Capitulo X: Desaparecida

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Caroline

Sonó el teléfono fuertemente sacándola de su ligero sueño, Caroline despertó agitada con su respiración acelerada. Tenía miedo de contestar, podía ser la muerte de uno de los chicos <<No de nuevo por favor –Pensó. De todas maneras tengo que ser fuerte>> tomo el teléfono en sus manos, lo sintió un poco más pesado. Toco el botón y lo coloco en su oído rápidamente.

-Hola...

-Buenos días Caroline... –Dijo una mujer desde el otro lado. –Soy la madre de Daniel...

-No... –Coloco sus manos en su boca precipitándose a la noticia.

-No, no es nada malo, bueno si... Un poco, Daniel esta en el hospital está sufriendo de una ceguera.

-¿Qué? ¿Cómo?

-Puedes venir, te contaremos aquí.

-Voy saliendo. –Colgó

Caroline se vistió inmediatamente, con un jean y una camisa rosa de tela de seda. Tomo un jugo de naranja que estaba en su nevera. Bebió y se coloco su chaqueta de cuero. Abrió la puerta y miro una gran sombra que se encontraba a afuera. Vio a Damián y dejo escapar un grito.

-Lo siento, lo siento –Exclamo el chico.

-Me asustaste... ¿Que hacías allí? –Le pregunto mientras cerraba la puerta detrás de ella.

-Iba a tocar tu puerta, ten... –Muestra una bolsa de papel que sostenía en sus manos. –te traje un desayuno. –Caroline lo tomo por amabilidad. -¿Y A dónde vas? –Agrego.

-Tengo que ir al hospital rápido, Daniel esta allí. –Camino mientras Damián la seguía.

-¿Enserio? ¿Qué le paso?

-No lo sé, no lo sé, ¿puedes llevarme?, no creo que pueda manejar con este ataque de nervios –Dijo y era cierto, no se sentía nada bien. De hecho le comenzaba a doler un poco la cabeza.

-Claro y así comes en el auto –Le sonrió Damián.

-Gracias de verdad.

-Oye... -Le levanto un cabello rizado que caía en su rostro. –Esto no es nada comparado a todo lo que haría por ti.

Caroline entro al auto, una camioneta blanca. Mientras estuvo allí desayuno unos Sándwiches y un café. Su dolor de cabeza fue mejorando, Damián la toma por su mano derecha.

-Todo estará bien –Le aseguro y beso su mano.

-Quédate en mi vida, ¿está bien? –Le pregunto Caroline con sus ojos llenos de lágrimas. No sabía porque dijo eso, pero ya había perdido a tantos que no iba a desperdiciar la oportunidad de decirle a los pocos que le quedaban lo que realmente sentía por ellos.

-No llores, todo estará bien y si no es así hare que todo parezca estar bien por ti –La abrazo un instante mientras aun conducía, fue unos de esos pocos abrazos en el que Caroline se sentía segura y protegida, sus miedos desaparecían. Llegaron al hospital, el mismo donde estuvo Sarah, tenia tanto tiempo que no iba allí. Bajaron del auto y entraron. Preguntaron a la recepcionista por Daniel Idler, ella los envió al piso dos habitación 3-B, subieron casi corriendo, cuando llegaron la madre se encontraba afuera.

-¿Qué sucedió? –Fue lo primero que le vino a la mente cuando miro a la mujer en ese estado.

-El... –Respondió sollozando. –Está ciego.

-¿Cómo ocurrió eso?

-No tengo idea... Ayer, ayer llego muy bien, me dijo que sentía alguna molestia en los ojos pero no le dimos importancia. Cuando despertó comenzó a gritar y sus ojos estaban sangrando, lo trajimos lo más pronto posible y han pasado toda la mañana haciéndole exámenes.

Un Juego Llamado VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora