Capítulo III El Inicio de la Infancia

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El ambiente pesado y oscuro que se había apoderado de aquella habitación se fue y nosotras dejamos de llorar para dormir tranquilas.

Días después mi tío Jhorman nos invitó a la playa con toda su familia, yo estaba muy emocionada de ir. Estando allí me emocioné y disfruté un rato, pero luego me aburrí y empecé a ver a los paracaidistas y los surfistas que había en la playa, así que empecé a caminar para ver mejor, pero cuando me di de cuenta ya no estaba en el mismo sitio que antes y no veía a ninguno de mis familiares, así que quise caminar de regreso, pero había muchas personas y me confundía de ruta, hasta que a lo lejos escuché el grito de mi tía Yesica (esposa de mi tío)

-¡Maukari!-

-Yo, ya estaba regresando- le dije a mi tía un poco nerviosa, no quería que me pegaran o castigara

Mi tía me llevó de regreso a la tienda donde nos habíamos instalado, cuando estaba allí, pude ver a mi tío Jhorman con mi hermano y su hijo menor, ambos tenían la misma edad, pues después de que mi hermano naciera, el mes siguiente nació Andrés (el hijo menor de mi tío). Todos estaban muy preocupados, pero ninguno me regaño o me dijo cosa alguna. Recuerdo que había una bandera en frente de la tienda y mi tía Yesica me llevó hasta ella y dijo

-Aquí está la bandera, cuando camines o vallas a bañarte mira la bandera y regresas ¿me escuchaste?-

-Sí tía-

Después de eso regresamos al Zulia, a Jesús y a mí nos adelantaron a la escuela básica por nuestro buen comportamiento y conocimiento. Ambos fuimos a la misma escuela y como siempre fuimos los mejores amigos, él no me dejaba ni yo a él, nos cuidábamos mutuamente, tanto que hubo un día en deporte donde yo discutí con el profesor por haber acusado y castigado a Jesús de lanzar una botella de refresco cuando no lo hizo, desde allí me cayó mal el profesor Carlos Inciarte.

Todos los días me quedaba a esperar con Jesús a que sus padres llegaran, ya que mi mamá trabajaba en el mismo colegio como profesora. El último día de clases, yo me encontraba afuera con Jesús y mi mamá se encontraba en discusión de notas, ya era tarde y tenía hambre, cuando llegaron los padres de Jesús me invitaron para irme con ellos y llevarme a casa, como mi madre no salía y mi estómago rugía muy fuerte acepté. Al llegar a la tornillería

-Papi, Bendición- dije yo muy contenta de haber llegado

-Dios te Bendiga ¿y tú mamá?- dijo él preocupado

-Se quedó trabajando, yo tenía mucha hambre y me vine- le dije a mi papá con mi enorme sonrisa

Él me llevó al depósito, me dio el almuerzo, me dijo que no volviera hacer eso, si mi mamá no se venía yo tenía que quedarme, luego de eso, yo le conté todo lo que había hecho en la escuela y me fui con él a donde estaban los de atención al cliente. Cuando llegó mi mamá yo le sonreí y como toda niña me le fui encima para abrazarla, pero obtuve otra reacción de ella, ya que me agarró por el brazo, me llevó a la casa y me pegó por haberme ido, luego me regañó, mientras mi papá trataba de defenderme, solo que hasta él recibió el regaño y me castigaron, allí entendí que no me podía despegar de mi mamá sin importar lo que pasara o como me sintiera

Tres meses después yo ya estaba en segundo grado, mi amigo y yo seguíamos juntos, parecía como si nadie pudiera separarnos, nuestra amistad era muy fuerte. En diciembre la maestra comenzó hablar, nosotros veíamos clases con los niños de tercero, pues los dos grados estaban juntos. La maestra Maury hablaba sobre la navidad, cuando un niño de tercero dijo que Santa Claus, San Nicolás ni el Niño Jesús existía, sino que eran los padres que daban los regalos. Mis compañeros de segundo grado y yo aún creíamos en ellos y ese día, cuando escuchamos eso queríamos que la maestra dijera lo contrario pero ella apoyó lo que dijo el niño grande. Recuerdo que mis compañeros empezaron a llorar en silencio menos Jesús y yo, queríamos hacerlo, pero él y yo habíamos dicho que nunca lloraríamos porque eso era para niños pequeños. Al llegar a casa rompí la ley y comencé a llorar mucho, mi madre se acercó a mí

Historia de una GuerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora