cap7

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Las semanas transcurrieron y yo evitaba cruzar palabra alguna con el estúpido enrulado que continuaba presente en cada uno de mis días. Era realmente difícil fingir normalidad cuando lo único que ansiaba era estrangularlo sin piedad.
-Deberías tomar un descanso ____- suspiro Louis estirándose plácidamente en su silla después de haber transcurrido el día entero pegado a ella.
-No lo creo...- me rehusé ya que desde la discusión con Harry, yo intentaba dar el cien por ciento de mis capacidades, para no lucir como la tonta niña ignorante.
-Enserio... insisto- demando curvando una pequeña sonrisa vacilante, destinando una pequeña patada a mi silla, que se encontraba a su lado, con el fin de que esta se apartara de la mesa y de la enorme cantidad de papeles que yo leía con tanta dedicación.
-Gracias- reí leve poniéndome en pie y tomando discretamente uno de los archivos para llevármelo conmigo sin que el tonto chico lo notase.
Leía el caso una y otra vez intentando buscar algo que me indicara alguna forma de atrapar al asesino por simplemente no había nada. Llegue distraídamente hasta la biblioteca del lugar y después de unos minutos me decidí a recorrer los pasillos con curiosidad, sin realmente buscar nada en especifico. Pero mis ojos se toparon con un extenso libro empolvado, con el nombre de "En la mente del criminal". Sentí que aquel libro me llego como un pequeño milagro y lo tome entre mis manos para observar la contraportada.
Camine a zancadas dirigiéndome de vuelta a las mesas que se encontraban al final de los corredores. Me hallaba tan absuelta en la polvosas páginas del libro que no note el momento clave en que me estrelle torpemente con una persona que doblaba el pasillo al mismo tiempo que yo.
-Oh, lo siento- eleve la vista apenada para encontrarme con los malditos ojos verdes.
-No te preocupes- murmuro sereno tomando nuevamente los libros que él había dejado caer al estrellarse conmigo. Carraspeé con incomodidad intentando sobrepasarlo, pero él se movió accidentalmente en la misma dirección y volvimos a encontrarnos de frente, a lo que él sonrió burlón a causa de mi inseguridad.
-Tranquila...-resoplo con tono divertido, pero yo me limite a mirarlo con rencor sintiendo el implacable despecho volver a mí.
-Aléjate- masculle caminando nuevamente entre los corredores para escapar. Sin embargo el castaño fue más veloz y llego a mí en solo segundos.
-Sé que me odias y no te culpo- elevo la voz intentando llamar mi atención y lo mire intolerante- pero en verdad lo siento... eh sido algo rudo contigo- se disculpo vagamente, pero el recuerdo de sus actos no me permitían reaccionar con tranquilidad.
-¿Tu crees?- cuestione, girando para evitarlo, y el continuaba siguiéndome.
-Si... lo siento, pero supongo que eh tenido mis razones- prosiguió con insistencia.
-¿Qué razones podrías tener?- Bufe de mala gana.
-Mi trabajo es estresante y normalmente tengo muy malhumor... pero me agradas y es tonto que continuemos discutiendo de esta forma- persistió volviendo a la seriedad y yo apenas podía creer que él dijera que yo le agradaba.
-Cuando una persona te agrada no le gritas al frente de todo el mundo- recordé el suceso pasado, para detenerme y enfrentarlo visualmente, ocasionando que él riera estruendosamente.
-Eso solo fue porque tú hiciste algo muy estúpido cariño- me culpo de nuevo y fruncí el ceño sin paciencia.
-Tú eres el estúpido...- reclame golpeándolo con el enorme libro en mis manos- debiste avisarme que debía mentirle a todos- reclame entre dientes y el carcajeo.
-No es una mentira _____, es una forma de mantener el control en la ciudad... pero bueno quizás ahora todo se arruine porque tu hablaste de más- desvió la mirada al suelo de forma resignada y simplemente me negué a soportarlo mas.
Estaba realmente harta y no planeaba tolerar ninguna de sus tonterías. Opte por el desinterés, alejándome abruptamente de él, forcé mi mente a relajarse ya que en ese momento lo único en lo que podía pensar era en las inmensas ganas de aniquilarlo. Sin embargo su reacción fue inmediata.
