Cap 20

8 1 1
                                    

-Esta noche no correremos riesgos cariño— aseguro John entregándome un traje antibalas, el cual cubrí con mi ropa, que esta vez no era tan provocativa como la ocasión anterior. Sin embargo el ligero toque de vulgaridad continuaba presente y eso no me agradaba, suponiendo que los hombres se me acercarían nuevamente con sucias intenciones.
-No te alejes de la barra— me recordó Louis extendiendo la mano para entregarme un arma, a lo que no pude evitar carcajear estruendosa.
-Ni siquiera se utilizar esa cosa— me negué rotundamente a tomarla.
-Es por precaución _____, es necesario que tengas una... nada puede salirse de control esta noche— insistió forzándome a tomar la pequeña pistola— además... es mejor que tu la tengas, para que tu amiguito Harry no se sienta en la necesidad de asesinar a todo el que se te acerque...— resoplo burlón e intente comprender la razón de su sospechosa frase, pero Louis continuo sin rodeos— Es notorio ____, por la forma en que él te mira...— trato de explicar pero yo lo detuve de inmediato.
-Por favor cállate— replique, sabiendo que no quería adentrarme a ese desagradable tema.
-Vamos, tu lo sabes... por eso lo evitas ¿cierto?— persistió con su molesto tono y finalmente me quebré en terror.
-Cállate!... es claro que no tienes idea de lo que dices— gruñí sin paciencia, sobrepasándolo velozmente para escapar cuanto antes. Luchaba para que mi resiente conversación con el tonto chico no afectara mi estabilidad y en ese momento temía encontrarme con Harry. No quería distraerme de mi objetivo principal, debía retomar mi concentración para no cometer ningún tipo de error.

-NARRA HARRY-

-No te alejes demasiado— le recordé a Dalia que parecía aterrada por la situación— Estarás bien... todo esta controlado— repetí, intentando que ella se relajara para que no arruinara el plan.
-Gracias— murmuro tímida antes de alejarse. Ronde la vista por el lugar. Todo parecía en orden, excepto por una pequeña cosa que aun me faltaba.
-¿Dónde estas?— pensé en voz alta intentando encontrar a la niña de los inmensos ojos.
-¿Buscas a alguien?— una vocecita a mis espaldas interrumpió mi tarea y rápidamente volví la vista para encontrarme con el fastidioso par de ojos azules.
-No— suspire, forzándome a lucir natural pero tal parecía que Louis tramaba algo ya que una retadora sonrisa atravesó su rostro de inmediato.
-Ella esta bien... algo tensa por todo el trabajo, pero estará bien— explico sin demasiadas especificaciones y trague con fuerza temiendo que el infeliz sabía perfectamente acerca de mi presente preocupación.
-No tengo idea de que hablas— reí nervioso pero el no pareció convencido.
-Si... ella también finge no comprender cuando le hablo de ti— insistió sereno, encendiendo un cigarrillo mientras yo era atacado por el desconcierto.
-¿Qué? ¿Louis que diablos le dijiste?— demande por saber y el chico carcajeo victorioso.
-Oh, entonces si sabes de que hablo— alargo divertido.
-Bien, ya olvidalo— masculle frustrado sentándome en la banqueta de la calle antes y el fastidioso castaño imito mi acción. Quería olvidar mi reciente disgusto a causa del tonto Louis, pero para esos momentos me era prácticamente imposible no hablar sobre el tema.
-Es complicado— musite breve y el par de ojos azules volvió a mí.
-Solo díselo Harry— dijo Louis con obviedad.
-Ya lo eh intentado, pero ella es tan...— pause sin saber como describirla— ella no planea tener nada conmigo— suspire resignado, recordando la ocasión en que ella se había negado a hablar sobre la situación.
-Yo no creo que sea así, deberías hablarle... estoy seguro que ella quiere escucharte— sonrió entregándome un pequeño golpe en el hombro en forma amistosa antes de ponerse en pie.
Una ves mas me esforcé por tomar el control de mi cabeza que rondaba en mil ideas estúpidas. Me limite a concentrarme en el plan para que todo pudiese salir a la perfección mientras me adentraba al lugar atestado de personas que no tenían ni la más remota idea de lo que se avecinaba.

