Capitulo XXV: Sin salida.

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Katherine

Katherine estaba sentada esperando. Tenía un vestido azul oscuro y el cabello recogido en cola. Estaba repasando su plan. Había pasado la última semana caminando por toda la cabaña y ocultando muy bien su llave, su única oportunidad para salir de allí. Sabía ya cundo salir, cuando los chicos tenían descanso. Desde la última vez que Bryan hizo que la golpearan y la desnudaran al frente de todos, sabía que estaba sola <<Ni Damián, ni Sebastián me pueden proteger ahora -Pensó. Solo yo me puedo proteger ahora>> Últimamente estaba mucho más sola que antes, Bryan solo venia en la tarde traer alguna que otra cosa. Y solo habían dos personas por ahora cuidando de ella. Su plan era que cuando Peter descansara dejando a Brenda sola, se iría. El problema era Sebastián, que se la pasaba merodeando en todos lados, como un fantasma. Sebastián se veía peor cada día, más cansado y más viejo, era un sirviente y esclavo de Bryan. Tenía tanto que no veía a Damián, ni a Lauren. Sentía alivio de que ella no estuviese torturándola con su presencia. Escucho un auto llegar. Su corazón comenzó a latir rápido <<Puedo ser valiente, no demuestres miedo. Bryan no es nadie>> se dijo. La puerta se abrió y miro a Bryan sonriendo.

-Mi príncipe –Se levanto sonriendo.

-Mi princesa –Respondió Bryan sonriéndole – ¿Cómo has estado? –Agregó

-Bien, no me puedo quejar, mi querido príncipe.

-Te tengo excelentes noticias –Manifestó Bryan.

-¿Cual?

-Pues, me quedare, definitivamente aquí contigo. –Le dijo. Y allí estaba la horrible noticia, no quería hacerlo molestar así que actuó como si nada ocurriera dentro de su cabeza.

-Oh, Increíble noticia mi príncipe. –Contesto cordialmente

-Si excelente, pero hay algo aun mejor de ello. –Dijo caminando y examinando la habitación. Katherine no se atrevió a preguntar -¿No quiere saber? Pues estaremos más tiempo juntos... -Katherine en el fondo sabía a que se refería. -Y ya es momento que seamos rey y reina ¿No crees? Y que tengamos nuestros príncipes y princesas.

Katherine no respondió, compartir cama con Bryan antes le fuera parecido bien, pero ahora no estaba segura de hacerlo con ese monstruo. Y mucho menos un hijo.

-¿Estás de Acuerdo? –Le preguntó –Aunque en realidad no me interesa, si no quieres le puedo decir a Sebastián que te sujeten mientras te lo hago –Bryan le sonrió, con aquella sonrisa sínica que hizo cuando Lauren la golpeo. –Hoy nos casaremos, en la noche así que saldré a buscar algunas cosas, Mientras mi futura esposa se prepara para nuestra noche.

-¿Hoy?

-Si –Asintió él. –Hoy dormiremos juntos.

-Puedo preguntar mi príncipe ¿Por qué tan apresurado con dicha boda?

-Problemas.

-Oh. –Asintió <<Lo descubrieron, si se quedara aquí es solo por eso, dios que lo atrapen antes de esta noche>> -Esta bien mi príncipe. –Bryan se acerco a ella y acerco sus labios contra los suyos. Sus labios sabían a mental con algo de fresa. Siguió el beso. Asustada.

Bryan se marcho pero antes le entrego una caja, allí estaba otro vestido, color gris con acabados negros y mangas largas. Su boda, había soñado con ella, incluso hasta que fuese con Bryan, pero las cosas habían cambiado tanto desde ese entonces, ya no era una niña estúpida llena de ilusiones. Katherine se quedo en la habitación sola de nuevo, caminado de un lado a otro, seguía muy asustada, no quería que su primer hombre fuera Bryan, tenía que adelantar todo su plan, tenía que hacerlo ahora. La puerta sonó y Katherine se sentó rápido tratando de evitar que la viese preocupada. Era Sebastián, con ropa vieja y mal cuidado.

Un Juego Llamado VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora