Historia de una Guerrera

Capitulo XVIII Unas Experiencias Significativas de Terror (Parte 3)

Me fui con Elí para el salón donde mi madre se encontraba, ella estaba dando clases y al verme me hizo seña para que entráramos, me dio dinero para ir a comprar algo de comida en el cafetín y así lo hice junto a Elí

-Elí ¿tú no te habías ido?- le pregunté, recordando que él había salido con Adrián de la biblioteca

-No, de hecho me quedé en el patio hablando con Adrián y luego fui a buscarte, pero como no estabas con tu mamá ella me dijo que te buscara- me dijo con una sonrisa y encogiéndose de hombros

Después de eso mi madre, hermano y yo regresamos a la casa, mi tío Luis se encontraba con nosotros, ya para mí él vivía con nosotros, ya que llevaba un año en mi casa, siempre discutía con él al igual que con mi padre, les mentía en algunas cosas, pero a la hora de jugar, me encerraba con mi hermano y mi tío Luis dentro de la habitación de César y allí jugábamos cartas, carreras de autos, con los animales, luchas de boxeo, contábamos historias hasta que mi hermano se durmiese.

Mi hermano había cambiado mucho en cuanto a su comportamiento en el prescolar, se estaba comportando de lo mejor, calmado, tranquilo, obediente, sin castigos, expulsiones o regaños, hacia la tarea. Era como un sueño en el preescolar, no faltaba mucho para que su cambio también lo hiciera conmigo o eso esperaba

Un día antes de la presentación, me molesté con mi tío Luis por alguna razón, en medio de la ira, me adentré en el baño y me encerré, allí me quedé por más de dos horas tratando de calmarme, luego de eso fui a salir del lugar, pero al intentar abrir la puerta, resultó que no se abría, estaba trancada y yo lo había hecho. Nuevamente trate de abrirla y no pasó nada, estuve por media hora intentando abrirla y me desesperé

-¡Auxilio! ¡Sáquenme! ¡Mami! ¡Ayúdenme!- empecé a gritar dándole fuertes golpes a la puerta

-¿Qué pasó? Maukari ¿Qué tienes?- dijo mi madre del otro lado de la puerta

-No puedo salir, la puerta se atascó y no abre. Mami sácame de aquí por favor- le dije entrando en pánico

-Déjala allí, así aprende- escuché la voz de mi tío Luis

-"Si no me sacan de aquí, voy a gritar hasta que lo hagan"- pensé con rabia

-¡Sáquenme de aquí! ¡Por favor ayúdenme! ¡Sáquenme!- volví a gritar golpeando la puerta con más fuerza

-Maukari vas a tumbar la puerta- dijo mi madre

-¡No me importa si eso me saca de aquí!- grité molesta

De pronto escuchó algunos ruidos como de metal rodando por el suelo y luego se detuvo y cambio por ruidos como de pasos sobre el mismo metal, me aparté de la puerta, miré al techó y vi la gran separación que había entre el techo y la pared que tenía la puerta. Me adentré en la ducha, no quería que algo pasara por allí y me cayera encima. De repente veo una piel oscura con bermudas azul oscura, una camiseta verde militar y una cabeza casi calva que se asoma por aquel espacio. Era mi tío Luis, en ese momento olvidé por lo que estaba molesta con él y solo lo vi caer enfrente de la puerta con un destornillador

-¿La princesa se quedó encerrada en la torre?- dijo irónicamente

-Ja ja ja, muy gracioso, pero por favor sácame de aquí- le dije al principio con sarcasmo y luego con voz de suplica

Él se concentró en quitar todas las uniones de la puerta, luego destrozó la manilla sin romper la madera y abrió la puerta. Eso lo hizo en una hora por lo que cuando salimos, abracé a mi tío Luis dándole las gracias por sacarme y no dejarme allí como había dicho, luego abracé a mi madre con alegría. Me sentía completamente libre, tanto que corrí hacia el patio y me subí en mi árbol preferido, allí me quedé dormida por otra hora, hasta que escuché la voz de mi madre llamándome para que me fuera a bañar, me fui tranquila, pero al ver el baño tenía miedo de volver a quedarme encerrada allí, pues mi tío Luis volvió a colocar la puerta