Un Juego Llamado Venganza

Capítulo III: El Inicio Del Juego.

Después de 2 años, la desaparición de una estudiante en una fiesta local en Caracas no parece ser relevante, por un año los policías locales investigaron y buscaron en todas partes pero nadie sabe por dónde puede estar, o si está viva o muerta, o si se fue a otro lugar lejos de allí. Sus padres la buscaron por todos lados, hasta pagaron a un detective para ver si podría tener un rastro de su pobre ángel pero no encontró nada. A veces, pensaban como alguien puede desaparecer tan rápido, como un fantasma, lo peor de todo es que era su hija su única hija ¿Qué pasaría si ella no volviese? 2 años sin saber nada, sin que nadie hiciera nada. "El mundo es un lugar injusto" aquellos padres se decían así mismos todos deben buscar justicia por su propia mano.

Sharoll

-¿Porque lo Hiciste? ¡Yo era tu Amiga! ¡Porque lo Hiciste!

Se levanta Sharoll con la misma pesadilla de siempre, la horrible pesadilla donde ve que su amiga Vanessa. Le pregunta que porque no hizo nada para salvarla ¿Porque dejo que todos se burlaran de ella? Sharoll lloraba todas las mañana queriendo devolver el tiempo y haber hecho algo por esa chica. se arrepentía, «Esto me merezco y me merezco aun mucho mas por dejarla sola, por saber que confiaba en mi y no hacer nada respecto a lo que le hicieron» ella pensó. Se miraba al espejo odiándose a sí misma, odiando todo. Sabiendo que aun venia lo peor, dar la cara al mundo como si nada de eso fuese sucedido, como si nunca fuera pasado. Esa escena, escena que se repite en su cabeza una y otra vez -Quiero morir -Se decía y se preguntaba si era la única que tenia pesadillas sobre eso, no sabía mucho de sus amigos Diego se interno en una escuela militar, Daniel se fue del colegio al igual que Bryan, Luis, Caroline, Marian, Sarah y David, de los otros supo que Kevin salió y no volvió a estudiar más, Adriana se fue del país y dejando solo a Stanley y Katherine seguían en la misma escuela pero no eran los amigos de antes, solo eran conocidos que si acaso se veían a la cara. Se sentía sola, sentía que su vida había muerto junto con la de su amiga.

-¡SORPRESA! -Gritaron sus padres abriendo la puerta rápidamente con globos y silbatos, Sharoll dio un pequeño salto.

-Oh me asustaron ¿Que hacen aquí? ¿Qué pasa? -Respondió apresuradamente peinándose el cabello lizo y negro.

-¿Cielo lo olvidaste? ¡Hoy es tu graduación! -Dijo su madre con un tono de felicidad en su voz.

-Oh Claro que no -Contesto Sharoll dando una pequeña mueca aunque en realidad lo había olvidado, quería parecer interesada para que sus padres no sospecharan nada, saber sobre su graduación la hacía sentir más triste por todos sus amigos. Se preguntaba que fuera pasado si esa fiesta nunca fuera ocurrido, seguirían con sus felices vidas como cualquier adolecente de hecho extrañaba aquella ultima mañana tediosa y larga.

-Ya me arreglare, Gracias los quiero. -Se forzó a contestar.

-Nosotros a ti cariño, te esperamos abajo.

En el carro veía por su ventana un poco ida, aunque todos en su alrededor estaba felices por ella, a ella parecía no importarle pensó «Una persona se puede sentir sola aun con muchas personas alrededor que la quieren ¿Puede ser así? » Se cuestiono por unos segundos, quizás si le decía a sus padres no serian tan malo el infierno que estaba viviendo. Se percató que el auto ya se encontraba en su colegio, al salir lo primero que vio fue a Luis sentado en un banco cerca de un árbol viendo hacia ningún lugar. Sintió una gran alegría aunque también mucha vergüenza. Se acerco sin pensarlo.

-Hola...

Luis alza su vista hacia ella, se levanta y le da un gran abrazo. Luis olia a vino y a alcohol pero a ella no le molesto en lo absoluto

-No sabes cuánto te extrañe -le dijo el chico.

-Yo más créeme.

-¿Y como estas? Felicitaciones estoy muy orgulloso.