N/A: Infinitas gracias por leer... especialmente a verispu, laura41319, cucuri (ff), por sus comentarios.
Espero les guste..
Ningun personaje es mio
.
Un día agotador pero fructífero, por fin obtuve la custodia de mi pequeña Alexis, a cambio claro de una suma económica mensual para mi ex esposa. Dinero, siempre el maldito dinero, debo tener tatuado en el rostro un gran signo de dólar. Qué más da, ahora podía seguir adelante, sin la eterna preocupación de que Meredith intentara chantajearme con llevarse lejos a mi hija.Salí del juzgado con una animada sonrisa, enseguida me subí en mi coche favorito, tenía que recoger a Alexis de su clase de solfeo, la llevaría por una deliciosa hamburguesa con extra queso seguida por una ronda de helados, será un excelente día.
Alexis ya me esperaba fuera del edificio donde toma sus clases, se despidió de algunos de sus compañeros y corrió al auto, arrojo sus cosas en el asiento trasero y se acomodó en el sitio del copiloto.
-como estuvo calabaza-, salude.
-la clase estuvo bien, solo que estaba algo neurótica por el asunto de la custodia-, dijo abrochándose el cinturón.
-oye, te dije que no había nada de qué preocuparse, que lo resolvería-, le sonreí.
-¿Cuánto?... ¿cuánto te costó? -, pregunto tímida.
Suspire rebulléndome en el asiento para aflojarme el cinturón, así que era eso, Alexis se sentía como una mercancía. Justo era lo que quería evitar, la maldita carga emocional, el daño ya estaba hecho, no puedo protegerla de sus propios sentimientos supongo.
-Alexis, solo quiero que seas feliz, que estés segura y tranquila, porque te amo y nada ni nadie va a cambiar eso, lo entiendes-, dije abrazándola.
-lo entiendo-, dijo dedicándome media sonrisa.
-ahora hay que festejar, con hamburguesas y helados-, propuse.
Después de comer la lleve por un cono doble de su sabor favorito de helado, lo dicho una tarde elementalmente perfecta, hasta que llegamos a ese endemoniado cruce y una desconocida se atravesó sin precaución.
-PAPÁ...CUIDADO-, chillo Alexis enterrándose tensa en el asiento.
Enajenado pise tan súbitamente el freno que las llantas derraparon chirriantes sobre el pavimento, pese a mis esfuerzos no pude evitar golpear a la distraída chica. El auto se detuvo. Resople soltando el nervioso terror que me sucumbió, buscando tranquilizarme respire un par de veces y entonces me percate de la fuerte atracción de mis manos sobre el volante. Voltee para comprobar a Alexis, parecía estar bien, algo asustada prensaba el tablero con ambas manos.
-¿estás bien? -, rompí mirándola.
-mmmhhju-, asintió gutural... -pero creo que ella no-, exhalo apuntando la calle con la barbilla.
Abriendo la puerta me apee, la chica tendida sobre su lado izquierdo aparentaba estar inconsciente. Saque el móvil para pedir una ambulancia mientras ojeaba en rededor de la solitaria calle. Ni un alma. Me quede al lado de la joven sin moverla, eso es lo que todos dicen que debes hacer, su conciencia estaba tan vacía como la calle. Alexis abrió su puerta para bajar a curiosear.
-Calabaza, quédate en el coche-, ordene sin que me pasara desapercibida su molestia.
-de acuerdo-, se limitó a decir.
Le tomo poco tiempo llegar a la ambulancia, los paramédicos descendieron experimentadamente prácticos, la costumbre a veces nos forma y otras nos vicia, contaminándonos, cegándonos con la inhumana cotidianeidad. Los socorristas no preguntaron ni su nombre ni el mío, cobijándose bajo la túnica del profesionalismo y la premura. Me ofrecí a seguirles, no confiaba del todo en esos insensibles hombres. Recogí la caja que la joven cargaba, la sacudí ligeramente extrañado por su menudees.
ESTÁS LEYENDO
La Publicista
FanfictionEs un AU completamente, Kate Beckett es una publicista a la que acaban de despedir cuando se topa con un desconocido.