THE SADISTIC MIND

cap 16

-Hola ____— saludo un risueño paliducho al tiempo en que colocaba la primera plana del periódico en la mesa frente a mi.
Observe paralizada la nota que apareció ante mis ojos y casi me ahogue con mi café en ese mismo instante.
-Oh, diablos— alargue atónita.
Una gran foto de los cuerpos hallados el dia anterior se encontraba a un costado de una foto mía y las largas filas de letras narraban el suceso en el que yo era la responsable de tal descubrimiento.
-Felicidades— explayo kevin y por un segundo me sentía sucia de celebrar tal hecho, después de todo, eran chicas inocentes que habían muerto de una asquerosa manera. Sin embargo no pude evitar sentirme orgullosa al ser reconocida por mi trabajo, que en realidad habia sido prácticamente accidental.
-Esto es extraño— murmure incomoda.
-Es realmente asombroso ____... eres muy buena en esto, deberías reconsiderar formar parte del equipo— reitero acomodándose a mi lado y carcajee por la idea.
-Quizás cuando termine mis estudios— asegure sin rodeos y el rió por lo bajo, regresando la vista a la nota en el periódico.
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Todo me parecía irreal y a mi alrededor todos parecían reconocerme y me felicitaban numerosas veces.
Camine a zancadas intentando escapar del publico por un segundo, pero aquel edificio era demasiado poblado y eso era casi imposible. Hasta que un par de ojos marrones interrumpieron mi pensamiento abruptamente para sonreír con ternura.
-Buen dia señorita— saludo educadamente y correspondí con una pequeña sonrisa tímida mientras esperaba lo que ciertamente se avecinaba— Supe acerca de tu victorioso descubrimiento— alego con un leve toque de burla al notar mi desagrado por el tema.
-Ni lo digas...— suspire incomoda, pero el carcajeo despreocupado retomando su caminata junto conmigo. Ambos permanecíamos en un profundo silencio el cual no me agradaba, ya que me ponía irremediablemente nerviosa.
-Esta tarde ire con unos amigos a beber algo...— suspiro rompiendo finalmente el silencio y lo mire confundida al percibir su tono— quizás podrías acompañarnos, seria interesante conocerte mejor— ofreció con notorio intento de seducción y yo apenas podía creer ese comportamiento tan repentino.
-Cla... claro, me encantaría— titubee sintiendo que el rubor me delataba en esos momentos a causa de su penetrante mirada.
-Bien, te veré en la planta baja a las 4:00— sonrió triunfador y sin decir mas se dio media vuelta para caminar en dirección opuesta alejándose velozmente.
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El corazón me atravesaba el pecho y lo único que podía pensar era en lo detestable de la situación. Lo cierto es que no me agrada nada estar ahí y durante mi estancia en el auto de Zayn, el silencio nos rodeaba con total frialdad. No habia mucho de que hablar y la sensación era incomoda en toda clase de sentidos.
Por suerte llegamos al lugar designado. Un pequeño restaurante clásico, que aparentaba ser bastante familiar. Aquello me habia sorprendido, ya que yo suponía que nos dirigiríamos a algún bar desagradable. Pero no fue asi y por un leve instante agradecí que habría mas personas para romper el incomodo silencio entre Zayn y yo, pero eso fue hasta que supuse que el resto de los invitados quizás serian un grupo de desconocidos, y sostuve el aliento antes de aventurarme a lo inimaginable, hasta que todo pareció detenerse en cuanto el par de ojos verdes me observaron notoriamente sobresaltados.
-¿Qué diablos haces aquí?— hable con suma torpeza una vez que Zayn había tomado distancia para saludar al grupo de chicos a nuestro lado.
-Algunas veces también salgo con mis amigos— inquirió el enrulado con obviedad formando una fastidiosa sonrisa— ¿Tu qué haces aquí?— pregunto de vuelta.
-Vengo con Zayn...— aclare cortante y Harry pareció sorprendido.
-¿Desde cuando se conocen?— interrogo a lo alto, ocasionando que el moreno escuchara la conversación.
-Desde hace algún tiempo— alego el chico despreocupado y yo reprimí una carcajada ya que apenas había transcurrido un día de conocernos.
-Si...— afirme insegura antes de sentarme a la mesa a un lado del moreno.
No demoro demasiado antes de que la conversación presente en la mesa se tornara acerca de mí y mi victorioso descubrimiento del dia anterior. Miles de halagos corrían por la mesa ocasionando que el ambiente fuera mas incomodo que nunca, no me agradaba que todos se centraran en mí. Sin embargo, en esos momentos la verdadera atención, llegaba de Harry. El castaño continuaba observándome de sobremanera y yo luchaba conmigo misma para evitar regresar mis temerosos ojos a él. Suponía lo que pensaba. Probablemente estaría preguntándose acerca de nuestro descontrolado encuentro la noche anterior, pero yo ciertamente continuaba forzándome a borrar eso de mi memoria. No comprendía el comportamiento del maldito enrulado, que era repugnante en todos los sentidos. ¿Qué era lo que el esperaba de mí? Supuse que el torpe chico quería tener un ligero acceso a mí sin preocuparse demasiado en ello. Quizás llegar a la cama algunas veces sin pensar en la posibilidad de algo estable. Pero era claro que yo jamás cedería, y menos ahora que el me había dejado claro que no quería nada conmigo. Y finalmente mientras sus ojos penetraban profundamente en mí, yo me esforzaba por no devolverle la acción con gran odio.