-NARRA ______-

-Podrás escucharlos atraves de esto...— explique entregándole a la Dalía un pequeño auricular que debía utilizar en el oído— Ellos te dirán lo que debes hacer... actúa natural— ordene finalmente antes de empujar a la nerviosa chica a los adentros del infestado lugar. Yo debía seguirla, pero hasta esos momentos el valor me abandonaba y continuaba de pie en la entrada en compañía de Kevin mientras un par de vehículos permanecían a unos metros de nosotros, en ellos se encontraban varios agentes del FBI y algunos policías.

-Deberías entrar ahora— sugirió el pelinegro.
-No quiero...— objeté y el rio acallado.
-Debes hacerlo _____— insistió demandante pero me negaba nuevamente a pasar por una situación como esa. Podía sentir el arma a un costado de mi cintura, aprisionada en mis ajustados shorts. Más eso no me entregaba la más mínima seguridad y temía más que nunca al saber que el asesino podría estar presente a solo unos metros de mí.

-NARRA HARRY-

-No quiere hacerlo— escuche la chirriante voz de Kevin al otro lado de la radio y suspire sabiendo que nadie podría convencerla en esos momentos.
-Déjame hablar con ella— pedí en espera de que ____ aceptara hablar conmigo, aun que suponía que no seria así, sin embargo no demore demasiado en presenciar su dulce voz atraves de mi radio.
-No pueden obligarme— replico con tono infantil y una tonta sonrisa apareció en mi rostro sin demoras.
-No te obligaremos ____, pero deberías hacerlo...— retome pacientemente y espere de nuevo para escucharla.
-No quiero...— se negó totalmente.
-Vamos niña por favor, debes ser valiente— la anime, riendo con discreción intentando no burlarme de su tierno temor.
-No lo soy— farfullo con descontento.
-Si lo eres cariño— resople sumamente torpe— eres muy valiente... y realmente necesitamos tu ayuda— casi rogué por su aceptación y lo cierto era que la única razón por la que la quería adentro de la instalaciones era para poder estar en contacto visual con ella, de esa forma sentía que no corría riesgo ya que yo podía protegerla en caso de que fuese necesario.
-Solo una hora Styles— Farfullo con desagrado y acepte a su condición para finalmente cortar la comunicación.

Casi al instante presencie a la hermosa chica que rondaba insegura por todo el alrededor. Mis ojos la seguían atentamente y solo en ocasiones recordaba que igualmente debía vigilar a Dalía. Pero mi insulso instinto protector volvía a ____ una y otra ves.

El lugar estaba sobrepasado de gente y era realmente difícil avistar algo con claridad pero continuaba sin más remedio que esperar. Mientras tanto Louis parecía aun más ansioso que yo y sus ojos corrían velozmente a lo largo de todo el lugar.

-Kevin...— hable en la radio intentando contactar nuevamente al pelinegro, pero una inesperada vocecita se escucho al otro lado.
-Soy ____— hablo amarga y aquello me sorprendió, en cuanto regrese mis ojos entre la gente para avistar a la chica que continuaba presente en el interior de las instalaciones.
-¿Por qué tienes la radio de Kevin?— pregunte confundido y podía verla mientras nuestra conversación se desarrollaba.
-El me permitió llevarla conmigo para que me sintiera segura...— explico.
-Bien— suspire manteniendo la calma, ante el hecho de que ella había saboteado nuestra única comunicación con la zona exterior del lugar— ¿Vez algo?— pregunte vacilante intentando mantener la conexión que recientemente habíamos conseguido.
-No... ¿Tu?— pregunto de vuelta y volví mi atención a Dalia que hablaba con un par de hombres, pero estos no se notaban sospechosos, así que descarte el peligro.
-No...—renegué sin mas ideas para mantenerla en la línea por lo que simplemente me decidí a improvisar.
-Y... ¿Cómo has estado?— pregunte bromista y la escuche carcajear por ello.
-Muy bien, ahora mismo espero a que un asesino cereal venga por mí—bromeo siguiendo a mi juego y reí reprimiendo las inmensas ganas de olvidarme de todo e ir por ella.
-Eso es adorable— acepte sin pensar con claridad y comenzaba a percatarme de mi debilidad con el simple hecho de escuchar su voz.

THE SADISTIC MINDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora