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— Ángela —
Me desperté a eso de las ocho de la mañana, no entendía porque no podía seguir durmiendo si aún tenía sueño, miré a mi lado y vi a Lucas dormir como bebé, no quise despertarlo así que cuidadosamente después de ir al baño salí de la habitación.
Me asomé en la habitación de Daniel y no estaba, así que deduje que se había levantado temprano. Fui a la de Max y estaba un poco nerviosa de abrir la puerta, no quería encontrarme con algo perturbador tan temprano.
Tomé valor y abrí la puerta, pero no vi a Valentina ni a Max. Suspire y con mi cabello hecho un nido y vostezando bajé a la cocina a pasos de tortuga.
— Hey, buenos días. — Dijo Daniel asombrado al verme.
— Buenos días ¿Qué haces despierto tan temprano? ¿Te dio por madrugar? — Di otro vostezo y me senté a su lado en el sofá.
— An, tenemos que hablar. — Hablo serio, estaba inquieto y ansioso.
— ¿Que pasa, Daniel? — Pregunte preocupada, ahora con el rostro floreando intranquilidad.
— Es sobre. — Carraspeo un poco, las manos le sudaban. — Yo...
— Buenos dias gente madrugadora. — La voz de Lucas se hizo presente desde las escaleras.
— ¿Que es toda esa alegria? — Sonrei al verle y se acerco a darme un beso en los labios seguido de un abrazo.
— Es que estoy feliz de verte, de estar contigo, de tenerte como mi novia, es todo. — Esbozo sonriente.
— Hueles bien. — Confese sonriente y le sacudi el cabello mojado, se habia duchado.
— Daniel ¿Que ibas a decirme? — Me gire para mirarlo nuevamente y me sorprendio la seriedad que sostenia en su rostro.
El observaba a Lucas como si quisiera asesinarlo.
— Te cuento luego. — Me miro rapidamente y volvio a mirar a Lucas, se levanto del sofa y desaparecio de nuestra vista.
— Que humor, se levanto con el pie izquierdo. — Se burlo Lucas y ambos reimos.
— Esta extraño, el no suele ser asi, parece como si hubiera visto algo que le molesto. — Hable en voz alta.
Lucas se quedo pensativo unos segundos y su rostro se torno serio.
— ¿Qué quieres desayunar? — Pregunté mirándolo mientras me levantaba para ir a la cocina.
— ¿Uh? — Me miro desconcertado.
— ¿Esta bien? Te fuiste unos segundos. — Me acerque para quedar entre sus piernas, lo abrace y comence a a acariciar su cabello humedo.
— No, todo esta bien. — Supiro inquieto y luego sonrio, pero aun lo notaba distraido.
— Bien... — Conteste no muy segura. — Ahora, dime qué quieres desayunar antes de que me arrepienta.
— ¿Qué te parece pan tostado y nutella? — Me rodeo con sus brazos aferrandome mas a el.
— Se me hizo agua la boca, no se diga más. — Marque un beso en sus labios, me aleje y fui a sacar varios panes para tostar con el fin de que estuvieran listos para todos.
— ¡No olvides el café! — Gritó desde el sofá y luego escuché el sonido de la Tv encenderse.
Puse los ojos en blanco riendo.
...
Ya tenía el desayuno hecho y servido en la mesa, en el transcurso en que preparaba la comida todos fueron despertando y llegando a la cocina como si vinieran hipnotizados por el aroma a pan tostado, sólo faltaban Max y Valentina, de cuya existencia aún no sabía nada.
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Cuando Menos Te Lo Esperas.© (Primer libro).
Romantik(COMPLETO) Ángela nunca se ha enamorado de nadie más después de los doce años, jamás se ha entregado a alguién, tiene aventuras, amoríos, le gusta pasar buenos ratos, tiene crushes, amores platónicos, pero ella tiene un lema: "Enamorarse es de débi...