THE SADISTIC MIND

cap13

 
2 meses después...

-¿No tienes algo mas... obscuro?— pregunto Luis entrecortado con tono divertido y fruncí los labios después de haber cambiado de ropa tantas veces que había perdido la cuenta.
-Solo díganme que es lo que quieren que use...— Bufe con disgusto dejándome caer en la cama mientras el par de castaños revoloteaban en mi armario.
-Cielos! ¿Qué es esto?— alargo Harry con burla tomando uno de mis vestidos— necesitas gafas de sol para apreciar este vestido— rio enseñando la prenda al chico a su lado que inmediatamente carcajeo a causa del color rosado eléctrico de la tela.
-Amo ese vestido...— entone ofendida.
-Te pondrás esto— prosiguió Louis tomando varias prendas diferentes para mesclar un conjunto que en realidad no estaba tan mal...
-¿Iremos a un velorio?— cuestione sarcástica, ya que todo lucia demasiado negro y opaco.
-Claro que no linda... de ser asi, dejaría que uses tu vestido rosa— inquirió Louis nuevamente burlón— iremos al juicio de apelación de Greg Rowland— explico sentándose a la cama.
-¿Apelación?— pregunte casi sin poder creerlo.
-Si, habíamos pensado que si el caso se resuelve, podríamos ayudar a liberar a Greg bajo libertad condicional— suspiro Harry con aparente inseguridad.
-¿Y...?— musite confundida.
-Quizás funcione... todo depende del jurado— reitero el enrulado. Me hallaba contrariada, no estaba segura si esa era una buena idea. Aun cuando en ocasiones podía llegar a sentir lastima por Greg, no sabía si el realmente se arrepentía de sus actos. Después de todo el era un asesino.

Camine con la mirada perdida, avanzando lentamente en el amplio corredor, que nos dirigía al tribunal. Algo del ambiente no me agradaba, pero no podía desistir a ello. Debía enfrentar el hecho. Trague con fuerza, sosteniendo el aliento antes de que Louis abriera la gigantesca puerta que me permitió observar el lugar, donde se encontraban varias filas de asientos con el jurado al frente.
Estar en ese sitio era algo casi irreal, y el ambiente era más burdo de lo que había esperado. Pero el verdadero sentimiento desagradable, se apropio de mi cuerpo en cuanto aquel sujeto, de vestimenta anaranjada apareció al lugar seguido por un intimidante par de policías que lo sujetaban con fuerza. Lo despojaron de las esposas aprensadas a sus muñecas y finalmente fue conducido a un asiento designado, acompañado de su abogado, el cual era atribuido por Harry y Louis.

Opte por desconectarme mentalmente, realmente no quería presenciar el suceso, pero eso había resultado ser imposible para mí, ya que la intriga me consumía viva y sentí una extrema lastima por Greg Rowland, aun mas de lo cotidiano. En especial en los momentos en que lo atacaron con una extensa serie de preguntas, sin embargo el hombre se mantenía tranquilo y no parecía afectado aun cuando suponía que debía estar nervioso, ya que su libertad se encontraba en juego.

Por largo tiempo esperamos el veredicto y sentí una punzada cruzar mi pecho cuando el jurado denegó la liberación del hombre que permaneció inmóvil al escuchar el resultado y fue llevado nuevamente a las celdas después de regresar momentáneamente los ojos en dirección a nosotros, que observábamos la situación con incomodidad.
-Deberíamos hablar con él— murmuro Louis notoriamente conmocionado por todo lo amargo del suceso.
-Si...— susurre ahogada y Harry nuevamente se demostró en contra de ello, aparentemente a él no le agradaba visitar a Greg.

Nos dirigimos al lugar cotidiano, donde solíamos encontrarnos con el hombre y nos demoro algunos minutos hablar con él. Greg lucia despreocupado, levemente decepcionado, pero realmente parecía desinteresado por lo sucedido.
Sin embargo algo me decía que era el simple disfraz con el que se veía obligado a cargar, en un intento por no demostrar fragilidad.
Una vez más el hombre causaba estragos en mi cabeza, en verdad no tenía idea de si el merecía todo lo que le sucedía, o en verdad era un hombre que ahora más que nunca le temía a las consecuencias de sus actos. Cual fuese la verdad, yo no podía evitar sentir un irremediable nudo en el estomago.

-No le temo a la prisión... en realidad no tendría a donde ir si saliera de aquí... ¿se fijo en las personas que vinieron a mi juicio?, detectives, policías, nadie personalmente especial— murmuro amargo y me paralicé por lo burdo de sus palabras— pero en realidad no necesito que las personas sientan lastima por mi— aseguro guiando su vista a mi nostálgico rostro y me mantuve inmóvil intentando lucir natural ante aquel acto, que había sido totalmente inesperado. ¿Acaso yo era demasiado evidente?

Camine atareada por todo el mar de emociones y recorrimos el corredor en silencio dirigiéndonos hasta la entrada del lugar. Descendimos los amplios escalones que dirigían a la calle y mi concentración era vaga. Por lo cual no me percate de un curioso par de ojos verdes que mi miraban con atención. El chico extendió la mano para tomar la mía, entregándome un ligero soporte para ayudarme a bajar los últimos escalones. Pero la acción me llego inesperada y aparte la mano fríamente, negándome a su cercanía, ya que después de nuestro extraño encuentro de descontrol, yo había intentado mantener un estricto margen de distancia, con el fin de no lastimarme más por su presencia.
Harry desvió la vista sin aparente preocupación y continuó siguiendo al otro chico que se alejaba velozmente.