Cuando Jimin le dijo que se mantuviera callado mientras cruzaban el hall de entrada de una enorme mansión a oscuras, él sólo pudo pensar en lo mal que hacía en meterse en la casa de ese niño. Ya conocía a la gente de ese tipo, pues su mismo dongsaeng tenía una propiedad muy parecida, pero éste era un chico que notoriamente jamás había salido de casa y de la contención de sus padres. No era una persona independiente aún, en pocas palabras. Así que... ¿¡qué hacía él ahí!? Se sentía como un adolescente tratando de acostarse con una niña sin que sus padres se dieran cuenta, ¿de verdad tenía que abrir tanto los ojos para mirar el suelo y no llevarse nada por delante? Aunque la idea de que los padres de Jimin le vieran con toda la nariz sangrante le daba menos gracia que tropezar, realmente. ¿Qué pensarían de él? No tenía ninguna gana de lidiar con padres decepcionados, de verdad. Suficiente con los suyos propios.
Subieron las escaleras lentamente, tratando de que ésta no crujiera bajo el peso de sus cuerpos, y justo cuando Jimin encendía la luz del baño del pasillo, una mujer en bata salió a saludarlo.
-¿Jiminnie? ¿Eres tú?
-¡Mamá!
Yoongi sintió como el pelirrojo lo empujaba con fuerza dentro del baño y entrecerraba la puerta. Se mordió el labio inferior para aguantar la risa y miró hacia el suelo.
-Ay nene, me alegra que hayas llegado bien, pero... ¿No venía Tae contigo? -oyó como su madre le besaba sonoramente la mejilla.
-M-mamá... No, lo llevé a su casa.
-¿Y por qué? ¿No quería venir?
-Aish no, mamá, no es eso...
-¿Qué sucede? ¿Por qué te ves tan nervioso? ¿Eso es...? -oyó que la mujer profiría un sonido de asombro-. ¿¡Por qué tienes la campera manchada de sangre!?
-¿¡Ésto!? A-ah... ¡No! ¡No es sangre! -Jimin se oía nervioso.
-¿¡Cómo que no es sangre!? ¡Hijo! ¿Te has lastimado?
-¡Mamá, estoy bien! ¡No es mi sangre!
Yoongi tragó saliva.
-¿Entonces de quién es? -el pelirrojo guardó silencio-. ¿Acaso...? Dios mío, ¿te has metido en una pelea?
-¿¡Qué!? ¡No!
-Park Jimin, como me estés mintiendo...
-¡¡¡Mamá, que no!!! ¿Me dejas usar el baño en paz?
-¿Seguro que estás bien?
-Sí...
Y de repente, Jimin había entrado al baño y se había quedado con la espalda en la puerta, suspirando de alivio.
-¿Ya est...? -Yoongi dejó de hablar cuando Jimin le tapó la boca con la mano.
-No hables -gesticuló, sin hacer ningún ruido.
Yoongi asintió con la cabeza y, lentamente, Jimin retiró la mano de su boca. Le ordenó silenciosamente que tomara asiento en el inodoro y sacó un botiquín de un mueble. Limpió la sangre reseca del rostro del muchacho y luego dejó dos tapones de algodón dentro de sus orificios nazales, obligándole a echar la cabeza hacia abajo.
-Vamos a mi cuarto ahora -dijo, levantándolo-. Y te buscaré algo de comer, tú recuéstate ahí.
-Estoy bien -susurró Yoongi, pero justo cuando éste fue a dar un paso, se tambaleó.
-Perdiste mucha sangre. Apóyate en mí.
Aquello no le gustaba nada, de verdad que nada. Ser el débil de la situación, ¿por qué últimamente siempre terminaba con ese papel? No le gustaba, no le agradaba. Es más: lo odiaba. Y aún así, no pudo menos que apoyarse en Jimin y seguirlo por el pasillo hasta una habitación, donde fue dejado sobre una cama.
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My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©
Fiksi PenggemarGANADORA DE WATTYS 2016 EN SUBCATEGORÍA COMO NOVELA FANFICTION ACLAMADA POR EL PUBLICO Jin no pensaba llevar a los niños a esa fiesta; y lo supo cuando un chico demasiado alto y rubio vino a hablarle descaradamente Jimin no sabía con qué se podí...