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─¿Puedes creer que casi muero?─ habló el rubio por el teléfono.
─Vamos Luke, no seas tan exagerado─ contestó Michael.
─Es en serio, Mikey... Casi muero de diabetes.
─¿Diabetes? ¿Cómo puedes decir esa idiotez?
─Sí. Por tanta dulzura tuya─ suspiró.
─Bien. Te colgaré por tonto, adiós.
El teñido colgó, junto a una sonrisa por aquellas palabras del rubio, sin embargo esa sonrisa no duró para siempre, no hasta que recordó la fecha; estaba en aprietos, no tenía una solución. Su mente sufrió un par de duros golpes por el intento de crear un plan que saliera a la perfección, pero nada era seguro.
Mientras tanto, el chico de ojos azules estaba sobre el sofá, comiendo un durazno y mirando al techo de la casa, recordando el perfecto rostro de Michael.
Su concentración estaba en esos ojos verdes, esos labios que por fin probó, y lo más interesante esa sonrisa que causaba que en su nariz se formarán arruguitas y el ceño se frunciera de manera sobrenatural. Esos pensamientos a los que estaba sumergido, causaron que un trozo de durazno se quedara atrapado en la garganta del muchacho.
Tosió repetidas veces, levantó su cuerpo y golpeaba su pecho con brusquedad. Pero no hay de qué preocuparse, se desahogó al instante.
A su favor, se recuperó de aquel susto y pudo atender la llamada que estaba entrando.
─¿Hola?
─¡Mami!─ chilló el rubio al escuchar la voz de su madre.
─Cariño, ¿cómo estás?─ preguntó la mujer.
─Sentado, mami─ el silencio abordó los dos extremos de linea. Luke merece unas nalgadas por esas respuestas tan absurdas e inmaduras.
─Luke, ¿qué hemos hablado sobre dejar esa actitud a un lado?─ la serenidad y tranquilidad con la que le hablaba es admirable.
─Lo siento.
─Bien, Lukey. Te llamaba, además para saber si estabas sentado o no─ vociferó con sarcasmo─, si estabas disponible para salir a cenar con nosotros; y con nosotros me refiero a tus hermanos, tu padre y yo.
─¡Eso es estupendo, mami!─ cantó con alegría el joven Luke.
─Perfecto, hijo. Pasamos por ti, estás preparado antes de las siete treinta. Te amo, adiós.
─Te amo, mami. Bai.
El rubio ya tenía planes en la noche. El teñido también.
─Bien, me pondré esto─ hablaba mientras sacaba ropa de su armario, estaba a media hora de que llegaran a recogerlo.─ Con esto... y ¡oh, esto!
Admiró la camisa que sacó del muy fondo de su armario. Era blanca y de botones, muy común pero para Luke era diferente. Rarito.
Después de haber escogido entre un pantalón negro con botón negro y un pantalón negro con botón gris oscuro, llegó a la conclusión de que se pondría un cinturón negro para cubrir el botón del pantalón negro de botón gris oscuro para verse más atractivo, claro, según él.
─Me veo, divino─ dijo al espejo gigante, estaba de perfil, reojeando su trasero.
─¡Demonios!─ gritó Michael, tirando de su cabello.
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¿Cómo Conquistar A Mike? | Muke
Fanfiction─¿Nos conocemos de algún sitio? ¿O es que no te reconozco con la ropa puesta, primor?─ Michael hizo su típico gesto de asco, pero esta vez no se fue, quería escuchar un último piropo de aquel rubio que lo estaba enloqueciendo. Acomódate para para re...