29: Abusar de mi.

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Lean la nota al final.

—¡Apresurate idiota que se quema el pastel!

El inútil de mi hermanastro camina con su mayor flojera y saca el pastel del horno, pero para su mala y mi buena suerte, se quema los dedos por no cubrirse la mano con un guante de cocina.

—Si te pagaran por ser tan inútil seríamos millonarios.

Corre como ñiñita a poner sus manos debajo del agua helada que sale del grifo.

Hace unos días fuimos a suplicarle a una de las vecinas que nos dé algo de comida, la pobre viejesilla no se atrevió a negarse e incluso nos dio la idea de hornearles un pastel a papá y a Marissa.

Decoro el pastel haciendo algunos picos con la crema blanca. Luego escribo un «Bienvenidos» con una crema de chocolate.

Movemos la mesa del comedor y la colocamos paralela a la puerta. Le lanzo un mantel a cuadros y lo exparce por la mesa. Me subo a una silla y cuelgo algunos adornos. Claramente queremos que noten que estamos felices de que vuelvan.

Sentimos una llave en la cerradura y corro a apagar las luces. Corremos a escondernos detrás del sofá y en cuanto entran gritamos «¡Sorpresa!» y corremos a abrazar a nuestros respectivos padres.

Marissa ignora a Zack y entra en la casa con una mirada que puede matar a quien se interponga a su paso.

—¿Por qué el mal humor, Marissa? ¿Acaso no estás feliz luego de que mi padre se endeudara por tí? —cruzo mis brazos.

—Fue el peor viaje de toda mi vida —se sienta en el sofa, molesta mientras se quita sus tacones.

—¿Por qué?

—Tu padre se quedó sin dinero y tuvimos que volver en un camión —hace una pausa y una mueca—, lleno de cerdos asquerosos.

Contengo la risa. Me encantaría que Max estuviera aquí, para que hiciera alguna broma sobre los cerdos.

—Por nuestra parte, gracias a Zack, casi morimos de hambre.

* * *

Me acuesto en el sofá de la sala, cubierta con una manta y con Lucy sobre mis pies. Enciendo mi laptop, que por cierto debo disfrutarla mientras pueda ya que papá tendrá que venderla dentro de poco tiempo para desahogarse un poco de las deudas.

Entro a mi cuenta de Facebook y me aparece para ver mis recuerdos de hace algunos años. Doy click ahí y veo una foto mía con Stephanie en una de las tantas fiestas a las que fuimos. En otra estoy con Mike en la misma fiesta. Siento un golpe proveniente de la cocina y cuando cierro la laptop me percato de que Lucy ya no está sobre mis pies, es más, ni siquiera sé dónde está.

Camino hacia la cocina para ver quién es.

—¿Hola? —como nadie contesta aprovecho para tomar algo de agua. Soy como la loca del agua, paso todo el día bebiéndola.

—Soy yo —me sobresalto y dejo el vaso en la encimera antes de que termine roto en el suelo.

—Casi me matas del susto. Se supone que deberías estar dormido hace horas, mañana tienes clases.

—Tu no me dices qué hacer.

Se va y yo vuelvo a buscar a mi perrita. Es extraño que no esté por aquí. Ella sabe cuáles son mis horarios para dormir y en ese horario nunca se separa de mi. Quizá tuvo ganas de hacer sus necesidades. Quién sabe.

Me acuesto algo confundida y sin mucho esfuerzo caigo en un profundo sueño.

* * *

Equal © [THE UNEQUAL II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora