THE SADISTIC MIND

26

2 meses después...

Comenzaba a acostumbrarme a la extraña situación con la que debía lidiar a diario. Me percataba de la forma en que las cosas dejaban de sorprenderme con el pasar de los días y no estaba segura de si eso era una señal positiva o negativa. Sea cual sea la certeza de mis actos, lo único de lo que podía estar segura era que me había comprometido como nunca al deber de solucionar el caso y atrapar al criminal.

Estaba segura que quizás no había sido una buena opción la decisión que había tomado esa mañana. Harry se había negado a acompañarme, ya que el suponía que no era necesario que acudiéramos nuevamente a ese sitio. Sin embargo yo me las había ingeniado para desobedecer y una vez más me encontraba de frente al sujeto del semblante sombrío que me observaba con gran fascinación sin emitir frase alguna. Pero en ese instante me hallaba totalmente sola con él y me había sorprendido de mi misma, al notar que en realidad no había sentido temor ante mi decisión.

-Yo le aseguro que aun ahí varias chicas en peligro...— murmuro Greg con poco interés al tema.
-Eso lo sabemos... pero es imposible proteger a todas las chicas en Cheshire...— Bufe sarcástica y el resoplo con gracia.
-No señorita... en realidad solo deben proteger a las chicas en Halton— remarco con sabiduría, ya que el asesino solo atacaba en ese mismo barrio.
-¿Qué sugiere?—pregunte sin más rodeos y él se mantuvo inexpresivo rondando en alguna situación mental que yo aun desconocía.
-Bien... No hay muchos lugares donde ese hombre podría estar escondido... y menos ahora que han encontrado uno de los lugares en donde el residía...— puso pensativo y yo permanecí con la ansiedad asfixiando mis sentidos— Yo conocí a un sujeto en una ocasión... él era una de las personas más cercanas al asesino... recuerdo que en una vez el hablo sobre una casa al otro lado del lago de Halton... el asesino solía vivir ahí, pero no puedo asegurarle que aun sea asi— explico vagamente, pero aquello me había parecido suficiente información como para perder el control en la exaltación.
-¿Podría decirme con exactitud en donde se encuentra la casa?— cuestione esperanzada, suponiendo que Greg podría recordar la dirección del lugar.
-Solo sé que se encuentra al otro lado del lago, al final de la explanada... debe encontrarla antes de llegar a las colinas... no creo que sea difícil hallarla, ya que la gente no suele construir casas en ese lado del lago... porque es un sitio cubierto en fango— especifico con exactitud y sonreí con una indescriptible sensación de satisfacción por la nueva noticia que yo misma había logrado conseguir.
-Gracias— musite breve, poniéndome velozmente de pie para abandonar la habitación.

Corrí con el pulso cardiaco abatiéndome ostentosamente. Mi sentido de la coherencia perdía el control de sobre manera y mi conciencia había perdido la noción de la situación mientras pensamientos poco ortodoxos cruzaban mi mente.
Casi podía imaginarme atrapando al asesino yo misma. En esos momentos comenzaba a pensar en la posibilidad de actuar por mi misma y encontrarme en un par de horas con John, llevando en manos al asesino, como alguna especie de trofeo. Era claro que mi cabeza no analizaba la situación con certeza y sin darme cuenta me adentraba a uno de los momentos más peligrosos en mi vida.

Suspire ampliamente, abandonando mi auto y una pequeña alarma en mi interior comenzaba a avisarme sobre lo insólito de mis actos, sin embargo la adrenalina en mi cuerpo bloqueaba todo tipo de control de mi parte. Algo muy dentro de mi realmente sentía que por primera vez me encontraba cerca del escondite del asesino y mis impulsos continuaban guiándome sin que nada pudiese impedirme proseguir con mi absurdo plan.

Camine con las manos sumergidas en los bolsillos de mi abrigo y observe los pequeños botes que se encontraban apegados a la orilla del lago. Algunas personas rondaban por los alrededores y divise a varios de ellos que subían a los botes, con el fin de dar un pequeño recorrido turístico por el amplio lago.