cap6

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Simplemente no podría explicar el sentimiento que me abatía internamente. Aquella sensación asquerosa rondaba por mi cuerpo, alterando mis sentidos. No pude evitar compadecerme por el hombre que esperaba su muerte en soledad.
Mis ojos se nublaron finalmente sin poder controlar el mar de sentimientos que me derrumbaban ahí mismo.
Todo lo que había vivido en las últimas semanas era casi inhumano y me preguntaba si en verdad podría soportar esa clase de carga. Aun era demasiado joven para lidiar con ello y no me sentía preparada para la carga emocional que todo el caso me otorgaba. Solo quería que todo acabara y que el culpable pagara por todo el caos que había ocasionado.

El congelado viento estrello contra mi rostro al salir por las gigantescas puertas, y mi respiración era un completo desastre. Intentaba a toda costa mantenerme al margen de la tranquilidad, necesitaba borrar toda la asquerosa situación de mi mente, pero eso me era casi imposible. La agonía recorría cada centímetro de mi cuerpo y me debilitaba notoriamente. Harry continuaba llevándome a rastras, sujetando mi mano con fuerza y en ese segundo sentí que las lagrimas emergieron sin que pudiese contenerlas más. Solloce apenas audible con el pulso cortado y casi de inmediato me encontré con los enormes ojos verdes posarse sobre mí.

-¿Estás bien?- pregunto levemente, deteniéndose a unos metros antes de llegar al auto. Agache la mirada con vergüenza de mi evidente debilidad. Y en esa ocasión presencie la sensibilidad de Harry por primera ocasión, en cuanto elevo mi rostro entre sus manos para observarme pasmado.
-No necesitaras volver de nuevo aquí... lo prometo- susurro comprensivo limpiando mis lagrimas cuidadosamente antes de estrecharme contra su cuerpo, con la finalidad de darme fuerza.
-No estoy lista para esto... es demasiado para mí...- lloriquee hundiendo mi rostro en su pecho y sujetándome fuertemente a su cuerpo.
-Todo está bien ____, ya olvídalo- repitió suavemente contra mi oído y permanecí inmóvil inhalando su penetrante aroma que me había dejado atada a él. Los minutos transcurrieron y permanecimos en la misma posición. Realmente llegue a apreciar el momento y suspire aplazada contra su hombro intentando regularizar mi estado. Sus manos rosaban suavemente por mi espalda y apenas podía reaccionar por aquel sentimiento tan placentero que experimentaba entre sus brazos. Sin mencionar su liviana respiración que se encontraba dulcemente con mi mejilla.

-Ahora dime...- hablo con más estabilidad- ¿Por qué rayos seducías a un criminal?- bromeo estúpidamente y reí incomoda apartándome de él para reanudar mi caminata hasta el auto.
-Hablo enserio ____... ¿Qué pensabas?- carcajeo siguiéndome.
-No lo seducía... solo intentaba ser educada- me justifique acallada.
-Con esa gente no se puede ser educada... ahora deberás asistir a una cena con él- recordó burlón y carcajee incomoda por la vergonzosa situación.
-No te burles... fui muy tonta lo sé...- alargue subiendo al auto, para abandonar temporalmente el gélido viento que recorría por las calles.
-En verdad fue divertido- explayo con el mismo tono apaciguado y por vez primera pude sentirme en comodidad con el castaño.

Las semanas transcurrieron y yo sabía perfectamente que mis actitudes no eran las mismas. En ocasiones podía sentirme totalmente diferente y quizás los días transcurridos continuaban cambiándome, sin embargo suponía que podía ser algo pasajero. Me forzaba a neutralizarme ante todas las cosas aterradoras que vivía.
Por otro lado el caso no parecía tener fin, nuestras pistas eran escasas y realmente suponíamos que ese sería un crimen sin concluir ya que nada parecía apuntarnos a ningún sitio.

