|•Un día gris•|

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***

La mañana del sábado, era tan fría y perfecta para hacer nada -a excepción de Luke, él siempre está haciendo algo- y lo raro era eso, el rubio se encontraba aún en su cama, con sus ojos fijados en la pared, y prácticamente cubierto. 

No se le veían las intenciones de visitar o siquiera contestar las llamadas del teñido. Luke no se encontraba bien, y no es que una probable gripe lo fuese a atacar.


—Ya cálmate, Mike— intervino el de cabello ondulado, estaba exasperado por el quejumbroso peliteñido.

—¡Pero qué tal que le haya sucedido algo!— sacudió los hombros del castaño/rubio.

—¿Y por qué supones que le sucedió algo, eh? Quizás aún esté durmiendo, y por eso no contesta.— Se encogió de hombros, los cuales aún sostenía Michael.

—Ya es muy tarde para que él siga durmiendo. Luke no se levanta tarde, siempre está jodiendo al mundo con su hermoso amor, ¿capisci?

Ashton giró sus ojos, hasta ponerlos en blanco. Creía que su amigo, el teñido, estaba mal de la cabeza.

—Pues entonces ve hasta su casa— vociferó el moreno, quien descansaba sobre el sofá, cubierto por un edredón mientras comía crispetas.

—Por eso te amo, Cal— el teñido corrió hasta el sofá, y besó la frente del pelinegro, quien hizo un gesto de asco.

Ashton, sólo bufó y se adentró en la cocina del teñido.

─¡¿Ahora qué hice?!─ gritó el moreno, con trozos de crispetas en la comisura de sus labios. 

Michael salió de su casa, y a pesar de que las nubes grises clamaban por soltar la lluvia, no se devolvió por una sombrilla. A mitad del camino, unas pequeñas gotas empezaron a caer sobre su cara, por suerte había sido una señora que estaba regando sus plantas desde un tercer piso.

—¡Tenga más cuidado!— gritó el teñido para que la mujer se percatara de él.

—Oh, lo siento joven— sonrió cálidamente en señal de disculpa, Michael asintió y volvió a encaminarse hacia la casa del rubio.

Introdujo sus manos en el abrigo que llevaba, el viento era cada vez más helado, que hasta cuándo soltaba suspiros salía vapor de su boca.

—¡Mikey!

El mencionado giró su cuerpo hacia la persona que lo estaba llamando.

—¿Qué quieres?— preguntó con fastidio.

—Arreglar lo que sucedió. No he podido dormir desde entonces— suspiró.

—Bueno, existen pastillas para dormir— se encogió de hombros, sus manos aún estaban dentro del abrigo.

—Eres un idiota— chilló.

—Y tú no eres la única que lo dice— hizo un guiño y un 'uish' acompañado de un zapateo por parte de la pelirroja fue suficiente para descifrar su enojo.

—¡Esto se acabó, Michael!— sus manos estaban empuñadas.

—¿Qué se acabó? Si nunca empezamos algo— carcajeó.

La pelirroja lo asesinó con la mirada y se fue por donde llegó.

Sin más interrupciones en el camino, por fin estaba en frente del portón del rubio.

—No te va a abrir.

El corazón de Michael, estuvo a punto de salirse de su pecho.

—¡¿Cómo te atreves a asustarme de esa manera?!— su mano derecha estaba sobre su pecho. Jack rió bajito.

—Lo siento, pensé que me habías visto— pasó su mano por la nuca.— Llevo media hora aquí, pero Lucas no me abre. Mamá me dijo que le trajera éstas galletitas— enseñó el canasto que apareció mágicamente.

Michael agrandó sus ojos, sorprendido ante la escena.

—¿Eres mago?— la pregunta había sonado menos ridícula en su cabeza.

—Si tú lo quieres creer, entonces sí, soy un mago— sonrió. La cabeza del teñido, estaba a punto de colapsar.— En fin, ¿podrías entregarle la canasta a Lukey? Quizás te abra a ti. Gracias Mike— besó su mejilla mientras dejaba sobre las manos del teñido el canasto con galletitas. Ni tiempo le dio de responder.

Jack se fue tarareando la canción de "sol solecito calientame un poquito..." mientras el de ojos esmeralda quedaba en shock.

La puerta se abrió. Un Luke con la cabellera hecha un desastre, una cobija que colgaba en su espalda y sus manos sostenía las puntas; sus ojos hinchados y rojos, haciendo que el azul de su pupila resaltará más, mientras las lágrimas se acumulaban para salir de una buena vez.

—Mi- Mike— susurró el demacrado rubio, sonriendo y dejando caer las lágrimas con desesperación. El teñido giró a verlo e inmediatamente soltó el canasto.

—Luke— y el mencionado se abalanzó sobre el teñido.

Entonces, Luke se sintió protegido y soltó sus lágrimas en sollozos incontrolables.

Entonces, Michael se le quebró el corazón al escuchar los sollozos de Luke.  

***

¿Dije smut?  Quise decir depresión :'v

#sorrynotsorry 7u7

¿Cómo Conquistar A Mike? | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora