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Jimin yacía en la cocina, preparando la masa para los mochis, cuando su mirada repentinamente se volvió negra.

-¿Mamá? -inquirió, levantando una mano llena de harina para tocar las manos que le habían cubierto los ojos. Aquellas manos no eran las de su madre. De hecho, conocía perfectamente aquellas frías y escuálidas manos-. ¡Yoongi!

-Sorpresa, Sunshine -murmuró la vocecita grave del muchacho detrás suyo, quitándole las manos del rostro.

Jimin se giró y abrazó con fuerza a Yoongi, que se retrocedió dos pasos por el peso y luego le devolvió el abrazo.

-¡Me llenas de harina! -exclamó sin molestia alguna el verde cuando Jimin se separó de él, comprobando que tenía harina en la ropa.

-¿¡Pero qué haces aquí!?

-Vine a la fiesta.

Jimin enarcó una ceja.

-La fiesta no empieza hasta dentro de unas cuatro horas.

-Supongo que llegué un poco temprano... -Yoongi hizo una graciosa mueca, encogiéndose de hombros y haciendo reír a Jimin-. Ah, por cierto, feliz cumpleaños.

-Ah, sí, pequeño detalle -el menor soltó una risita y se hizo hacia adelante para besar a Yoongi, tratando de no tocarlo demasiado y no ensuciarlo por demás. Cuando se separó, Yoongi lo volvió a abrazar con fuerza, apretándolo contra la mesada, y volviendo a besarlo con pasión.

-Lo siento, ahh, lo siento -se disculpó el peliverde separándose y acomodándose el cabello de una forma tan sexy que a Jimin por poco no se le cae la baba-. Quise traerte tu regalo antes de que los demás vinieran.

-¿Y cuál es mi regalo?

-¿Qué no es obvio? -Yoongi se racó la nuca, confuso-. Yo soy tu regalo. ¿Qué mejor regalo que tener a éste increíble chico de novio?

-¡Eres un encanto, Min Yoongi! -Jimin se rió y le dió un empujoncito. Yoongi sonrió mordiendo su labio inferior y Jimin, ahora sí, tuvo que apartar la mirada porque no sería capaz de controlarse y debía hacerlo, ya que su madre estaba en la casa-. A propósito, ¿entraste por la ventana?

-Aunque te resulte increíble, entré por la puerta. Tu madre me saludó con un "Hola Doctor Min" y luego me mantuvo un rato, hablándome sobre un dolor lumbar que tenía y qué podía hacer al respecto.

-¿Q-qué...? -Jimin parpadeó-. ¿Qué le dijiste?

-Le aconsejé hacer yoga.

-Serás imbécil... -se rió-. Así que, bueno, ¿por qué viniste temprano?

-Te lo dije, para traerte tu regalo -Jimin ladeó la cabeza, sin tragarse el verso. Yoongi abrió mucho los ojos, haciéndose el afectado-. ¿¡Yo no soy suficiente!?

-Eres más que suficiente. Así que si no tienes nada más que decir, ayúdame con los mochis.

-¡Okey, okey! Tu regalo es... -Yoongi entrecerró los ojos, sonriendo.

-¡¡¡Mi madre está aquí!!! -exclamó, entre susurros, el menor; comprendiendo de repente lo que Yoongi quería decir.

-¡Pero es mi forma natural de decir "feliz cumpleaños Jiminnie, te quiero mucho"!

-¡Eres un pervertido!

-Y te encanta, Sunshine.

-Me encanta, pero se supone que eres un respetable doctor que no debería estar aquí hasta dentro de cuatro horas -respondió Jimin entre risitas, incapaz de dejar de sonreír como imbécil.

My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©Where stories live. Discover now