-Demonios- murmuro Kevin sin aliento al encontrarse de frente con la chica completamente desnuda y mutilada a la orilla de un lago.
-Por favor caballeros...- interrumpió uno de los policías y yo continuaba con la vista en otra dirección, forzándome a no observar aquel insólito suceso.
-Somos del FBI- hablo el paliducho nuevamente para mostrar su placa antes de tomarme del brazo para llevarme aun más cerca de la escena del crimen.
Ronde mis nerviosos ojos por los alrededores y cientos de camarógrafos se encontraban a varios metros de distancia, ellos continuaban intentando aproximarse aun más, pero el amplio grupo de policías no se los permitían. Por otra parte se encontraban los detectives forenses que examinaban y fotografiaban al cadáver. El aroma a putrefacción era casi insoportable y por un segundo intente tomar leve distancia, pero mis ojos se toparon con una mujer de mediana edad que lloraba precipitadamente, la cual se aproximo velozmente hacia mi antes de que un grupo de policías intentara detenerla.
-Dígame que no es ella, por favor- gritaba sin control y con la exaltación atravesándome el pecho me vi impulsada a reaccionar.
-Alto, alto- titubee deteniendo a los policías que la alejaban violentamente. Ellos me miraron y yo mostré la pequeña placa metálica que John me había entregado para ese trabajo. Los hombres la soltaron y la mujer cayó de rodillas al suelo. Me aproxime a ella con un fuerte nudo atado a mi cuello y mi pulso se desbocaba alarmantemente al encontrarme con sus llorosos ojos.
-¿Dana Holland?- sollozo en espera de saber si ese era el nombre de la chica recientemente encontrada. Y perdí el aire sabiendo exactamente que se trataba de ella.
-Lo siento tanto...- susurre entrecortada y la mujer hundió su rostro entre sus manos para desmoronarse en llanto. Suponía que aquella mujer era la madre de la víctima y por un instante me sentí casi tan frágil como ella.
-¿Cuantos asesinos siguen libres?- cuestiono poco audible después de unos minutos.
-¿Qué?- pregunte sin comprender.
-¿A cuántos asesinos han detenido ya?- pregunto nuevamente elevando la vista para mirarme con ese par de enormes ojos cristalinos y me paralice abruptamente por su extraña pregunta.
-Aun no capturamos al asesino- remarque, refiriéndome al único asesino que estaba involucrado en el crimen, pero ella se mostro contrariada por mis palabras.
-Es un grupo de asesinos, han detenido a varios ya... pero aun hay algunos que siguen libres- especifico esperanzada y simplemente no comprendía de donde había sacado esa idea.
-Solo es un asesino... él sigue libre, pero hacemos todo lo posible por detenerlo- explique y la mujer se había congelado frente a mí.
-Dijeron que eran un grupo de asesinos...- insistió y la mire confundida.
-¿Quién lo dijo?- pregunte segura de que ella estaba equivocada.
-La policía, los periódicos, los noticieros...-enumero vagamente y me paralicé al no haberme percatado de un detalle tan importante. ¿Cómo podía ser posible?
-_____!- Una imponente voz interrumpió inesperadamente, sobresaltándome por completo antes de que me tomaran fuertemente del brazo, en tanto la mujer era sujetada nuevamente por la policía para apartarla- ¿Qué diablos te sucede?- el castaño elevo la voz descontrolado, dejándome atónita sin saber la razón de ello.
-¿De qué hablas?- farfulle soltándome de su mano opresora, pero el volvió a tomarme con fuerza para apartarme aun mas de todo el público presente.
-Nunca hables con nadie... nunca!- mascullo por lo bajo, intentando que nadie a nuestro alrededor escuchase la repentina discusión- ¿Qué le dijiste?- cuestiono con notoria ansiedad de saber acerca de mi reciente conversación con la extraña mujer y una sucia corazonada me llego de pronto dejándome atada a la furia.
-¿Qué le han dicho a la gente?- pregunte con amargura para soltarme una ves mas de él y su rostro se endureció al instante.
