La Publicista

Capítulo 22

N/A: Infinitas gracias por leer y especialmente por sus comentarios.

Ja, sus comentarios me derriten tengo que admitir. No sé cómo logran siempre que mi gélido corazón gotee. Para su fortuna espero terminar esta incongruencia con un capítulo más a lo mucho dos. Ya he abusado suficiente de su paciencia. No siempre se necesita meter continuamente la pata para estar siendo cobarde. Claro, que Rick tiene miedo, lo engañaron; trata de protegerse de alguna manera; para él su hija es lo único real que le queda. Los dos están perdidos, inseguros, faltos de confianza. Él le reclama a ella, pero él ¿confía? Se atraen y corren uno tras del otro incoherentes, sin sentido. ¿Por qué?, no lo sé, quizás de verdad necesitan una pastilla anti bipolaridad (pero vamos donde quedaría mi diversión). Así que si buscan trascender primero deben demostrar que son dignos del corazón del otro, ¿Cómo? Ja, he ahí la incógnita; ¿Cómo?, si los continuos reveces que ambos se dan, los frustran ¿y cómo se desahogan? gritando, pataleando, inmaduros, buscando la certeza de pertenencia con los formalismos y papeletas que si bien no significan nada, para este par lo es todo; es, como diría el rey león… ¡un ciclo sin fin!, Ja; por eso estamos a la mitad de esta incongruencia… ¿no?

Francamente no busco sorprenderles con una truculenta idea; así que no esperen demasiado del final; creo que ya se han hecho una idea de lo que pasara. Naturalmente alguien tendrá que morir, Ja, es broma ... o ... ¿no lo es?

Espero les guste….

Ningún personaje es mío…

.
***KATE***

–honestamente creo que lo mejor es casarnos. –insistía la abogada.

–No–, rugí.

No puedo permitirlo; ahora es un "sacrificio" pero quien sabe que mañas tendrá esa tipa. Él seguía sin hablar. No enunciaba ninguna postura. Era una locura siquiera estar considerando el compromiso.

–bien entonces tienes alguna grandiosa idea–, incordiaba Lucy. –tu que dices Rick–, miro a mi cliente.

–no lo sé–, resoplo.

No lo sabe hace menos de una hora acaba de decirme que me ama y no lo sabe. Por supuesto que no; esa sería una mejor respuesta. Además cual es el juego de la abogada; tanta insistencia en el tema no es normal. Kate, maldita sea tú fuiste la que armo todo este lio; como puedes estar buscando culpables ahora. Sí, pero él también debería de mantenerse firme; dijo que me ama. Con un demonio debí haber estudiado "bioquímica" u otra cosa.

–Que, no puedo creer que realmente lo estés considerando–, rompí incrédula.

–Bueno sea lo que sea tendremos que afrontarlo tan pronto como lleguemos a la primera entrevista–, recordó Lucy

No podía callarse por un segundo. Por todos los cielos parecía estar oyendo el tic tac de un maldito reloj. Esa maldita abogada era odiosa; pero tenía razón. La prensa de seguro ya estaría haciendo fila tratando de obtener una exclusiva.

–cancelemos, los compromisos y volvamos a New York–, sugerí. Cualquier cosa. Necesitaba algo de tiempo. Le convencería. No podía ser tan malo.

–Huir, claro eso siempre resuelve todo–, se mofo la abogada.

–quieres callarte, porque mejor no le pides a Peter que te lleve por el vestido de novia, con eso estarás contenta, ¿verdad? –

–Basta–, espeto Rick pasándose la mano por la frente. –Lucy no tiene por qué soportar nada de esto–, la defendió. –Lucy, verdaderamente crees que lo mejor sería seguir con esto.