THE SADISTIC MIND

25

-Despierta ____, es tarde— susurro una melodiosa voz mi oído, después de entregar un par de besos en mi mejilla.
Esa mañana no era una de las mejores, ya que la noche anterior no había conciliado el sueño, a causa de varias pesadillas que me habían atormentado por largas horas.
-No quiero...— me queje nuevamente, pero solo transcurrieron unos segundos antes de que la presión en mi cuerpo volviera delicadamente en cuanto Harry se posiciono sobre mi con gran despreocupación.
-No esta a discusión— murmuro besuqueando mi rostro, y numerosos suspiros emanaban de mí sin que pudiese evitarlo— es tarde—recordó con un ligero tono de voz acallado que encendía cada neurona en mi cabeza.
-No me interesa— reí sofocada por su cercanía y podía sentir su sonrisa dibujarse en contacto con mi mejilla.
-Vamos... hablo enserio— resoplo poniéndose en pie para abandonar la habitación.

Me observe con desagrado en el espejo. Mi pálido rostro demacrado comenzaba a fastidiarme. Sin embargo, le reste importancia a la situación para reanudar mi presurosa preparación para el desgastante trabajo cotidiano.
Me duche velozmente, permitiendo que el agua congelada me activara de inmediato. Me vestí...

Finalmente me dirigí en compañía del par de castaños, para otro día de agotador trabajo, del cual aun no conseguíamos resultados concretos. Hasta esos momentos no teníamos idea de donde reanudar nuestra búsqueda del asesino en serie, que aun rondaba por las calles. Podía sentir el estrés del día a día y no me agradaba para nada. Sin mencionar que mi concentración se convertía en un problema, debido a que no podía sacarme a Harry de la cabeza. Numerosas veces me distraía observándolo. Pero para el seductor castaño no parecía un reto el mantenerse naturalmente desinteresado. Solo en ocasiones volvía sus enormes ojos esmeralda, para mirarme con una pequeña sonrisa que desactivaba cada una de mis defensas, haciéndome caer precipitada a la desesperación.

Sentada y despistada entre la gran cantidad de gente que permanecía en la oficina. El tema principal de la conversación era el mismo de cada día. Algunas especulaciones de donde o como podríamos atrapar a criminal continuaban rondando en boca de todos.
Por otro lado yo me hallaba desconectada de la realidad, ya que en ese instante no había mucho que yo pudiera hacer. Solo debía escuchar a las personas a mi alrededor e intentar agregar ideas a la gran gama de planes que se desarrollaban frente a mí.

El lugar era un gran alboroto, miles de voces se hacían escuchar estruendosamente, y yo continuaba en blanco observando mis descuidadas uñas, que esa mañana se hallaban en el peor estado posible. Pero fue el delicado rose que corrió por mi espalda el que me despertó de inmediato. Gire la vista con gran estupefacción, para observar al castaño una ves mas y él parecía estar jugando tentadoramente conmigo.
Camino tranquilamente por el alrededor de la mesa sin desprender sus enormes ojos de mí. Arquee una ceja, forzándome a lucir desinterés, al tiempo en que el entregaba un extenso sorbo a su humeante taza de café.
Las voces a mi alrededor parecían provenientes de alguna alucinación y mi único interés en aquel instante era Harry. Quien mantuvo su marcha hasta llegar una ves mas a mi lado, dejando la taza de café en la mesa, justo delante de mí antes de desviar la mirada para alejarse despreocupado.
Aquello me había dejado perpleja. ¿Realmente planeaba jugar de esa forma?
Me reclamaba internamente en solo cuestión de segundos, realmente quería permanecer en calma, pero simplemente no podía luchar contra el desbocado revoloteo que fulminaba mis neuronas.
Sin poder resistirme mas, me puse en pie para olvidar al grupo de personas presentes en el lugar.
Camine a zancadas hasta llegar a Harry que no demoro demasiado en notar mi presencia. Una satisfactoria sonrisa se dibujo en su rostro y tome su mano para guiarlo casi rastras hasta una pequeña oficina, a un costado de la misma en que nos encontrábamos.
Nos adentramos al lugar, cerrando la puerta para olvidarnos del grupo de personas que no habían notado nuestro repentino escape.
-Ven aquí...— rio acallado en cuanto estuvimos solos, jalando fuertemente de mi para plantar un impactante beso en mis labios. Carcajee sofocada entre sus brazos y el me condujo a cuestas hasta un gran escritorio a mis espaldas. Jadee sin aire y el me acomodo sobre la mesada para posicionarse perfectamente entre mis piernas.
El puslo me abatia ostentosamente y yo suspiraba entre besos mientras Harry soltaba pequeñas risitas a causa de nuestro insolito acto.
-No puedo...— hable, sabiendo lo débil que era ante él.
-¿Qué cosa?— susurro descendiendo sus besos a mi cuello para morderme sin limitación.
-Controlarme— acepte torpemente y el resoplo victorioso.
-No necesitas controlarte cariño— ronroneo elevando una mano para descender el gorrito de tela en mi cabeza, cubriendo mis ojos con este, y volviendo a mis labios.
-Que tonto eres— reí regresando mi gorrito a su posición correcta, pero de inmediato escuche un repentino sonido que me paralizo escandalosamente.
-¿Styles?— llamo la inconfundible voz autoritaria y sentí desfallecer al encontrarme con los impactados ojos de John, que aparecían inoportunamente por la puerta.
......................