-¿De qué hablaron?- pregunto con más calma, ignorando mi cuestión anterior.
-Ella cree que hay más de un asesino...- lo enfrente, esperando a que el me sacara de mi confusa situación.
-¿Y qué le dijiste?- sus preguntas no me conducían a nada, y finalmente me percate de que algo no estaba bien.
-Le dije que solo hay un asesino y que aun sigue suelto...- proseguí con firmeza y los ojos verdes se abrieron al tope para casi desfallecer frente a mí.
-Maldición ____!- grito apartándose levemente para cubrirse el rostro con amabas manos en acto de frustración.
-La gente no lo sabe...- susurre ahogada para mi misma pero Harry volvió la vista a mi con el rostro enrojecido por el enojo.
-Por supuesto que no ____... no podemos decirle a la gente que no tenemos la mas mínima idea de quién es el asesino... no podemos decirles que no tenemos el control de la situación...- explico tomándome nuevamente de los brazos para enfrentarme en forma iracunda- el plan era decirles que son varios asesinos y que hemos logrado detener a algunos, para que la gente pensara que solo nos tomaría unos meses más capturar al resto de ellos- en esos momentos me encontraba mas confundida que nunca y no podía creer que ellos le mintieran a tantas personas en una situación como esa.
-Harry... la gente merece saber la verdad-persistí con apenas un hilo de voz a causa de la conmoción que me causaba.
-No ____!... la gente nos interroga, nos cuestiona y esperan a que demos resultados... de lo contrario dirán que somos unos incompetentes y miles de personas se revelaran contra nosotros, dirán que no hacemos nuestro trabajo y que no le damos importancia a la corrupción-su justificación era comprensible, pero no valida y yo continuaba en contra de eso.
-No puedo creerlo...-masculle sobrepasándolo para apartarme, pero el me regreso de inmediato.
-Para ti todo es un juego ¿Cierto?-cuestiono arrastrando las palabras entre dientes para enfrentarme de nuevo- tu solo eres la niña que saca buenas notas y todos la consideran un genio... juegas a los policías y ladrones mientras incontables personas mueren... y te preguntas por que nos rehusamos a decirle a la gente la verdad, lo único que intentamos es no alarmar a toda la maldita ciudad y tu llegas sin saber absolutamente nada y te atreves a juzgar el trabajo de las personas que viven de esto...- sus palabras me destrozaban en un segundo y no pude hacer más que permanecer inmóvil con su intimidante tono- vete a casa ____, termina tus estudios y quizás en unos años podrás enfrentar el mundo real, porque sinceramente yo no creo que estés lista ahora... lo único que haces aquí es arruinar todo- mascullo con el mismo semblante desalmado y finalmente me había decidido a enfrentarlo, pero una voz interrumpió mis planes.
-Harry basta...- escuche la voz de Louis y mire de inmediato para encontrarlo en primer plano, observando todo el suceso.
-Llévala a casa Louis...- reitero el castaño a murmullos para luego intentar alejarse, pero yo reaccione antes, sobrepasándolo para plantarme momentáneamente frente a él.
-Eres el imbécil mas insensible y repulsivo que jamás tuve el desdén de conocer... eres patético... crees que puedes culparme a mí de tu maldita incompetencia... me reclamas todo solo para sentirte mejor contigo mismo...- lo culpe con gran acidez en mi voz y él me miraba sin emitir palabra alguna mientras yo desahogaba todo lo que había contenido los últimos meses- si tuvieras el control de tu trabajo no necesitarías mentirle al mundo entero... pero quizás solo eres un novato que no supo encarar la situación con valor- destile entre dientes para alejarme sin espera de que el hablara, camine a zancadas mientras los presurosos pasos de Louis me seguían y la fuerza que había logrado obtener se desvanecía para dejarme a merced del miedo y la impotencia.

THE SADISTIC MINDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora