Detective Clark
Llego al hospital en la primera hora del día, caminando por los pasillos apresurados, con el aroma de productos limpieza en todos lados, ya era la tercera semana en la que Samantha seguía inconsciente, el doctor había dicho que tenía esperanzas sí, pero no cuando volvería a abrir los ojos. Clark sentía algo de culpa por no poder protegerla como debió, aunque le advirtió ella no lo quiso escuchar y últimamente nadie lo quería escuchar. Desde la exterminación de los Idlers lo expulsaron del caso, ya no tenía nada que ver con ellos, ni con lo que sucedía. Clark sentía que había cometido ya demasiados errores, cuidar de Samantha ayudaba a enmendar algunos de ellos, también le consiguió un entrenador a la chica Peyton y pensaba ayudar a Bryan con lo que quisiera, aunque tenía una semana sin verlo.
-Buenos días. –Saludo a la recepcionista. –Notifico que ingresare a la habitación 322.
-Pero no es hora de visitas –Negó la recepcionista con un tono amargado.
-Lo sé, lo sé. Pero solo me gustaría pasar 10 minutos.
-¿10 minutos? –Pregunto ella mirándolo con desconfianza, era una anciana de aproximadamente 40 y con la amargura reflejada en su rostro.
-Sí, lo prometo.
-¿Cuál es su relación con la paciente?
-Eh, ninguna, trabajamos juntos.
-¿Está consciente de que las visitas son solamente permitidas para los familiares o personas que tengan un relación cercana?
-Nosotros... tenemos un noviazgo –Mintió apresuradamente. La mujer mastico vagamente una goma de mascar y comenzó a tipiar en la computadora.
-¿Cuál es su nombre?
-Leonardo... Leonardo Clark –Dijo, comenzó a dar sus datos personales y después de un momento le dio la llave de la habitación, advirtiéndoles que solo eran 10 minutos. Clark pensó que serian menos, la verdad nada más quería asesorarse de su estado. El había venido antes, pero en hora de visita que regularmente eran las 12:00 del mediodía a 2:00 de la tarde. Fue a la habitación, antes tuvo que esperar afuera a que la mujer de mantenimiento secara el piso, estando allí mirando el piso brilloso y limpio comenzó a cuestionar <<Que hubiese pasado si yo estuviese en el lugar de Samantha –Pensó. Si en aquella cena, fuese sido yo quien llegara ¿Los hubiese salvado? O simplemente me fuese quedado frio e inútil como en la masacre roja>>
-Señor, señor... -La mujer interrumpió sus pensamientos.
-¿Si?
-El piso ya está seco, puede pasar.
-Gracias. –Contesto entrando, en la habitación había lo que veía todo el tiempo, un cuerpo en una camilla con un respirado pegado a su boca, y con otros aparatos médicos que ni siquiera conocía. Se sentó a su lado, Samantha era una mujer atractiva, nariz pequeña, cabello rubio y ondulado y mejillas rojizas, pero en ese momento Samantha estaba tan pálida como él.
-Espero que despiertes pronto. –Dijo. –Sé que cuando te recompongas te ofrecerán el caso a ti, a alguien que si pueda protegerlos. Todos te están esperando allí, a que vuelvas a tomar tú trabajo... a que vuelvas a ser la misma de antes, solo que... demonios ya han pasado 3 semanas y tú aún... aún. –Un gran nudo se formo en su garganta. Clark no era de llorar, casi nunca lo hacía, solamente cuando sentía que sus hombros ya no podían con el peso, justo como se sentía ahora. –Te pido que me perdones –Dijo sollozando. –Te pido que cuando te recuperes puedas ser fuerte de nuevo, tengo que admitir que si me desagradabas, pero, verte en esta cama, en este estado... Hace que me sienta como la peor basura de este planeta. Y la familia, ellos contaban conmigo, no sabes cuantas veces desde que eso sucedió eh querido simplemente meterme un tiro en el cráneo. Pero no lo hago por algo ¿Sabes? No lo hago por ti. –Tomo su mano. –No descansaré hasta verte bien de nuevo. Porque sé que la única persona que puede ayudar a los chicos que quedan eres tú... Yo solo los eh dejado morir uno por uno. –Comenzó a llorar hasta que su pecho se sentía desahogado, recordó todo. A rojas el detective que lo acompaño en la masacre roja y murió en sus brazos, a todos esos que murieron en su cargo, a su familia que lo abandono por miedo. Sentía que su sangre estaba en sus manos, sentía que si hubiese estado completamente capacitado para ayudarlos lo fuese hecho, pero solo era un cobarde que jugaba a ser el héroe. Esto lo seguiría por el resto de su vida.
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Un Juego Llamado Venganza
Mystery / Thriller¿Piensas que estas a salvo? Amargamente es solo una ilusión. Una confortable mentira dicha para protegerte. Disfruta estos últimos momentos de paz. Porque he vuelto... Para tener mi Venganza. Entonces... ¿Comenzamos ya?