My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©

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-¿Cómo te fue? -fue lo primero que preguntó Yoongi cuando Jimin entró en el local.

El pelirrojo suspiró y se quitó el saco amarillo, dejándolo sobre el respaldo de una silla para después desplomarse en ésta.

-Se lo dije.

Yoongi esperó, pero Jimin no parecía dispuesto a continuar hablando.

-¿Y...?

-Y eso -su novio se encogió de hombros-. Me dijo que me fuera, que iba a hablar con Jungkook.

-¿Parecía... dispuesto a pelear?

-Estaba demasiado tranquilo, lo cual... sí. Da un poco de miedo en Taehyung.

Yoongi simplemente asintió con la cabeza, y cuando vió a Jimin agachar la mirada y pucherear suspiró con resignación y dió la vuelta  al mostrador para sentarse frente a su novio y frotarle un hombro.

-Hiciste lo correcto, Sunshine. Eres un gran amigo.

-No lo sé, yo...

-Ya hablamos de ésto -Yoongi cortó, exhausto-. Si Jungkook osó poner tus manos en ti, ¿qué tal si Taehyung algún día decide que no quiere estar con él y se le ocurre hacerle lo mismo? -Jimin lo miró, sus ojos brillantes-. Hiciste lo que un buen amigo haría -se encogió de hombros-. De paso le jodiste la relación, y yo apoyo eso: era casi como si se hubiera salido con la suya.

-Definitivamente se salió con la suya -Jimin aceptó a regañadientes, apoyando una mano en su mejilla-. Sólo espero que Tae esté bien.

-Mejorará, con el tiempo. Ya lo verás.

Jimin asintió pensativamente y luego se lo quedó mirando. Repentinamente, sonreía como un tonto.

-A propósito... te ves genial con ese traje de heladero.

Yoongi hizo una mueca malhumorada y le pellizcó la nariz a su novio, sacándole un par de risitas, antes de levantarse y volver a su lugar... detrás del helado. 

La verdad es que usar una corbata rosa y un gorrito totalmente ridículo en su cabeza era algo odiaba profundamente, pero... Jimin parecía realmente contento de su nuevo trabajo.

Y si Jimin estaba feliz, meh... Yoongi era el novio más jodidamente feliz del mundo.

-Aunque éste lugar se ve un poco vacío -murmuró el pelirrojo, poniéndose en pie y leyendo los gustos de los helados detrás de Yoongi-. ¿A lo mejor debería pedir algo?

-A lo mejor... -Yoongi asintió, miró en todas direcciónes y sacó un helado de bombón de una heladera, pasándoselo a Jimin con la mirada clavada en la puerta de la heladería-. A lo mejor compraste esto.

-¡Esto es robar!

-¿Robar? ¡Mira como estoy vestido! -exclamó, escandalizado-. Y, para colmo, tengo que hacer todo aquí: cobrar, servir. ¡No es sencillo!

-¡Pero si el lugar está vacío! -Jimin se reía.

-Me estás presionando demasiado... -Yoongi pinchó el puente de su nariz con dos dedos, fingiendo el drama.

-Eres un tonto, Min Yoongi.

Éste volvió a encogerse de hombros, rascando su nuca y dedicándole a su novio la sonrisa más angelical y llena de inocencia que tenía.

Entonces Jimin comenzó a comer el helado, y la sonrisa del peliverde se borró lentamente. Prácticamente se puso bizco observando los movimientos de su lengua sobre el chocolate.

-¿Sucede algo? -inquirió el menor, haciendo el tonto.

Nadie hacía el tonto con Min Yoongi.