-Ni pienses que podrás ignorarme...- farfullo colocándose una ves mas frente a mí.
-Aléjate de mí-repetí con frialdad. Realmente no estaba para escucharlo y una ves mas intente sobrepasarlo pero él se interpuso al instante, en forma extremadamente retadora.
-Bien, escucha...- suspiro resignado- debemos trabajar juntos y si no queremos enloquecer, debemos intentar llevar la situación con mas madurez...- explico, intentando mantenerse sereno, sin embargo no pude evitar soltar una amarga carcajada por su irónica frase.
-¿Tu que puedes saber sobre madurez?- replique desviando el rostro, negándome rotundamente a mirarlo, ya que eso ocasionaba que mi furia creciera.
-Mas que tu niña...- remarco al instante y sin mas rodeos sujeto mi mentón con una mano para elevar mi rostro y enfrentar mi mirada. Me congele de inmediato, inmovilizándome a causa de sus penetrantes ojos verdes y trague con fuerza sintiéndome repentinamente intimidada- eres grosera, impertinente y mimada- condeno con facilidad y fruncí el ceño decidida a responderle con agresividad. Pero el reacciono antes, plantando un fugaz beso en mi labios que me dejo rematadamente confundida. ¿Qué diablos habia sido eso?
Me mantuve inmóvil y su mano finalmente soltó mi mentón, pero sus ojos permanecían atentos a los mios que se perdían incondicionalmente en él.
Simplemente no podía creerlo, pero toda la furia que habia sentido antes, se esfumo para dejarme atolondrada, obligandome a reaccionar como mi torpe impulso me guiaba.
Sin mas lógica en mi mente, me aventure a reanudar la acción, azotando un corto beso contra sus labios, y en segundos intente tomar nuevamente distancia, pero el castaño reacciono a favor de la situación apegando su rostro nuevamente al mio, en busca de mis labios. Sostuve el aliento y sus manos sujetaron mi cintura firmemente para llevarme contra el extenso librero que se encontraba a mis espaldas. Jadee descontrolada mientras su cuerpo aprisionaba el mio con gran sensualidad y nuestros labios se enfrentaron desbocadamente ocasionando que nuestro beso subiera de nivel en cuestión de segundos. Sujete el cuello de su chaleco con gran ansiedad de tenerlo mas cerca y nuestras respiraciones se entrelazaban agitadas por aquel insólito comportamiento.
Harry mordía mis labios jalando de ellos con suavidad y yo dejaba salir pequeños gemidos mientras sus manos se colaban ágilmente por debajo de mi blusa para rosar mi piel y continuar subiendo por mi torso.
-Detente...-rogué ahogada al sentir su tacto acercarse peligrosamente a mi pecho.
-¿Segura que eso quieres?- cuestiono susurrante descendiendo lentamente hasta mi cuello para otorgar un sinfín de besos húmedos que me estremecían de sobre manera. Intentaba responder pero me era sumamente imposible y sus manos acariciaban mi piel de forma espectacular. Por un segundo pensé en dejarme llevar por el momento. Me hallaba ciertamente cerca de ceder ante él. Pero sus palabras me hicieron volver a la realidad- Puedo llevarte conmigo esta noche cariño- murmuro con suciedad contra mi oído, mordiendo el lóbulo de mi oreja y de inmediato capte su indirecta, lo cual me habia dejado asqueada por la situación.
-No!- casi grite empujándolo por los hombros para apartarlo y el me miro confundido- No entiendo porque estás haciendo esto... pero será mejor que no vuelvas a intentarlo- explaye con gran severidad arrastrando las palabras entre dientes antes de darme la vuelta para alejarme cuanto antes. Corrí atraves de los extensos pasillos hasta la puerta. Continué mi presurosa ruta hasta el estacionamiento y sin espera de mas tiempo subi a mi auto para regresar a mis departamentos. Con el pulso agitado conduje a toda prisa por las heladas calles. Las lagrimas nublaban mis ojos y no comprendía como pudo haberme afectado tanto el reciente suceso con Harry.

THE SADISTIC MINDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora