FUEGO
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De caminatas a casa y charlas sobre cargas, de espectáculos con ropa de noche junto a ti. De nerviosos toques y el rumbo a estar ebrio. De estar despierto hasta muy tarde y abrir los ojos junto a ti. Pero ahora estamos durmiendo al borde, sosteniéndonos a algo que no necesitamos. Toda esta desilusión en nuestras cabezas nos va a poner de rodillas. Así que sólo déjalo ir, sólo déjalo ser. ¿Por qué no eres tú mismo? Yo seré también auténtico. Todo lo que está roto, déjalo a la brisa.
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Louis no volvió a llamarlo lord.
Sospechaba también que, de alguna forma, ordenó a todo el personal del palacio que llevaba contacto diario con él que no le llamaran así en su presencia. Cuando se referían a Harry usaban apelativos como "alteza" o "señor". Incluso Ashton dejó de llamarle "mi lord", y por la falta de costumbre, estaba a nada de pedirle que simplemente dejara de usar esos nombres con él, que lo llamara por su nombre de pila cuando estuvieran solos para evitarse problemas. Todo eso sucedió luego de contarle a Louis todo, absolutamente todo mientras el agua lentamente perdía su calor en ese balneario. Confesó que realmente no estaba durmiendo bien, que apenas caía en el mundo onírico, lo atacan sueños que no eran simples pesadillas, sino recuerdos. Siempre recuerdos de lo que ese hombre le hizo. Y en el fondo, escuchaba la risa de su hermano, fuerte y clara.
—¿Vas a... llevarme con el fisiólogo?—preguntó, sentado al borde del balneario, el agua le llegaba a las rodillas y Louis se encontraba frente a él.
—¿Acaso te duele algo de nuevo, tienes una recaída?—con el cabello húmedo y peinado hacia atrás por el mismo Harry, no alzó la mirada del pequeño moretón que se encontraba en la pálida rodilla que acariciaba.
—No—Harry tragó grueso—, sino para comprobar que sigo siendo... entiendes, acto al matrimonio.
—Lo que te hizo ese hombre es abominable, Harry. Pero no te hace a ti, alguien merecedor de repudio, ¿soy claro?
Harry asintió lentamente, con la boca presionada en un puchero, y fue cuando conectó la vista con aquella azul que se sintió obligado a responder en voz alta.
—Sí.
—Y no permitas que nadie te haga creer eso.
—Sí, Louis.
Observó a Louis distraerse de nuevo con su piel, la forma en que sus dedos color canela atrapaban gotas de agua que resbalaban desde el húmedo camisón.
—Louis—torció los labios antes de que el alfa le diera una mirada de soslayo—, ¿Sabes qué me dijo mi padre antes de partir hacia acá? Dijo que tenía dos opciones: venir, o ser alimento para los perros en la mañana. Y yo claramente no deseaba morir. Me dijo que jamás podría heredar nada del reino donde nací, que allí nadie deseaba ser el procreador de mis hijos... —sonrió con tristeza—, "si es que era capaz de concebir".
—Harry—quiso interrumpirlo—, Desmond Cox es un hombre vil que usó un ensayo de combate como excusa para armar una guerra. Lo que diga es justamente digno a ser juzgado como dudoso.
—Por eso me pregunto, de hecho lo hago desde que desperté en tu flota—ignoró que decía su nombre de nuevo—, y más ahora que lo sabes todo, ¿Por qué lo haces? ¿Por el acuerdo?
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Príncipe. » l.s | YA EN TIENDAS|
FanfictionLa reina Anne de Vitrum Maritima falleció, llevándose consigo la alegría del reino, la tranquilidad de sus tres hijos y la sensatez del rey Desmond. El monarca se enfrascó en una guerra con la intención de conquistar reinos vecinos y así escapar del...