-Diablos— carcajee después de succionar ampliamente el limón en mis manos, ocasionando que el fuerte sabor del alcohol despejara mi garganta, permitiéndome respirar nuevamente con normalidad.
-De nuevo— demando Effy, una de mis mejores amigas que llenaba una ves mas el pequeño vasito de cristal con el transparente licor.
-No lo creo...— me negué al sentir que mi estabilidad no era la misma y un rubio a mi lado reía estrepitosamente después de haber consumido el doble del porcentaje de alcohol que yo había ingerido.
-No seas aguafiestas _____— vacilo, rosando sus frías manos en contacto con mi descubierto vientre. Mi vestuario en esos momentos no era el más indicado para mi situación. La insolente Sara, había organizado una pequeña fiesta Hawaiana y yo portaba un dudoso sostén floreado acompañado de unos diminutos shorts que no dejaban demasiado a la imaginación.
-No lo hare de nuevo— reí apartándome y miles de gritos, risas y voces rondaban por el alrededor, debido a toda la cantidad de gente que se encontraba en nuestro pequeño departamento.
-_____!— escuche la aguda voz de Effy a mis espaldas, pero en esos momentos me encontraba totalmente distraída entre la gente y la escuche llamarme un par de veces más antes de regresar la vista a ella completamente despreocupada.
-¿Qué?— pregunte con la misma sonrisa torpe que había mantenido las últimas horas, pero esta se desvaneció al instante en que me encontré con el par de ojos verdes que me observaban divertidos.
-Alguien vino a verte—insistió la torpe chica y yo prácticamente corrí hacia el maldito castaño para apartarlo del lugar.
-¿Qué diablos haces aquí?— pregunte ahogada por la estupefacción.
-Adoro tu atuendo... ¿Cómo le llamas?— se burlo descaradamente.
-Eres un imbécil!— masculle cruzándome de brazos para intentar cubrirme de sus acechantes ojos.
-Tranquila niña, te tengo una sorpresa— reitero sin interés por mi amargura, tomando un pastelillo de una de las mesas del lugar con total atrevimiento, para entregarle una feroz mordida— ponte algo de ropa, debemos irnos— balbuceo con la boca llena, regresando a la entrada para esperar por mí.
................-Maldición!—alargue entre dientes al verme obligada a dejar mi día libre para irme con Harry. Sin dudas no me agradaba, pero la simple idea de una sorpresa me abrumaba. ¿A que se había referido con ello?
-¿Quién diablos era él y porque no lo habías invitado a venir antes?— exclamo Sara de forma aguda para irritarme aun más de lo que ya me encontraba.
-Es un imbécil con el que trabajo...— murmure con despecho para ignorarla rotundamente y terminar de alistarme...-Él es perfecto...— escuche las voces de las chicas a lo largo de la estancia y observaban por la ventana al petulante castaño reposado de su costoso vehículo. Sin duda la vista no era mala, sin embargo yo sabía que él era tan atractivo como detestable.
-Intentare volver pronto— suspire cruzando la puerta, pero la torpe voz de Sara no se demoro en resonar ampliamente.
-Ve por él niña— grito chillona antes de que pudiese cerrar la puerta y volví los ojos a Harry que me miraba desde su respectivo lugar con una burlona sonrisa. Lo cual me hizo notar que había escuchado la vergonzosa frase de mi amiga.
-Me agradan tus amigas... son bastante alegres...— continuo con tono fastidioso mientras abría la puerta del auto para que yo entrase.
-Ni lo digas...— farfulle amargada y el volvió la vista hacia el ventanal, donde cientos de ojos curiosos nos observaban. Harry se despidió sacudiendo la mano al aire, ocasionando que las inmaduras chicas rieran estrepitosamente desde los adentros de la casa y yo apenas podía contener el inevitable enrojecimiento en mi rostro.
En esos momentos quería estrangular a cada una de ellas y me sentía contrariada por el hecho de que Harry intentara pasarse de listo al comportarse seductivamente con mis fastidiosas amigas.
Lo único que en verdad deseaba era que todo terminara para que pudiésemos irnos de ese incomodo lugar.-No es lo que tenía en mente— asegure una vez que nos detuvimos al frente de aquel lugar tan poco atractivo. La prisión estatal lucia bastante aterradora y lo cierto es que hasta ese momento me había negado a entrar, sin embargo la insistencia de Harry iba más allá de mis capacidades.
-Se que para una niña como tu es difícil de asimilar... pero no tenemos otra opción... puedes seguir las ordenes que nos han dado o puedes acabar con todo esto e irte a casa como una cobarde...— explayo con severa amargura y lo mire fulminante sintiendo las inmensas ganas de atacarlo a golpes en ese mismo instante.
-Vete al diablo...— masculle sobrepasándolo bruscamente para dejarlo atrás, caminando a zancadas hasta la entrada del lugar. Sostuve el aliento y me adentre a lo desconocido, que ciertamente continuaba aterrándome.
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THE SADISTIC MIND
Science FictionSinopsis. Cuando ____ Everson conozca al apuesto agente del FBI, Harry Styles no sentirá atracción alguna. Sin embargo, el tiempo cambiara su pensamiento cuando ambos se vean obligados a pasar cada minuto juntos, en busca del asesino mas mencionado...