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─ ¡Maldita sea Luke!
A lo lejos, una voz removía sus sueños con Michael, tomados de la mano sonriéndose el uno al otro; estaba disfrutando ese hermoso momento que ahora estaba desmoronándose.
Soltó unas palabras ininteligibles, removiéndose en su cama de lado a lado, buscando a ciegas la sabana para cubrir su rostro completamente dando a entender que aún no era hora de levantarse.
Una sustancia fría causó que reaccionara rápidamente sacudiendo las manos tratando de espantar lo que fuera.
─ ¡Te llevo llamando más de una hora, Luke!─ gritó Jack.
─ ¡No era necesario que me tiraras agua, idiota!─ abroncó el rubio.
─No era agua. No exactamente─ sonrió Jack, dándole la espalda a Luke para emprender sus pasos hasta la sala.
─ ¡Hijo de...!
─Ni te atrevas a decirlo, somos hermanos Lucrecio─ apuntó.
Luke guardó sus palabras, tragándoselas de una. Su querido y cuidadoso hermano llegó a casa solo para averiguar qué tal le estaba yendo con su no novio. Quería conocerlo y darle el visto bueno.
Alrededor de una hora y media, el rubio más joven por fin había terminado de arreglar su cabello.
Estaba nervioso de llevar consigo a Jack a casa de Michael. Él aún no se recupera del episodio de la otra vez, y si Jack pregunta por ello, Luke quedará como un idiota.
─ ¿Cómo es?─ indagó.
─Lindo. Así que no lo mires mucho, solo te advierto Jack─. Lo miró con detenimiento.
─No te voy a quitar las oportunidades, que muy a menudo se te cruzan. O sea, soy Jack, quién crees que soy, ¿mi hermano Luke? Obvio no, querido─ palmeó un par de veces la espalda de Luke.
Sin embargo, el rubio no prestó atención a lo que su hermano hablaba, menos mal; solo tenía en su mente a Michael. Pero ni que fuera a conocer a sus suegros. Solo es su hermano más imprudente.
Jack aún seguía hablando sobre lo afortunado que es y sus grandes anécdotas, a un Luke desinteresado en eso. Al llegar a casa de su amado, se detuvo.
─La casa es linda─ de algún lugar sacó una libreta y empezó a anotar.
─Uh, me acabo de acordar que está de viaj-─ la puerta dejó a la vista a un chico teñido de lila.
─¿ De viaje?─ rió Jack.
─¿Luke? Pensé que hoy no vendrías─ habló Michael, recogiendo el periódico.
─Je, je, je. ¿Por qué no lo haría, bebé? Siempre vengo─ guiñó su ojo. No Luke, no es momento. Michael rodó sus ojos.
─Cabello teñido y bonito─ terminó de anotar Jack, colocándole un chulito de verificación.
─ ¿Y él quién es?─ preguntó el ahora teñido de lila.
─Mi... espera, ¿cuándo lo teñiste? No vengo un día y ya te has puesto rebelde, amor─ fingió limpiar una lagrima.
─No tenía que avisarte. Ya te dije que no...─ olvídalo. Prefirió no ser cruel con el rubio.
─Pri-me-ra p-e-l-e-a. ¡Listo!─ anotó Jack.
─Que no qué, Mike─ los nervios en la voz de Luke avistaban llanto.
─Ya te lo había dicho Luke, el mismo día que te dije cerdo─ mordió su labio inferior, mirando al suelo.
─¿No t-te gu-gusto?─ sus ojos estaban vidriosos.
─No, no es eso Luke, es difícil de explicar. Lo siento─ y entró a casa.
─Él no es-tá in-te-re-sa-do en Lu-cre-cio─ anotó y lo releyó en su mente.─ Uh, eso es malo─ cubrió su boca.
Luke lo miro, con lágrimas cayendo por sus mejillas. Ni siquiera las quería limpiar, solo entender a Michael, para saber qué es lo que debe hacer para poder estar a su lado.
Jack le invitó el bus de regreso a casa. Miraba por la ventanilla mientras su hermano releía la situación de la libreta, buscando una solución a la vida de Luke. Algo difícil.
─Aún no comprendo qué hice mal─ sorbió sus mocos.
─Yo menos, según lo que me has dicho, seguiste mis consejos─ achinó sus ojos.
─Desde que los seguí sucedió eso─ sollozó.
─Luke, no me culpes ahora.─ le pegó un puño en el brazo.
─¡I-Imbécil, n-no me golpees!
Ahora, estaba llorando no solo por Michael sino que también por el puño de Jack.
─No Luckecito. No le vayas a decir a mamá, te comparé dulces pero no le digas─ impetó masajeando el brazo del pobre Luke, quien no paraba de llorar.
***
Me imaginé a Luke llorando, y me reí fuerte :v
#sorrynotsorry
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Las quiero xx :3
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¿Cómo Conquistar A Mike? | Muke
Fanfiction─¿Nos conocemos de algún sitio? ¿O es que no te reconozco con la ropa puesta, primor?─ Michael hizo su típico gesto de asco, pero esta vez no se fue, quería escuchar un último piropo de aquel rubio que lo estaba enloqueciendo. Acomódate para para re...