeok entendió a lo que su esposo se refería, era demasiado tarde ya.

A MinSeok le encantaba realizar actividades al aire libre y hoy, parecía ser un día perfecto para ellas. El día era cálido, aunque no demasiado; el viento corría fresco y los pájaros cantaban aun cuando ya pasaban de las tres de la tarde. Todo parecía ser perfecto, excepto que él se encontraba sobre el asfalto, recuperándose de una estruendosa caída, con una rodilla raspada, la bicicleta de JongDae sobre él y el manubrio de ésta, doblado. Genial.

ㅡ ¡Te dije que giraras hacia la derecha! ㅡ escuchó la voz de su esposo a sus espaldas.

Rodó los ojos y se limpió el polvo de sus pantalones, esperando a que JongDae llegará hasta donde él se encontraba ㅡ ¡Y yo te dije que no sabía cómo girar! ㅡ gritó en respuesta.

¿Cómo es que llegamos a este momento?

¡Ah, claro! MinSeok no sabe andar en bicicleta y al parecer, hoy por la mañana a JongDae le había parecido un día espléndido para enseñarle.

Las cosas habían ido bien, él había mantenido el equilibrio y la dirección, JongDae le había sostenido por detrás y cuando por fin le había dejado, MinSeok se encontró de frente con un enorme árbol a mitad del camino.

Su esposo se mantuvo gritándole que girara hacia la derecha, en donde había pasto y si caía, no dolería tanto pero, ¿qué fue lo que MinSeok hizo? Girar hacia la izquierda, por supuesto. Cayendo sobre el asfalto, ¡y joder que estaba caliente!

ㅡ Amor, ¡debes presionar el freno si no sabes cómo girar! ㅡ escuchó de nuevo a sus espaldas. La voz cada vez más cercana, como si JongDae estuviera corriendo hacia él (lo estaba, de hecho).

ㅡ ¿Y dónde están los frenos? ㅡgritó, mirando con pesar la bicicleta de su esposo en el asfalto, intentando encontrar con la mirada los malditos frenos.

ㅡ Están justo a un lado del manubrio, amor ㅡ fue lo primero que JongDae le dijo al llegar a su lado. ㅡ Déjame verte bien.

Quitó la bicicleta de encima de él, arrodillándose a su lado y ayudándole a estirar su pierna para así poder observar de manera clara sus heridas. Con sólo tocarle, provocó que MinSeok cerrara los ojos y apretara los dientes en un gesto de dolor.

ㅡ Creo que me rompí algoㅡ dijo, luciendo abatido.

JongDae negó con la cabezaㅡ Yo no lo creo, doctorㅡ se burló. Pasó uno de los brazos de su esposo sobre sus hombros y le haló hacia arriba. ㅡ ¿Estás herido en algún otro lugar? ㅡ preguntó, muy cerca de su rostro.

MinSeok negó con la cabezaㅡ Sólo la pierna.

ㅡ ¿Seguro?

ㅡ No mucho, ㅡ dijo apenadoㅡ creo que también me lastimé la mano. Duele como el infierno.

ㅡ Bien, te dejaré sobre el césped de esa bonita casa que espero se encuentre vacía, iré corriendo por mi mochila y te llevaré al consultorio que se encuentra calle abajo.

ㅡ ¿Dónde dejaste tu mochila?

ㅡ No lo recuerdoㅡ JongDae caminó, con MinSeok apoyando la mayoría de su peso sobre él, le acomodó sobre el césped y le besó la frenteㅡ En cuánto te ví caer la lancé lejos y corrí hasta aquí ㅡ MinSeok se sonrojó e inmediatamente JongDae le apretó las mejillasㅡ Oh, mírate, no te sonrojas desde nuestro aniversario.

Le empujó quedito, en parte para que dejara de molestarlo y también porqué: ㅡ Estás todo sudadoㅡ se quejó, mirándose la rodilla ensangrentada e intentando averiguar si de verdad se había roto algo.

Matrimonio A Los Veinte // ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora