Cuando Menos Te Lo Esperas.© (Primer libro).

Capítulo 24 - Tarde de películas y sustos.

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— Sebastián —

Un poco aturdido saqué el dinero de mi billetera y se lo entregue, pitufo gruñon lo recibió, me entregó las cosas, se subió a su auto y se fue, dejándome atónito y no pude evitar reirme, que chico...

Cerré la puerta y me devolví a la sala dónde me esperaban los demás.

— Llegó la comida. — Esboce en tono cantado.

— ¿Y el helado? — Preguntó Valentina levantándose del sofá.

— Está aquí. — Alcé la bolsa para mostrarle.

— ¡Dame! — Se acercó y lo arrebató de mis manos.

— Valentina, primero la pizza. — Regañó Ángela.

Valentina le hizo puchero, pero Ángela siguió firme.

— Está bien. — Contestó rindiéndose poniendo los ojos en blanco y guardó el helado en el congelador.

— ¿Pagaste todo tu sólo? — Preguntó Daniel.

— Sí. — Contesté tranquilo.

— No tenías que hacerlo — Drake sonó apenado.

— Por mi está bien. — Max me arrebató la pizza de las manos y la abrió para comenzar a comer.

— Son hermanos, pero son tan diferentes. — Comentó Daniel y dicho comentario nos hizo reír a todos.

Todos nos sentamos en los muebles y en el piso a comernos la pizza.

...

— ¿Y ahora qué hacemos? — Preguntó Max luego de acabarse el último bocado que quedaba.

— Miremos otra pelicula, pero esta vez de terror. — Saltó Ángela de inmediato. — A menos que no quieran porque son unos asustadisos.

— Por mi está bien. — Afirmó Lucas pasando uno de sus brazos por el hombro de mi hermana.

— Por mi igual. — Apoyó Valentina y luego miró hacia la cocina.

Todos nos miramos y asentimos.

— Bien, busquen en netflix mientras yo voy por el helado. — Se levantó sonriente yendo a la cocina.

A esa chica sí que le gusta el helado de chocolate.

Después de unos minutos buscando que película ver y de regañar a Valentina para que no se comiera todo el helado ella sola, por fin encontramos una que ver.

— Bien, entonces ¿El Aro? — Preguntó Ángela mirándonos a todos.

Todos asintieron nuevamente y Ángela puso a reproducir la película.

Nos acomodamos y prestamos atención. Durante toda la película nos estuvimos pasando el pote de helado como si fuera el juego de la papa caliente y sin mentir, se acabó en menos de una hora.

Al terminar le pedí el favor a Daniel que fuera a botar el embace del healdo a la cocina, tenía pensando jugarle una pequeña broma, cuando fue a la cocina todos nos ocultamos, Daniel estaba regresando y se encontró con la sala sola por completo y como cualquiera hubiese hecho empezó a llamarnos, nadie salió, por supuesto, pensamos que comenzaría a buscarnos por toda la casa, pero no, simplemente se sentó en el sofá a mirar su celular.

Ahg, holgazan.

Yo estaba dentro del closet de las toallas junto con Ángela, Lucas estaba detras de una planta cerca de la puerta corrediza, Max y Valentina estaban del lado de la alberca.

Daniel fue a la cocina nuevamente y no se dio cuenta de que Drake lo estaba siguiendo, él se ocultó detrás del mesón cuando Daniel se dio la vuelta para devolverse después de beber agua, se sentó nuevamente en el sofá, Drake desde la cocina hizo que se cayera un vaso de metal al suelo, el sonido retumbo por todo el primero piso, Drake se ocultó con rapidez, Daniel se sobresaltó y se acercó lentamente al lugar a ver qué pasaba, yo le quité la señal al televisor y el volumen, Ángela se colocó todo el cabello hacia adelante y se paró frente al televisor. Daniel recogió el vaso y aún con la respiración agitada se dispuso a servirce un cuenco de Coca-Cola, tomó su celular con la mano que le quedaba libre y empezó a revisarlo, cuando sintió que algo lo veía levanto la mirada y se encontró con Ángela, pero él no noto que era ella al instante, así que saltó al mismo tiempo que retrocedió, por el sobresalto el refresco le cayó encima, luego él se tropezó con la esquina del sofá y fue a tener al suelo, en ese momento todos salimos, encendimos todas las luces y nos comenzamos a burlar de él, ninguno podía aguantar las risas, estabamos por reventar, no sé como no me hice pipí encima.

— Son todos unos idiotas. — Resoplo airado.

Se levantó del suelo aleteando su camisa mojada, recogió su celular y el vaso, con el ceño fruncido fue a la cocina dejó donde había tomado y nos miró.

— Fue su culpa que botara la bebida, les toca limpiarlo, me iré a dar una ducha. — Nos mando rabioso y subió las escaleras.

— Uy, que carácter. — Comentó Max divertido.

Todos reímos al tiempo.

— Ya se le pasara. — Aseguré.

Valentina tomó un toallin del mesón y lo pasó por el suelo para limpiar la Coca-Cola que se había derramado.

Después de chismear un rato más todos nos fuimos a nuestras habitaciones, ya había sido una noche muy larga.

...

— Lucas —

Me costó mucho abrir los ojos ya que el resplandor del sol entraba a la habitación, se nos había olvidado cerrar las cortinas por la noche, cuando pude ver con claridad giré la cabeza un poco al lado izquierdo de la cama para ver a Ángela, pero me encontré con la gran sorpresa de que no estaba a mi lado, restregue mis ojos varias veces, me quité las sábanas con las que estaba arropado y después de un buen estirón me levanté, fui al baño, luego salí de la habitación y me dirige a la cocina para ver si Ángela estaba allí, pero para mí sorpresa no estaba, muchas cosas que procesar esta mañana.

Revisé cada rincón de la casa y nada que la encontraba, hasta que por último entre a la sala de cine y ¡Genial! Allí estaba, dormida en el sofá junto a su hermano.

— ¡Buenos Días, hermanitos! — Grité. 

Ambos se exaltaron hasta el punto de que cayeron al suelo por el susto.

— ¡Ahg, mi cabeza! — Ángela se quejó sosteniendo su cabeza, al parecer se había dado un golpe con la esquina de una de las sillas acolchadas.

—Para la próxima intenta no se... Levantarnos con más delicadeza. — Protestó Sebastián levantándose del suelo y ayudando a Ángela a hacerlo.

Luego ella se acercó a mí y me dio un cálido beso en los labios, no puedo negarlo, sentí que algo se revolvió en mi estómago cuando lo hizo, me sentí raro.

Omiti mis sentimientos, y me encamine a la cocina dispuesto a preparar el desayuno.