-NARRA HARRY-

-Asegúrese que la prensa no siga entrometiéndose con el proceso...— Demando el hombre que continuaba dando ordenes mientras yo luchaba por lucir natural y evitar mencionar el incomodo suceso anterior, en que John nos había encontrado a _____ y a mí.
-Si señor— afirme, decidido a escapar cuanto antes, pero la fría voz interrumpió mis planes.
-Styles...— hablo firme y supuse lo que diría.
-Su vida privada no es de mi incumbencia... pero le recomendaría que no cometa alguna imprudencia con la chica... ella aun es una estudiante y lo ultimo que necesitamos es otro escandalo para la compañía... manténgase en su nivel señor Styles, las decisiones inmaduras nunca son el mejor camino, no intente jugar sucio con ella...— sentencio amargo y fruncí el ceño con frustración al comprender que el hombre suponía que yo solo jugaba con _____ y que únicamente intentaba engañarla y aprovecharme de ella.
-Señor, yo... nunca eh intentado eso...— aclare, forzándome a no responderle furioso, por la manera en que me juzgaba con facilidad.
-Vuelva al trabajo Styles— suspiro después de varios segundos y obedecí disgustado. Quería aniquilarlo, era claro que él no tenia idea de lo que decía y lo deteste más que nunca en ese momento.

-NARRA ____-

-¿En que pensaban?— murmuro Louis con discreción y yo evite responder, en verdad no quería adentrarme a incomodas explicaciones.
-Al parecer no pensaban en nada— se burlo Kevin, quien recientemente había descubierto mi situación con Harry de la forma más insólita.
-Basta...— masculle intolerante y ambos reían sin temor hasta que el enrulado apareció de nuevo en el corredor donde lo esperábamos.
-¿Qué te dijo?— preguntaron los dos entrometidos a mi lado y el semblante enfurecido de Harry era evidente.
-Nada— farfullo sin detener su caminata y lo seguíamos sin comprender la razón de su repentina amargura.
-¿Nada?— pregunte finalmente, adentrándome a la inevitable curiosidad.
-Nada— repitió sin mirarme— solo hablamos del trabajo— explico con brevedad, pero yo no le había creído del todo, ya que su frustrado rostro parecía contradecirlo.
.....................

-Te veremos en casa... debo hablar con ____— escuche un leve murmullo dirigirse a Louis, quien acepto sin cuestionamientos. Rayos. Eso no era nada bueno. Mi respiración se cortaba por el temor y camine lentamente a un costado de Harry hasta llegar a las congeladas calles que me estremecían aun más de lo cotidiano. El chico a mi lado no soltaba palabra alguna y yo esperaba con la paciencia agotándose en mi interior.
-Solo dímelo...—pedí poco audible, suponiendo que algo malo se aproximaba.
-Eso intento— suspiro manteniendo la mirada al suelo y permanecimos en silencio por otro par de minutos hasta llegar a un gigantesco parque en el que el viento recorría con mas frialdad.
-Tu...— la apacible voz interrumpió el silencio y volví mi completa atención a par de verdes esmeraldas que se colocaban frente a mí— ¿Consideras que tu y yo... somos... imprudentes?— hablo pausado y lo mire sin comprender con exactitud su pregunta.
-No— murmure.
-Se que siempre estoy ocupado... soy bastante testarudo y torpe... y sé que algunas veces soy una persona difícil de tolerar— enumero rondando la vista por el alrededor, como si le atemorizara enfrentarme— mi vida entera debería girar en torno al crimen que todos esperan que resuelva... y quizás yo no sea lo mejor para ti— explico con firmeza y me paralicé sin poder decir nada, a causa de sus terribles palabras—pero tu eres tan...— pauso apretando los labios en busca de las palabras correctas— no se...— resoplo sin saber cómo especificarse— yo jamás te haría daño— reitero volviendo finalmente los ojos a mí y yo estaba inmóvil sin saber a donde se dirigía con todo su discurso.
-Lo se— musite esperanzada, para que el no decidiera alejarse de mí.
-Quiero estar contigo ____— sonrió con ternura tomándome de la mano para jalar delicadamente de mí— en verdad quiero estar contigo— pauso apoyando su frente contra la mía y sostuve el aliento elevando mis manos para entrelazar mis dedos en su cabello con gran fascinación.
-Estas conmigo— susurre totalmente sumergida en el momento y Harry sonrió de lado, aventurándose a hablar a una vez más.
-Podrías ser mi novia— sugirió suavemente y me estanque en la estupefacción en tanto un fuerte martilleo atacaba mi estomago.
-¿Podría?— pregunte abatida por la sorpresa.
-Solo si quieres— resoplo rosando sus labios con los míos sin contactarlos completamente. Todo me parecía ser parte de un loco sueño, pero la opción me había llegado como un regalo celestial y no planeaba desperdiciarlo.
-Si— acepte riendo estruendosa para apegar mis labios aun mas a los suyos y sus brazos no se demoraron ni un segundo para rodear mi cintura y elevarme del suelo ocasionando que mi cuerpo se afianzara con perfección al suyo, en un glorioso momento lleno de satisfacción.