¿Cómo Conquistar A Mike? | Muke

|• Cena de Divas -Parte 2- •|

***

─¿Te comerás eso?─ preguntó el rubio a su hermano Jack.

─Sí.

─Pero si tú nunca te comes el pan─ achinó sus ojos.

─Pues hoy si lo comeré, Luke─ introdujo un gran trozo de ese pan y lo empezó a masticar de forma "provocativa"

─Bien, gracias a Jack, me dieron ganas de vomitar. Iré al baño.─ giró su cuerpo, pero Jack gritó y lo tomó de la muñeca.

─¡No!

─Suéltame─ se removió.

Ben miraba atento junto a su padre, mientras Liz estaba a punto de sufrir una jaqueca por el comportamiento de sus dos maduros hijos, gracias a Jebus, Ben le salió medio normal.

─No, no. Vamos los dos.─ sugirió.

─Ni que me fuera a perder de aquí al baño. En serio, deja de actuar como un niñito malcriado─ se levantó.

─Juguemos de aquí al baño.

─No quiero─ se rehusó el ojiazul.

─No te estaba preguntando. Es un juego de confianza, tienes que dejar que yo te guíe.

─Uy no, ya sentí el piso en mi carita hermo... ¡Mami!─ gritó Luke, debido a que Jack le cubrió sus ojos con las manos.

─Solo no hagan tonterías─ suspiró la mujer.

Luke, empezó a murmurar maldiciones, para que su madre no lo escuchara, dirigidas con mucho amor a su hermano.

Hizo todo lo posible para no cruzar cerca a la mesa de aquel joven con su fea cita.

La pelirroja empezó a reír, por lo que Michael dejó su concentración en la comida por el rostro de la chica. ¿Se reía de él?

─¿Estás bien?─ preguntó, para luego tomar la copa de vino y beber un poco.

─Sí, sí. Es que son muy divertidos─ carcajeó otra vez.

─¿Quienes?

─Ello... olvídalo, acaban de entrar al baño─ fingió limpiar una lágrima.

Michael volvió a su comida, movía el tenedor de lado a lado, en busca de algo raro en el plato. Su apetito había desaparecido, y solo retumbaba en su mente las palabras de Ashton sobre Luke y Cristine.

─¡Michael!─ vociferó la chica.

─Oh, lo siento, ¿qué decías?

Cristine rodó los ojos, había hecho varios llamados al teñido y de repente solo se dio cuenta de que no estaba en este mundo; la estaba ignorando.

─Te decía que casi no has hablado. ¿Estás enfermo? ¿Te sucede algo? Vamos, confía en mí.

─Ya te dije que no es nada.

─Pensé que esta noche sería especial─ un suspiro pesado salió disparado.

─Pues a mí me parece que está siendo especial─ se encogió de hombros.

─No me siento así. Creí que tú y yo... No lo sé Mike, llevamos tanto tiempo y aún no sé exactamente qué somos.

─¿Personas?─ pensó el muchacho en voz alta. La estupidez también lo estaba consumiendo. La chica lo miró seria.─ Ya, ya, me pondré serio.