Capítulo 17 - Incomodidades.

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Ángela

Me desperté a eso de las ocho de la mañana, no entendía porque no podía seguir durmiendo si aún tenía sueño, miré a mi lado y vi a Lucas dormir como bebé, no quise despertarlo así que cuidadosamente después de ir al baño salí de la habitación.

Me asomé en la habitación de Daniel y no estaba, así que deduje que se había levantado temprano. Fui a la de Max y estaba un poco nerviosa de abrir la puerta, no quería encontrarme con algo perturbador tan temprano.

Tomé valor y abrí la puerta, pero no vi a Valentina ni a Max. Suspire y con mi cabello hecho un nido y vostezando bajé a la cocina a pasos de tortuga. 

— Hey, buenos días. — Dijo Daniel asombrado al verme. 

— Buenos días ¿Qué haces despierto tan temprano? ¿Te dio por madrugar? — Di otro vostezo y me senté a su lado en el sofá. 

— An, tenemos que hablar. — Hablo serio, estaba inquieto y ansioso. 

— ¿Que pasa, Daniel? — Pregunte preocupada, ahora con el rostro floreando intranquilidad. 

— Es sobre. — Carraspeo un poco, las manos le sudaban. — Yo...

— Buenos dias gente madrugadora. —  La voz de Lucas se hizo presente desde las escaleras. 

— ¿Que es toda esa alegria? — Sonrei al verle y se acerco a darme un beso en los labios seguido de un abrazo.

— Es que estoy feliz de verte, de estar contigo, de tenerte como mi novia, es todo. — Esbozo sonriente.

— Hueles bien. — Confese sonriente y le sacudi el cabello mojado, se habia duchado.

— Daniel ¿Que ibas a decirme? — Me gire para mirarlo nuevamente y me sorprendio la seriedad que sostenia en su rostro.

El observaba a Lucas como si quisiera asesinarlo.

— Te cuento luego. — Me miro rapidamente y volvio a mirar a Lucas, se levanto del sofa y desaparecio de nuestra vista.

— Que humor, se levanto con el pie izquierdo. — Se burlo Lucas y ambos reimos.

— Esta extraño, el no suele ser asi, parece como si hubiera visto algo que le molesto. — Hable en voz alta.

Lucas se quedo pensativo unos segundos y su rostro se torno serio. 

—  ¿Qué quieres desayunar? — Pregunté mirándolo mientras me levantaba para ir a la cocina.

— ¿Uh? — Me miro desconcertado. 

— ¿Esta bien? Te fuiste unos segundos. — Me acerque para quedar entre sus piernas, lo abrace y comence a a acariciar su cabello humedo. 

— No, todo esta bien. —  Supiro inquieto y luego sonrio, pero aun lo notaba distraido. 

— Bien... —  Conteste no muy segura. —  Ahora, dime qué quieres desayunar antes de que me arrepienta. 

— ¿Qué te parece pan tostado y nutella? — Me rodeo con sus brazos aferrandome mas a el. 

— Se me hizo agua la boca, no se diga más. — Marque un beso en sus labios, me aleje y fui a sacar varios panes para tostar con el fin de que estuvieran listos para todos.

— ¡No olvides el café! — Gritó desde el sofá y luego escuché el sonido de la Tv encenderse.  

Puse los ojos en blanco riendo. 

...

Ya tenía el desayuno hecho y servido en la mesa, en el transcurso en que preparaba la comida todos fueron despertando y llegando a la cocina como si vinieran hipnotizados por el aroma a pan tostado, sólo faltaban Max y Valentina, de cuya existencia aún no sabía nada.

Cuando Menos Te Lo Esperas.© (Primer libro).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora