Capítulo II: Sangre en sus manos

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Todos los chicos se quedaron en un profundo silencio, viendo horrorizados aquel escenario. Bryan y Diego bajan del auto, temblando y sudando como nunca.

-¿¡Que hicieron!? —Grito Bryan al grupo de amigo que parece no saber que acaba de pasar, todos entran en un terrible pánico.

-¡Hay que llamar a la policía! ¡Ahora! —Dijo Luis con el teléfono en la mano, temblando con los ojos llenos de lágrimas. De pronto Daniel le quita el teléfono arrojándolo lejos.

-No, no podemos llamar a la policía ¿estás loco? —Le replicó Daniel dándole un pequeño empujón.

-¡¿Qué?! ¿Porque? ¡Vanessa está muerta, nuestra amiga está muerta! ¡Ella está muerta! —Luis comenzó a llorar.

-Yo no la invite aquí —Dijo David volteando los ojos—. –Quizás no es nada, y esta allí acostada para solo asustarnos.

-¡Chicos! Calmémonos, pasen a Vanessa a la casa quizás no tiene nada es solo un desmayo, vamos Bryan y Diego tráiganla, apaga todo David —Katherine trato de solventar la situación.

-Buscare mi teléfono, gracias Daniel —Exclamó Luis sosteniendo una pequeña linterna, sudando y temblando de miedo, la vida nunca había sido fácil para él vivía solo con su padre, su madre murió cuando era pequeño y no sabe mucho de ella, su vida parecía ser buena hasta ahora pero después de lo sucedido no sabía que pasaría.

Los chicos ponen el cuerpo de la chica en el sofá. Todos formaron un círculo con ella en el centro. Estaban estremecidos por lo que acababa de pasar pensaban que irían todos a la cárcel por el resto de sus vidas, le dicen a Katherine las más inteligentes y también la más inocente de todos ellos que revisara el cuerpo. Katherine se acerca y toma su pulso nunca había tocado un cuerpo tan frio en su vida, ni cuando fue al campamento de enfermería al tocarla no sintió su pulso lo único que pudo hacer fue ver a sus amigos con cara de terror, todos supieron que ella estaba muerta.

Se quedaron con un nudo en la garganta que harían sus sueños terminaron allí, todo se había ido.

-¡YO NO IRE A LA CARCEL POR ESO NO! —Gritó Kevin con miedo en su voz.

En ese momento Adriana comienza a llorar, los presentes con un horrible sentimiento y miedo interminable.

-Ok tengo una idea —Dijo Sarah tratando de calmar a Adriana.

-¿Cual? Que llevemos el cuerpo y enterrarlo sería muy estúpido y no podemos —Interrumpió Sharoll gritándoles, todos empezaban a perder el control de la situación.

-Quizás si, a decir verdad es la única opción, ninguno quiere pasar el resto de nuestras vidas en la cárcel o ¿eso quieren? destruir todas sus vidas por una tonta que se aventó a la calle sin ver que venía un carro —Propuso Daniel.

-¿Que propones? —Preguntó Luis.

-Nadie sabe que ella está aquí, se pudo haber ido temprano solo tenemos que todos tener la misma versión —Explicó Marian.

-Es cierto... pero... el cuerpo... ¿qué haremos con ella? —Preguntó Bryan.

-Solo tenemos que borrar nuestras huellas de su cuerpo y deja el cuerpo por allí en algún lugar. —Siguió Marian.

-Pero... ¿dónde? ¿Cómo? Esto es una completa locura, me largo me voy de aquí, vámonos Daniel, nuestros padres nos mataran... ¿Marian que crees que somos? ¿Asesinos en serie? Somos adolecentes, no sabemos nada y ese es nuestro problema, dejemos que los adultos arreglen esto. Aparte los únicos culpables son ellos. —Gritó Stanley señalando a Diego y Bryan.

Un Juego Llamado VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora