My Sweet Prince [Namjin// Yoonmin// Vhope]©

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-¿Qué le pasa a Hoseok? -inquirió Jimin sosteniendo su vaso de plástico de frapuccino, ladeando la cabeza para ver a su novio.

Yoongi tenía su segundo vaso de café negro en una mano, mientras con la otra sostenía su barbilla. Tenía la mirada totalmente perdida hacía como cinco minutos en la pared y para dar muestras de respuesta a Jimin abrió muchos los ojos sin dejar de mirar aquel lugar. Su pierna rebotaba insensantemente contra el piso, a una rapidez que a Jimin le sorprendía.

-¿Estás bien? -inquirió el menor, frunciendo el entrecejo.

-Sí, sí -Yoongi cruzó las piernas y le miró, por fin, dedicándole una sonrisa apretada para desreocuparlo-. Un poco cansado, nada más.

-¿Por qué? ¿Qué hiciste esta mañana?

-Nada, sólo... ya sabes.

-¿Qué?

-Nada.

-Hay que hacer algo para estar cansado, ¿no? -Jimin rió.

-Supongo.

-¿Entonces qué hiciste?

-Sólo déjalo, ¿sí?

-¿Por qué es tan difícil decirme qué hiciste?

-¡Porque no importa una mierda qué hice! -soltó Yoongi, captando un par de miradas de la gente que estaba en la cafetería. Vió que Jimin se encogía un poco y cerró los ojos con cansancio-. No, yo... Lo siento, lo cierto es que estuve buscando un empleo.

-¿Un...? ¿O sea, tú...? -Jimin dudó, y cuando Yoongi abrió los ojos vió que estaba extrañamente sonrojado-. ¿Qué tipo de trabajo? ¿Hablas de... Kan?

-Hablo de un empleo real -le sonrió, notando al instante que el sonrojo de su novio se debía a su enfado.

Jimin abrió mucho los ojos.

-¿Eso quiere decir que...?

-Lo he dejado -Yoongi levantó ambas manos, mostrando las palmas-. He salido.

-¿¡Es en serio!?

-Es totalmente en serio.

-¿¡Así nada más!? -Yoongi asintió lentamente-. ¡¡¡Dios mío!!! ¡Eso es fantástico! ¡Yoongi es...! ¡Es la mejor noticia del año, del mes, de toda mi vida!

Yoongi sonrió y su pierna volvió a moverse sola.

No era así nada más, en realidad. Pero no tenía por qué contarle de sus inconvenientes a su novio; porque pese a que sabía que él escucharía e incluso lo entendería... no podía. Simplemente quería dejar de preocupar a Jimin.

Por una maldita vez en su vida, quería ser él quien se preocupara del menor.

-Hagamos algo divertido hoy.

-Ya hicimos algo divertido ayer.

Yoongi parpadeó, confuso, hasta que Jimin sonrió de modo que sus ojos se cerraron y entonces él también se rió.

-Tú eres un pequeño pervertido, Park Jimin.

-Lo siento, hyung. ¿Qué cosa divertida se te ocurre?

-Digo, ¿por qué no podemos acostarnos todos los días? ¿Hay algún problema con eso?

-¡Baja la voz! -Jimin miró en todas direcciónes, preocupado y risueño.

Yoongi se rió y sacudió la cabeza. Lo cierto era que podría follarse a Jimin todo el día todos los días, ese niño era la peor de sus drogas. De todas sus adicciónes, la más dulce.