AomeMe sudaban las manos, y sentía una ansiedad en mi cuerpo. El señor Logan, osea mi padre y yo, estábamos solos en la biblioteca, Mi padre Stuart me había dicho que habláramos aquí, ya que era más privado.
Me moví hacia una esquina mientras él se acomodaba en un sillón de cuero que estaba a un lado de un librero grande. Me hizo señas que tomara asiento a un lado de él, en el otro sillón de cuero.
Con pasos lentos me acerque y tome asiento, el cuero rechino haciendo el momento más incómodo. Sus ojos me veían con curiosidad. Tome aire y desvié la mirada, este silencio me volvería loca.
—Aome —vociferó—. Aome —volvio a repetir.
—Asi me llamo —le sonreí—. Mi madre decía que mi padre me había puesto el nombre, ahora veo que mentía —solté en una mueca de decepción.
—¡No! Es cierto, bueno, no como me hubiera gustado. Ella y yo hablábamos de tener hijos, y cuando decíamos que si fuera una niña, le íbamos a poner Aome. Es un nombre peculiar, ¿no te lo parece?
—Amo mi nombre. Gracias —trague saliva, gire los ojos hacia otro lado.
—No debes estar nerviosa.
—N-o, no lo estoy —me mordí la lengua. El empezo a reir—. En realidad siempre he odiado a mi sistema nervioso, me traiciona sin ninguna consideración —bufé tratando de calmar mis manos que temblaban.
—¿Debes tener tantas preguntas? —bajo el rostro y se llevó la mano a la frente.
—¿Algunas? Bueno, si.
—Mi madre, Grace, ella —se quedó callado y lo vi empuñar las manos—. Nunca me dijo que Roselind había tenido una hija mía.
—Eso me dijo mi madre.
—¿Hablaste con tu madre?
—Sí —apreté mis manos—. Ella me dijo que usted prefirió el dinero en vez de ella.
Alzó la mirada con ferocidad.
—No Aome, tu madre lo tiene todo mal.
—No lo estoy culpando, es sólo que esto siempre ha rodeado mi vida.
Me tomo las manos y las apretó. Me hice hacia atrás removiendolas.
—Perdon, no debi.
—Tenemos que hacer esto poco a poco. Desde que soy una pequeña que entendía las cosas, hasta que conocí a Stuart, yo no sabia que era tener un padre. Los esposos de mi madre nunca me consideraron parte de su familia, solo se enfocaban en ella. Debe tenerme paciencia.
—Lo entiendo, y me duele tanto que vivieras eso. Tu madre no debió ocultarmelo, incluso si mi madre la obligó.
—Es pasado, ahora lo que tenemos es lo que debemos considerar, así que no sienta pena por las cosas pasadas —hice una pausa y respire—. ¿Decía? —entendió mi mensaje y prosiguió.
—Mi madre nunca me dio opción, nunca me dejó escoger entre tu madre o el dinero. Simplemente me dijo que Roselind me había dejado, por eso mismo, dinero.
—A los dos les mintieron, ¿pero por qué no se enfrentaron para comprobarlo?
—Aome, tu madre era una mujer demasiado testaruda. Supongo que mi madre le dijo eso, que yo había preferido mi herencia o título en vez de estar juntos y por eso ella se fue. Yo trate de buscarla y pedirle explicaciones, pero no la encontre, asi que me di por vencido.
—Mi madre me dijo, que su madre la tuvo encerrada en todo el embarazo.
—A mi tambien me lo revelo. Aome, lo de tu madre y lo mio no se dio, pero tú eres una cosa distinta, eres mi hija. Quiero intentar reconectar todos esos años que perdí. ¿Me darás la oportunidad de conocerte a ti y a tus hijos?
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Amor Eterno
Roman d'amour[Secuela de Amor Prohibido] [Completa] Aome y Maximiliano tienen la felicidad que siempre desearon. Una vida de lujos, sus hijos, familia y sobre todo, su amor incondicional. Parece perfecto. ¿Pero qué pasa cuando los fantasmas del pasado regres...