Capítulo 7

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N/A: Lo sé, lo sé, están pensando pero está loca piensa atiborrarnos a capítulos, y la respuesta es: "Mi Padre", sí, mi padre, que se ha empeñado en que aprenda a conducir, y por todos los dioses a lo largo de la historia, cuando llego a casa estoy que goteo adrenalina, simplemente no puedo dormir, así que, si, mi malévolo plan es atiborrarles, hasta que él desista o que por misericordia divina mis glándulas suprarrenales dejen de, antinaturalmente, segregar cafeína.

Por otro lado gracias por sus comentarios que me resultan parafraseando a guiguita "UNA AUNTENTICA MARAVILLA", y que nada, que me alegra que les guste, que la que tiene que agradecerles ser "TAN BUENOS LECTORES" soy yo , y que a mi comentarista anónimo le debo la idea de escribir, más adelante, un bonus desde la perspectiva de Lanie.

Infinitas gracias por leer... especialmente a guiguita, comentarista anonimo, cucuri, por sus comentarios...(ff)

Espero les guste...

Ningun personaje es mio...



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***RICK***

"Luces Hermosa", de todas las frases del universo, de todas las palabras y sus posibles combinaciones, había elegido la más ordinaria posible. Ella estaba tan hermosa, maldita sea, y eso es lo único que conseguí articular. La seguí, primero con la mirada, la vi descender aceptando la mano de Peter, para después acercarme despacio, deslizándome asía su encuentro. Cuando la rodee por la cintura sentí un disimulado brinco, sostuvo el aliento irguiendo el pecho hasta que se encontró conmigo. Por un segundo casi pude sentir la palma de su mano o el puño violentando mi mejilla. Había demasiados reporteros, cámaras, luces y sabía que se encontraba aturdida, eso me animo a tomarla de la mano y arrastrarle a la entrada.

- No puedo creer que este en "La Fiesta" -, exclamo sorprendida. - Toda la gente importante de New York está aquí-,

- no es para tanto me invitan cada año, solo somos gente común, con una regla lo que pasa en "La Fiesta" se queda en "La Fiesta", es como un pedacito anual de las vegas-, asevere.

- Aun pienso que no está mal-, soltó escudriñando el salón con la mirada.

- ¿quieres, algo de beber? -, invite. -O tal vez te gustaría bailar- dije con timidez.

Diablos, mala idea, me vio como si le acabara de proponerle robar un banco. Sí que es una chica difícil. Me intrigaba, cada palabra que decía parecía ofenderla, me confundía no sabía bien que debía hacer o decir. Es que, tan solo es que me gusta tanto tenerle cerca. Me recuerda a la tranquilidad de una tarde lluviosa en la que te sientas a contar las gotas que se resbalan por la ventana mientras te bebes una taza humeante de café que se debate entre su naturaleza amarga y el dulce del azúcar, sin llegar nunca a un acuerdo, así que siempre habrá algo amargo en el fondo de la taza aunque tú nunca lo notaras.

- ya se lo dije, Señor, vine a trabajar-, espeto. - Eso me recuerda cual es la misión que me encomienda-

-bueno quiero que te distraigas, que te diviertas

-Así que no me necesita-, arqueo las cejas. -Me obligo a venir y no me necesita-, bufo cerrando los puños.

-no quería venir solo y ya que trabajas conmigo...

-me hizo usar este ridículo disfraz, porque soy su empleada

-no, no me refería a eso, mira solo quiero que...

-solo quiere burlarse de mí, de mi trabajo, escuche puede que sí, que solo sea su empleada pero eso no le da derecho a jugar conmigo, "señor", así que búsqueme cuando quiera irse-, siseo

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