N/A: Infinitas gracias por leer y especialmente por sus comentarios.
Ok. he vuelto con la sincera intención de que ese cuchillo desaparezca; Guiguita(ff) como esperas que no me emocione si hasta hace poco me odiabas. así que supongo que me guardare mi "malefico apetito".
Espero les guste…
Ningún personaje es mío…
.
***KATE***Lo admiraba totalmente insomne mientras el reposaba infantil. No tardaría en despertar. Su rostro brillaba por la suave caricia de la luz que se filtraba timorata por la ventana. Demasiados trastornos me había inducido aquel tranquilo hombre. Singulares explosiones que se trenzaban perturbadoras. Sentía aun el camino de sus manos libertando mi piel. Las deliciosas bocanadas de su boca pervirtiéndome. Sanguinario quebranto mi dominio sin ningún signo de arrepentimiento. Ahora parecía tan calmo. La apacible gracia que lo recubría resultaba insultantemente hipócrita con la manera en la que me hizo mendigar su nombre. Implorando piedad. Rogándole. Demandándole. Solo para terminar rendida ante él. La tentación de tocarlo era exacta al temor que irradiaba la idea.
–hola–, sonrió desbaratándome en delgados jirones.
–Debería irme, Peter no tardara en venir a buscarnos–, sugerí cohibida cubriéndome con la sabana.
–Deberías quedarte y que Peter toque hasta que se canse y se vaya–, dijo rodando para apoyar el cuerpo sobre el codo.
–la agenda… –me interrumpía con otro de sus tantísimos besos. – Tenemos compromisos ineludibles–, murmure cabizbaja algo avergonzada por sus ojos.
–Por suerte mi publicista puede arreglarlo–, bromeó. –Quédate– suplico con la serenidad en sus pupilas, asediándome me abrazaba dejando una estela de sutiles besos por mi cuello.
Estruendoso. Su voz era un diluvio que me desbordaba redimiendo las excusas. Sometiéndome a una risible contienda interna de la que él se sabía vencedor. No queda nada de mí que no le pertenezca. Pendía felizmente de un precipicio. Sentí temor de obedecer su mandato; debía negarme con tanta firmeza como la que fuera capaz de fingir.
–por favor–, le empuje con la misma debilidad de mi voz. – me esforcé para conseguir las entrevistas–, apelé sin lograr que él se detuviera. –Rick–, susurre rendida cerrando los ojos.
–Bien–, dijo enfriándome. – No queremos arruinar el trabajo de mi mandona publicista–, sonrió.
No se cómo logre salir de él. Mi habitación se sentía tan ordinaria. Él no estaba aquí rescatándome de la oscuridad. El olorcillo a orquídeas me reprochaba su recuerdo. Suspire, era inútil combatir contra esta hecatombe de emociones. Él se me revelaba calcinándome. Persuadiéndome a ser parte de su boca. Me di un baño antes de bajar a desayunar. La sensibilidad de los rincones que él había desvirtuado me carcomía. Insolente evoque sus manos cubriendo mi deseo. Maldita sea en que perversidad me he convertido. No se cómo logre bajar al restaurar sin pedirle que me devolviera la conciencia bajo la ducha.
–Hola Pitt–, salude decorosa al chofer que bebía un sorbo de café.
–Buenos días, señorita–, contesto el hombre sirviéndome una taza de café. – ¿Paso una buena noche?–, pregunto haciendo que me atragantara.
–Si–, tosí mitigando la sensación de ahogo.
Mis ojos vagaban codiciosos esperando que apareciera. Quería que me obligara a conservar la compostura. Que me acariciara las febriles mejillas. Que me besara imprudente. Pero no llego. Una triste decepción se apoderaba de mí. Era risible aunque no viniera a desayunar aun lo vería. Estaría conmigo en el auto. En los camerinos. En las sesiones fotográficas. Pero no es suficiente; ya nada lo es; ese imbécil me hizo adicta al tono de su voz, al toque de sus manos, a la sonrisilla burlona, al azul de sus ojos. Unas manos me cegaban. "Rick" grito cada parte de mi cuerpo.

ESTÁS LEYENDO
La Publicista
FanficEs un AU completamente, Kate Beckett es una publicista a la que acaban de despedir cuando se topa con un desconocido.