My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©

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Éste capítulo va a ser narrado por Jimin, Namjoon, Yoongi y Seokjin. Espero que no se pierdan!! :S

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No es justo.

Eso es lo que Jimin le había soltado más por inercia que por pretender que realmente volviera. Es que: ¿por qué Taehyung y Seokjin podían conseguir lo que querían, pero él no? ¡No era justo! ¡Jimin también quería el número de su príncipe de pelo verde! 

Sin embargo, para su sorpresa, Yoongi había parado y le había preguntado por yogurt; así que ahí estaba él: en la heladera de los yogurts, pensando en cuál sería el mejor para ofrecerle.

-Éste -tomó el envase de yogurt bebible de banana, y se lo tendió.

Yoongi frunció el entrecejo y tomó otro envase, de una marca más económica.

-Creo que éste es el que usualmente compran -revisó la fecha de vencimiento y lo añadió al carrito, con cara de estar aburriéndose sobremanera-. Ya está.

-¿Y ahora qué necesitas?

-¿Eh? 

Yoongi lo miraba algo sorprendido, como si sólo le hubiera pedido ayuda con el yogurt para quedar bien con el menor. Y, si bien Jimin sabía que eso era así, no iba a desaprovechar nuevamente la oportunidad.

-Que te ayudo con las compras, eso.

-¿Y por qué ibas a hacer eso? -Yoongi comenzó a caminar.

-Bueno, la verdad es que Jin hyung me ha traído hasta aquí para que lo ayudara con las compras; pero supongo que ahora es Namjoon quien hace eso por mi -se rió, cómplice-. Así que tengo que ayudarte a ti.

-Pero yo no necesito ayuda para hacer las compras -Yoongi dudó, y a Jimin se le ensanchó la sonrisa.

-Pues no pareces como alguien que acostumbra hacer las compras, ¿me equivoco?

Yoongi suspiró y terminó por encogerse de hombros, enseñándole la lista al menor que la agarró como si su vida dependiera de ello.

Pues sí, ahora tenía una misión: ayudar a Yoongi y no quedar como un acosador, como Jungkook usualmente le decía que era. ¡Él no era un acosador! Y Jungkook era un imbécil que no había sabido comprender que a él le gustaba en su momento.

-Ramen -leyó Jimin, y enarcó una ceja al ver tantos signos de exclamación al lado-. Mucho ramen.

-Mucho ramen -el peliverde asintió y empujó el changuito hasta donde estaban los fideos. 

Escogieron unos diez paquetes de los normales, pues a Yoongi le iba ahorrar, y algunos de los instantáneos y picantes que venían en envases.  

-Creo que es suficiente para tres personas, ¿no? -dijo el pelirrojo. Yoongi asintió y siguió moviendo el chanquito, hasta donde estaban las hebras-. ¿Tu tomas café?

-Sí, pero el que normalmente bebe mucho café es Hoseok.

-Ah...

Jimin se le quedó mirando la nuca, como si fuera la cosa más hermosa del universo.

Probablemente cualquier persona meramente cuerda diría "ey, acaba de agarrarte del cuello y le has visto esnifar algo; aléjate de esa persona porque es peligrosa"; pero también cualquiera podría decir que cuando al pelirrojo le picaba el bichito del amor... difícil era convencerlo de lo contrario. Es decir, había estado mucho tiempo enamorado de Jungkook cuando él... simplemente lo negaba, una y otra vez. Sin embargo, ésta vez era diferente. Yoongi no era Jungkook. Yoongi era un príncipe, con sus miles de demonios tal vez, pero un ser noble al fin y al cabo. O, al menos, así es como Jimin lo veía. ¿Y lo más raro? Quería conocerlo. Poco le importaba si éste extraño era una persona jodida, porque él de alguna forma también tenía miedos y un humor de perros constantemente; o sea... todos tenemos demonios. Pero lo raro era que Jimin quería conocer todos aquellos demonios que se escondían detrás de esa faceta de chico rudo y esos ojos fríos como el hielo.