-¿Estás bien?— interrumpió un discreto susurro y eleve la vista para encontrarme con el castaño que entraba a la habitación con sus enormes ojos verdes clavados en mi.
-Si...— me forcé a sonreír, pero él no pareció convencido. Lo mire con gran atención y el tomo mi mano para dirigirme hasta el baño. Me mantuve serena sin cuestionar nada y él me sujeto de la cintura para elevarme, colocándome cuidadosamente en la pileta del lavabo. Mis ojos permanecían inmóviles frente a él, mientras sumergía su mano bajo el chorro de agua y dirigía su húmedo tacto a la zona golpeada de mi rostro.
-Lo arruine todo...— murmure acallada, y su mano rosaba suavemente contra mi mejilla— supongo que en realidad no me subestimaste mal— farfulle, recordando sus palabras de esa misma tarde en el ascensor.
-No— me contradijo de inmediato— yo aun creo que eres asombrosa— recordó firme y baje la mirada con incomodidad por el tema. Apenas podía mantenerme en calma y su cercanía me asfixiaba intensamente— mírame— pidió con una suave voz aterciopelada elevando nuevamente mi rostro entre sus manos— eres asombrosa— repitió curvando una pequeña sonrisa.
-Gracias— sonreí tímida y él resopló dulcemente, ocasionando que su aliento acariciara mi piel, lo cual me hizo notar que se hallaba demasiado cerca de mí. Sus manos descendieron lentamente hasta encontrarse con las mías, las cuales jugueteo con ternura.
-Eres hermosa niña— susurro acabando finalmente con el maldito dilema del momento, para apegar sus labios contra el golpe en mi rostro.
-Gracias— repetí destilando una entre cortada risita y el llevo mis manos hasta su nuca, en espera de que yo acatara— eso me gusta...— suspire entrelazando mis dedos a su cabello al sentir sus labios descender a mi mandíbula.
-¿Qué cosa?— balbuceo sobre mi piel.
-Eso...— alargue casi sin aire apegándome aun mas a él y sus brazos rodeaban mi cuerpo.
-Dime que...—resoplo poco audible adentrando sus besos a mi cuello para entregar pequeñas pero salvajes mordidas que me dejaban sin fuerzas. Gemí su nombre totalmente en éxtasis y sujete mis piernas a su cintura— sigue— rogué a su oído y sus manos no se demoraron para tomar mis piernas y elevarme fácilmente para reanudar su caminata de vuelta a la habitación.
-Esto no esta bien—gruño con la excitación proyectándose en su voz en cuanto ambos caímos a la cama y carcajee por su débil intento de detenerse. Sin embargo sus besos continuaban devorando mi piel sin control alguno.
-¿A quién le importa?— Bufe, mandando al rayo toda mi conciencia y tomando su rostro entre mis manos para mirarlo profundamente— Adoro tus ojos— sonreí, plantando un fogoso beso en sus labios. El hermoso chico castaño rio suavemente entre besos y ambos nos devorábamos sin piedad. Sus manos se deslizaron por mis piernas para deshacerse de mis calcetas de red. Jadee agitada y mi mente permanecía en blanco, en ese momento había olvidado todo el molesto pasado que tenia con Harry para dejarme llevar por lo inevitable.El par de ojos verdes se posaron en mi ajustada blusa que se sujetaba con un largo listón negro al frente de mi cuerpo. Mordí mis labios impaciente y sus manos se ocupaban de soltar el amarre delicadamente mientras yo jadeaba a causa de las mil y un punzadas que atravesaban mi estomago.
Una vez retirada mi blusa, Harry descendió la mirada por mi semidesnudo torso antes de volver a mis labios, entregando inigualables mordidas al mismo tiempo en que yo arrancaba los botones de su camisa con brusquedad. Me deshice de la prenda en un segundo y jale una vez más de él para atraerlo a mis labios ansiosamente.
Harry proseguía despojándome de mi ropa, infiltrando sus manos a mi espalda para desabrochar mi brasier y deshacerse de él mientras yo terminaba de arrancarle los pantalones. Nuestras últimas prendas desaparecieron del acto en cuestión de segundos. Me encontraba totalmente expuesta a él y no sentía remordimiento alguno, podía decirse que el pudor nos había abandonado y yo solo podía pensar en la increíble satisfacción que experimentaba en esos momentos.
Sus labios volvieron a mi cuello y perdí el aliento cuando descendió lentamente entre apasionantes besos hasta mi pecho. Sumergí mis manos en su cabello y cerré los ojos con fuerza, sintiéndome en total éxtasis mientras el volvía a acomodarse entre mis piernas posicionándose en un instante para envestirme sin cautela. Ahogue un fuerte gemido y sus labios volvieron a los míos para morderlos eufóricamente. Sus envestidas eran una completa locura y yo sentía morir con cada roce y cada movimiento que el hacia. Clavaba mis uñas a su espalda y el seguía con sus increíbles estocadas que me llevaban a un ritmo totalmente único. Harry gemía con extrema sensualidad sobre mis labios y yo me hallaba desconectada de todo, a causa de la inigualable sensación.
Solté un ahogado grito y el clímax nos envolvió a ambos de inmediato. Harry se dejo caer sobre mí y sus esquicitos labios rosaban con mi oído delicadamente.
-Eso... eso fue increíble— jadeo acezante. Me limite a intentar recuperar el aliento perdido y acariciaba su ondulado cabello, infiltrando mis dedos a este, dominada por la indescriptible fascinación. Besaba su mejilla plácidamente y sus manos se ocupaban de brindar espectaculares caricias a mi piel.
Comenzaba a perder la estabilidad y mis ojos se cerraban impulsivamente. Estaba exhausta y la liviana respiración de Harry contra mi oído me dejaba atada a una profunda tranquilidad.
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THE SADISTIC MIND
Science FictionSinopsis. Cuando ____ Everson conozca al apuesto agente del FBI, Harry Styles no sentirá atracción alguna. Sin embargo, el tiempo cambiara su pensamiento cuando ambos se vean obligados a pasar cada minuto juntos, en busca del asesino mas mencionado...