|• Se te va a caer el NEPE •|

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***

Era el segundo día en el que Calum aún no podía caminar bien, el motivo está más que claro. Y qué podemos decir del pobre Luke, él está en el hospital por culpa de Michael.

Mejor contaré la increíble y triste historia de este par.

─ ¡Mikey!─ gritó Luke.

Michael había bajado a la cocina hacía un par de minutos para beber jugo de naranja de la caja. Estaba disfrutando tanto el líquido refrescar su áspera garganta, que cuando escuchó el despampanante grito del rubio desde la habitación, causó que la caja se corriera y se chorreara todo.

─Demonios─ maldijo para sí mismo.

Corrió hacia la habitación, subiendo de dos en dos las escaleras y abriendo la puerta, casi para tumbarla.

─¿Luke?─ preguntó cuando no lo vio sobre la cama ni en el baño, porque la puerta estaba abierta.

─Estoy aquí─ habló con quejidos incluidos, al otro lado de la cama, tirado en el piso envuelto en la sabana.

─ ¿Qué te sucedió? Te ayudo, Luke─ le ofreció la mano.

El ojiazul estaba a punto de empezar a lloriquear del dolor y de la impotencia al no poder moverse ni hacer esfuerzo por levantarse.

─N-no puedo, Mike─ agachó su vista.

─Si no me explicas no voy a entender el maldito por qué.

Luke empezó a llorar. Era tal la desesperación de Michael que se sentó a su lado y lo tomó por las mejillas.

─Luke, qué te sucede─ lo miró fijo a los ojos.

─M-me du-duele

─El qué.

─Aquí─ señaló sus partes íntimas y su trasero.

Michael iba a reír como nunca pero hizo gestos para no empeorar la situación, le dio un beso en la frente.

Lo levantó en sus brazos y lo acostó sobre la cama. Con quejidos y todo pero lo dejó allí.

Cuando lo miró con más detenimientos, se dio cuenta de un problemilla en el bóxer de Luke.

─ ¿Estás seguro que no te has divertido solito?─ carcajeó un poco.

─ ¡¿Cómo se te ocurre decir eso?! O sea, estoy que muero del dolor y tu vienes con esas pendejadas─ apretó sus ojos.

─ ¿Quieres decir que se te va a caer el nepe?─ su gesto fue de sorpresa.

Luke lloró más fuerte, cualquiera diría que es una nena por esa actuación, pero debemos comprender que fue su primera vez, con el chico que le gusta –con una polla enorme-, que sin querer lo ha dejado como está ahora.

Ni el acetaminofén ni mucho menos los cariños que Michael le dio, fueron suficientes para calmar y disminuir el dolor del joven rubio.

El peliteñido llamó a la única persona que creía sabía acerca de este tema.

─ ¡Ashton, amigo mío!─ habló con halago.

─ ¿Qué demonios quieres, Mike?─ suspiró.

─Oh, nada, nada, Ashy─ soltó un risita.─ Solo me encantaría saber qué harías si tú, en un caso hipotético, tuvieras una gran noche con Cal, de esas duras y salvajes pero en la mañana él amaneciera con una erección y un fuerte dolor en su trasero que lo hace llorar como jamás lo había hecho en su vida. ¿Qué harías?─ preguntó, sonando lo más tranquilo posible.

¿Cómo Conquistar A Mike? | MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora