¿Cómo Conquistar A Mike? | Muke

|•FINAL•|

***

─No lo puedo creer, Luke─ dijo un rubio, muy parecido a Luke. Sostenía su fría mano─ Hace frío, ¿no crees?─ suspiró.

Quizás era el aire acondicionado, o las pequeñas rafagas de viento que se colaban por la ventana de aquella habitación.

La respiración del rubio más joven, era lenta y pausada, como si estuviese en un sueño relajante.

─... son muy delicados hoy en día─ bromeó un doctor, junto a dos enfermeras que lo acompañaban.─ Oh, hola señor Hemmings─ se dirigió al joven rubio que estaba frente a la camilla, estrecharon sus manos.

Una de las enfermeras, la castaña, se encargó de revisar las máquinas que soltaban datos y sonidos irritantes.

Una mano apretó al joven. Era su hermano, miraba todo como si fuese nuevo, como si no reconociera el lugar en el que estaba.

─¿Qué demonios?─ musitó, tallando su ojo con la mano que tenía tubos.

─¡Lukey!─ sonrió el otro rubio, abalanzándose sobre él, casi soltando lágrimas.

El doctor, al ver tal reacción, prefirió salir por unos minutos con las enfermeras y dejarlos solos. Fue muy emotivo aquel encuentro en una habitación tan triste.

─¿Jack?─ preguntó cuando se soltaron.

─¡¿No me reconoces?!─ se hizo el indignado.

─Cla-claro que sí─ sonrió, un poco débil, se sentía mareado.─ ¿Dónde está Michael?─ analizó con detalle cada rincón, con la ilusión de encontrar una cabellera tinturada.

─¿Michael?─ preguntó confundido, se acercó y agarró su mano.─ ¿De quién hablas, Luke?

El rostro de Luke formó una pequeña mueca, pensó que Jack estaba jugando con él.

─Vamos, Jack. Llámalo, quiero verlo─ rió nervioso.

─Luke, ¿no recuerdas nada?─ ignoró, prácticamente, el comentario de su hermano.

Negó con la cabeza.

─Estaba en la boda de Ash y Cal y Michael...─ el mayor lo interrumpió.

─¿Quiénes son ellos? Luke, no entiendo nada de lo que dices─ sostuvo por unos minutos el aire que mantenía en su pecho. Luke no respondió.─ Hace más de tres meses que estás en esta habitación.

Un sonido, como cuando rompen una ventana, se escuchó muy en lo profundo del cuerpo del rubio. Sus ojos se aguaron. Quería decirle a Jack que todo era mentira, que estaba equivocado, pero un nudo en su garganta se lo impedía.

El hombre con bata blanca regresó, junto a las dos enfermeras que hacía unos minutos habían entrado a la habitación. Le pidió a Jack que esperara afuera, mientras revisaban a Luke. Hizo lo que le pidió, no sin antes sonreírle de lado y besar la frente de Luke.

El diagnóstico había salido bien, Luke estaba listo para regresar a casa, después de tanto tiempo volvería a su hogar.

─¿Cómo está Luke?

─En perfecto estado─ sonrió el rubio, riendo un poco.

─¿Qué fue tan gracioso, Jack?

─Oh, nada, nada. Solo un chiste que recordé. Voy al baño, luego vuelvo.

El doctor, encargado del caso de Luke, salió revisando una planilla. Releyó lo que tenía, esperando unos segundos.