My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©

04

Mientras el colectivo se acercaba lentamente a su parada; Taehyung no podía dejar de revisar una y otra vez su teléfono para ver si tenía algún mensaje de Hoseok. Había sido un error dejarle su número, tal vez no volvería a hablarle. Tal vez se había inventado una excusa para marcharse porque él lo estaba aburriendo. Pero, entonces, ¿por qué le había pedido su número? ¿Para no hacerlo sentir mal? ¿Lo habría borrado ni bien salir del café? Aunque cabía la posibilidad de que lo hubiese llamado su jefe para regañarlo por su ausencia en el trabajo.

Taehyung sonrió ante ésta última posibilidad, pegando la frente al frío vidrio de la ventana y deseando con todas sus fuerzas que hubiese sido eso y no otra cosa.

Cuando el colectivo llegó a su parada, el muchacho bajó casi corriendo y no frenó hasta llegar a la puerta de madera blanca. Presionó el timbre con un dedo y no lo soltó hasta que Seokjin la abrió, regalándole una mirada cargada de irritación.

-¿Es posible que sigas intentando fundirme el timbre? -lo regañó, haciéndose a un lado para que pasara. Taehyung vio que su hyung llevaba su delantal rosa puesto. ¿Estaría horneando algo? Si, sin duda olía a algo horneado en el aire-. ¡Con que toques una vez es suficiente!

-Lo siento, es que... -Taehyung se sacudió el cabello y corrió hacia la cocina, en donde vio a Jimin sacando algo del horno-. ¿¡Están cocinando sin mi!?

El pelirrojo le sonrió, encogiéndose de hombros, mientras dejaba la bandeja de galletitas recién horneadas en la mesa. 

¡No se lo podía creer! Últimamente sus amigos aprovechaban su ausencia para hacer cosas en la cocina, ¿¡por qué jamás contaban con él!? Bueno... sí, tal vez había quemado accidentalmente el pastel de cumpleaños de Jimin; pero aún así... No era justo. ¡No iba a quemar las cosas dos veces! 

-¿Qué ibas a decir, TaeTae? -insistió Seokjin, probando una de las galletitas con cuidado de no quemarse.

-¡Ah, sí! No se asusten, pero conocí al chico que conocí en la fiesta y es así como, super cool.

-Si lo viste en la fiesta es que ya lo conocías -respondió Jimin con mal humor.

-¡Pero ahora lo conocí de verdad! Sé que su nombre es Hoseok y que, definitivamente, está bien bueno.

-Espera, espera -el castaño se acercó a él y lo miró bastante sorprendido-. ¿Dices que te encontraste, casualmente, al chico de la fiesta?

-¡Sí!

-Que raro... -miró hacia cualquier parte, perdiéndose en sus pensamientos.

-¡Acabo de decirte que conocí al amor de mi vida y tu sólo dices que es raro! ¡En serio, hyung!

-¿Por qué todos encuentran casualmente a los chicos de la fiesta? -siguió Jimin, quitándose las manoplas-. ¿Ahora es cuando yo voy a la universidad y me encuentro con que mi nuevo profesor suplente es el de pelo menta?

-¿¡Era tan grande como para ser un profesor suplente!? -se escandalizó Seokjin.

-¡Y yo que sé! Cuando lo vea, le preguntaré -el pelirrojo se encogió de hombros, visiblemente irritado.

-¡Hooola! -interrumpió Taehyung, agitando las manos-. ¡Acabo de enamorarme!

-Apenas lo conoces, Taehyungie -su hyung le revolvió el cabello con cariño-. No puedes decir eso si ni siquiera has tenido una cita con él.

-¿No crees en el amor a primera vista?

Seokjin se quedó pensando un rato, y finalmente sonrió tranquilamente.

-Puede gustarte físicamente alguien a simple vista; pero no puedes enamorarte si no le conoces hasta sus defectos. De hecho, tal vez esos mismo defectos hacen que veas a esta persona imperfecta perfecta. Y eso, niños, es amor.