Capítulo 3 | Una sorpresa.

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Capítulo 3: Una sorpresa.

—Levantate, Keyla —sacude mi cuerpo con sus manos.

—Es sábado, para, tengo derecho a dormir —bostezo.

—Tengo una sorpresa para ti, pero debes levantarte.

—Sabes que no me gustan las sorpresas —me doy vuelta en la cama, quedando boca abajo.

—Aún así, levantate, te alegrarás cuando la veas.

—Trae esa sorpresa aquí, prometo que fingiré sorprenderme.

Papá abre las cortinas de la ventana, dejándome media ciega.

—Iremos al aeropuerto, sólo tengo dos horas libres así que apresúrate —sale por la puerta.

Me incorporo en la cama, miro a mi lado y puedo ver un zapato, tres minutos después sigo mirándolo. Suspiro y bajo de mi cama, entro al baño para tomar una ducha.

Seco mi cuerpo y me visto con un pantalón rojo ajustado, una blusa blanca sin mangas y una chaqueta de mezclilla, en mis pies unas zapatillas blancas.

Recuerdo lo que Emma dijo sobre que ahora debo vestir más como ellas, aunque no me gustan mucho la idea.

No me maquillo, debería hacerlo ya que parezco un zombie, pero apenas logré levantarme, maquillarme sería mucho pedir.

Me coloco el reloj de pulsera rojo que me obsequió mi tía el año pasado y el collar que me obsequió Mike.
Cepillo mi cabello y no lo seco, dejaré que se seque naturalmente.

Tomo mi teléfono y bajo, al parecer la sorpresa es que mi papá tiene el desayuno listo y servido, un gran milagro.

—¿Esta es la sorpresa? —me siento en una de las sillas.

—Aún no.

Tomo una cucharada de cereales y la llevo a mi boca.

* * *

—¿Dónde está la sorpresa? —miro hacia todos lados buscando una respuesta, mientras mi madre revisa algo en su prehistórico teléfono.

Una idea pasa por mi mente. Quizá sea mi mamá, quizá volvió y quiere verme. Una parte de mi se siente feliz de verla para abrazarla y decirle cuánto la he extrañado, pero la otra desea verla sólo para gritarle sus verdades.

—Aún no llega.

—¿Alguna pista?

—Ninguna.

—Bien, esperaré en el auto —giro sobre mis talones, caminando en dirección opuesta.

—¡Keyla! ¡Ven! —grita, haciendo que corra hasta él.

—¿Qué sucede?

Señala al frente. En mi campo de visión aparece una chica castaña que viene hacia nosotros. ¿En serio es real? Valerie es mi mejor amiga de toda la vida, desde que tengo uso de razón.

—¡Vale! —corro hasta ella, sellando nuestro saludo con un abrazo.

—Te extrañé, slut —tomo su maleta y caminamos en dirección a mi padre.

—Yo a ti, ¿qué estás haciendo aquí?

—Vine a visitar a mi hermanita y me quedaré aquí por unos meses. ¿Acaso quieres que me vaya?

—Claro que no —la abrazo—, sólo no te esperaba.

* * *

Equal © [THE UNEQUAL II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora