Cap 21

8 1 0
                                    

Estaba harta de todo y finalmente había cortado mi extraña conversación con el enrulado. Había logrado destensarme con levedad pero aun sentía el ligero temor que no me permitía estar más tiempo ahí, por lo que me decidí a volver con Kevin.

Camine entre la gente, evitando las miradas morbosas que se posaban en mi de sobre manera. Suspire aplazada y agache el rostro para no adentrarme mucho en la situación, en tanto observaba la radio en mis manos. En esos momentos solo podía pensar en cuanto anhelaba escuchar la voz de Harry y me percataba de mi gran torpeza por ello. ¿Qué clase de estúpida era yo? La cuestión navego por mi mente un par de veces pero mi falta de atención no se demoro en dar efecto en cuanto me estrelle con torpeza contra una persona frente a mí.
-Lo siento— titubee elevando la vista atolondrada, pero todo a mi alrededor pareció desmoronarse en un solo segundo, al contactar los obscuros ojos que se paralizaron frente a mí. El corazón se me detuvo y perdí toda fuerza para reaccionar ante el suceso mientras sentía que mi estomago se contraía en terror. Mis ojos observaron con detención aquel rostro tatuado que había causado tanta controversia durante los últimos meses, la piel morena y el ostentoso traje que portaba eran inconfundibles y me ahogue en la inmensa necesidad de despedir un desgarrador grito de alerta. Sin embargo el sujeto reacciono antes de que yo pudiese hacer algo y sin decir palabra alguna dio media vuelta para alejarse a prisa.
Su acción me había dejado atónita, aparentemente el me había reconocido. Todo parecia señalar que el asesino en realidad sabia sobre mí, sabia que yo estaba asociada al grupo de personas que querían atraparlo y eso me dejaba a merced de un gran terror. Se suponía que el no debía tener idea de mi existencia y temí mas que nunca, pero la necesidad de reaccionar fue mayor, en tanto la adrenalina corría como una fuerte descarga por mi cuerpo.
-Harry, Harry... es él!— grite afónica atraves de la radio y de inmediato tome el arma oculta en mi ropa para correr tras del asesino que escapaba entre la gente.
-¿____ que sucedió?— pregunto el castaño alarmado, al otro lado del aparato.
-Se esta escapando... se dirige a la entrada, avísale a Kevin...— grite desesperada antes de recodar que yo tenia la radio del tonto chico y me maldije sintiéndome estúpida.
-Síguelo, no lo pierdas de vista... estaré ahí en un segundo— hablo de nuevo y su voz se escuchaba apenas entendible debido a su desbocada agitación.
Corrí olvidándome de pronto de todo mi temor, sintiendo una gran carga emocional. Si el asesino se escapaba, yo seria la culpable por haber tenido la radio de Kevin y haber impedido que el aviso llegara a él. Por lo que una increíble e inexplicable ira me desboco a hacer lo que jamás creí posible.

-Kevin!— grite aguda, saliendo velozmente por la puerta solo un par de segundos después del hombre que se alejaba atraves de la obscura calle— Es él!— continué apuntando el arma que sujetaba entre mis manos para intentar acertar de forma milagrosa y el estruendoso balazo resonó, permitiéndome apreciar que mi tiro había sido victorioso. La bala atravesó el hombro del sujeto, pero aquello no pareció detenerlo y lo vi entrar a un familiar vehículo color rojo manzana.
-Maldición— grite con furia, pero una repentina mano me tomo con fuerza para llevarme a rastras hasta su auto mientras el resto de los agentes seguían al asesino por las calles.
-Carajo!— gruño Harry encendiendo el motor para avanzar sin control, pisando el acelerador a fondo.
-Harry!— chille, cerrando los ojos con el pánico matándome mientras el conducía como un completo maniaco.
La persecución era todo un caos, las sirenas de las patrullas resonaban a nuestras espaldas y al frente teníamos los vehículos del FBI que continuaban siguiendo el auto rojo.
-Maldito infeliz!— mascullo el castaño a mi lado, dando un inesperado volantazo para adentrarse en una estrecha desviación, diferente a la ruta que todos seguían.
-¿Qué haces?— pregunte confundida.
-La calle se cierra al final de esa via, estoy seguro que el asesino volverá en la siguiente calle... lo encontraremos de regreso— explico poco entendible— Ponte el cinturón de seguridad!— demando sin mas rodeos y acate mientras él se colocaba el suyo, manteniendo la misma velocidad.
Harry maniobraba ágilmente entre calles que yo desconocía y en un segundo volvimos a encontrarnos con el auto rojo que se aproximaba a toda velocidad al dar la vuelta en una calle al frente de nosotros.
-Te tengo imbécil!— escuche la rasposa voz del descontrolado castaño y grite su nombre, cerrando los ojos con fuerza al percatarme de sus intenciones. Nos dirigíamos en dirección el auto rojo que se aproximaba al frente de nosotros y realmente me di por muerta en ese momento antes de sentir la mano de Harry tomar con firmeza la mía. Abrí los ojos para apreciar el suceso y vi al auto rojo intentar esquivarnos en el justo instante en que un inigualable golpe hizo girar nuestro vehículo sin control. No podría describir la sensación que experimente al encontrarnos en tal inestabilidad y la llantas chirreaban con fuerza, ocasionando un espectral sonido que retumbo entre el eco de la madrugada, sin embargo la mano de Harry nunca me soltó y por un segundo perdí la noción de la situación.
Me hallaba en un profundo transe entre el repentino silencio que de pronto nos envolvía. Era una gran calma, a diferencia del súbito momento anterior. Pero una escasa voz repetía una y otra ves mi nombre, hasta el instante en que desperté de la inconciencia.

-_____!— grito de nuevo el castaño exasperado y lo mire abatida por el suceso, sintiéndome en una incomoda posición.
-Ha...Harry, ¿Seguimos vivos?— pregunte con torpeza.
-Si mi amor, ven...— reitero con preocupación y su frase me había tomado por sorpresa. Pero me vi forzada a restarle importancia, debido a que me percataba de que el auto se había volcado totalmente al revés, impidiéndome moverme con facilidad— Por aquí ____— pidió cuidadoso, desabrochando mi cinturón de seguridad para jalar de mi, ayudándome a salir atraves de la puerta del conductor.

THE SADISTIC MINDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora