PASIÓN TEKILA 13

3K 176 36
                                    


Capítulo 13

Victoriano ya estaba acostado en su recámara, preguntándose si Inés ya había llegado, no podía dormir, quería ir a buscar a su habitación, verla.

Al día siguiente Inés recibe una llamada.

I: Hola...
No se escuchaba nada.
¿Quién habla?.

L: ¿Tan rápido te olvidaste de mi Inesita?

I: ¿Lo... Loreto?

L: Si mi amor.

I: ¿Quién te dio mi número, qué quieres?

L: Eso no importa, quiero que vengas a verme, a nuestro antiguo nidito de amor.

I: Y ¿yo por qué haría tal cosa?, ¡estas loco!.

L: Por que si no vienes voy a ir a buscar a nuestro hijo y le voy a decir que yo soy su padre, que tú le haz mentido todos estos años.

I: No lo harías.

L: ¿Quieres apostar Inesita?
Así que te espero en estos días, no tardes mi amor. Cuelga.

I: Hay no, ¿por qué Dios mío, por qué?...
si crees que me vas a estar chantajeando estás muy equivocado.
Contestandole en sus adentros.

APARTAMENTO DE OSVALDO.

Osvaldo estaba trabajando un poco enviado unos correos cuando de pronto tocan la puerta, él se preguntaba quien podría ser. Se levanta del escritorio y va hacía la puerta. Abre.

O: ¡Leonela! hermana querida, ¿qué haces aquí?. Feliz y sorprendido.

L: Pues vine de viaje por asuntos de trabajo y no dude en venir a verte, te eh extrañado mucho...
¿Y cómo estás, qué hay de nuevo?

O: Pues... MUCHO.

L: ¿Porqué lo dices?. Curiosa.

O: Estoy enamorado hermana. Suspira.

L: ¿Y eso?. Muy sorprendida.
¿quién es? ¿cómo se llama?

O: No la conoces pero se llama Inés, Inés Huerta, es hermosa... me tiene hipnotizado. Especialmente ayer.
Ella es tan bella, tan alegre, tan sincera, tan particular.

L: No pues si te tiene hipnotizado, hablas de ella como si la amarás realmente... ¿acaso ya olvidaste a María, tu esposa?.

O: Ex esposa, y la verdad no me une ningún sentimiento con ella.

L: Es que... a como solías decirme ella tenia tus besos, tus caricias, ella era la dueña de tus pensamientos, de tus lágrimas, de tus ojos... ella era dueña de tu propia vida. Confundida.

O: Pero ya no es, todo cambió. Serio.

L: ¿Y Inés sabe lo que sientes por ella?

O: No sé, aún no se lo eh dicho, no hemos tenido tiempo de hablar...
ella me da una paz...
tan sólo verla me hace feliz.

Mientras tanto Inés estaba preocupada por lo que le había dicho Loreto, pensado en el pasado y en ese pasado estaba Victoriano...

I: Hay Victoriano tu me hacías tan feliz, con tus flores, tus serenatas, tus poemas, tus palabras.... con todos tus detalles, me sentía la mujer mas suertuda del mundo, porque tu estabas a mí lado, no había algo que yo hubiera querido cambiar de mi vida... pues era perfecta, porque creía que todo era perfecto siempre que estuvieras tú de mi mano. Pensando en voz alta. Pero tuvo que intervenir Loreto en mi vida, arruinar todo. Acordarse de ese infeliz la ponía mal.

I: Que coraje, en exceso para ser mas específica.
Arrepentirse de lo hecho, es un miserable, pero no descarto la idea de que si pudiera retroceder el tiempo cambiaría muchas cosas, haría muchas cosas y sobre todo, hubiera aprovechado más los minutos en los que estaba a lado de Victoriano. Talvez, a si, las cosas serían diferentes, tal vez las circunstancias apuntaran a mi favor y este presente fuera maravilloso, no estuviera pensando en ti como una tonta que en cada momento te sueña y que nunca podrá ser realidad.
Es triste lo que hoy siento. Dolor, amor y decepción.

En este momento solo quisiera observarte dormir e imaginarme que en tus sueños estoy yo.

/Suena el celular de Inés/

I: Bueno...

O: Buenas noches Inés, disculpa que te llame a esta hora lo que pasa es que te quería invitar a cenar el día de mañana..

Victoriano bajo a ver si estaba Inés en la cocina, al no encontrarla fue hacía su habitación. No tocó y abrió la puerta, Inés estaba sentada en la cama hablando por celular con Osvaldo.

V: ¿Con quién hablas a estas horas?. Sus celos no lo dejaron contenerse.

I: Disculpame Osvaldo, te marcó en un momento.

V: Ya veo

I: ¿Qué haces aquí, no te enseñaron a tocar antes de entrar?

V: Disculpa, no pensé que estuvieras ocupada con tu novio, Adiós. Se va.

Minutos después Victoriano toma su celular y le manda un mensaje a Inés.

Empiezan a textear.

Sí. Aquí estoy otra vez con uno de mis textos después de haber discutido. Sé que me he pasado, que tengo mal genio, y que mis palabras no han sido las más adecuadas.
He utilizado a una de las mejores personas que he conocido para hacerte sentir lo que siento cada día yo mismo.

I: Es cierto que estimó a Osvaldo, que le cuento prácticamente todo lo que me pasa, tanto lo bueno como lo malo... lo veo como un buen amigo, me inspira confianza...
Pero no es cierto que él sepa cosas que tú no, o que le prefiera a él antes que a ti.
Hay veces que tengo dudas sobre si de verdad hago bien quedándome contigo, sobre si realmente esto es lo que quiero; y la respuesta me llega tan pronto estoy sin ti: sí, es lo que deseo.

V: Aunque me consuman los celos día sí día también, aunque nos matemos a discusiones y tengamos tantos otros problemas.
Prefiero pelearme contigo a diario que una relación idílica con cualquier otra persona. Prefiero que me grites a besar a otro. Y sé que esto pasará muy a menudo si seguimos juntos, pero no quiero dejar de intentarlo.
Esto es lo único que puedo ofrecerte, y es decisión tuya si quieres tomarlo o no. Te pido perdón por mi mal genio, por mi mal humor. Prometo tratar de no enfadarme cuando te vea con Él y darte más libertad. Prometo no exigirte atención todo el rato los siete días de la semana. Prometo intentar controlarme y no ser tan pasional con mis cabreos. Porque te quiero y quiero intentar cambiar esto de veras, porque no me gusta el color que está tomando todo. No puedo obligarte a aceptar esto que te digo, porque has pasado por mucho estos meses y el desgaste se ve a las mil leguas. Igual que yo. Entiéndeme, sólo pido eso.

I: Me gustaría encajar mejor en tu mundo, en el de tus amigos. Me gustaría que me hicieras encajar. Que encajaras en el mío. Que me dejaras entrar en tu cabeza, en tu círculo. Querría que las cosas fueran diferentes, pero son como son, y he de amoldarme a ellas, a ti.
Prometo intentarlo, cambiar por ti, ser mejor persona y si no funciona por algo Ah de ser.

V: No puedo obligarte a aceptar, tu eres dueña de tu vida y sabes que hacer, que es lo mejor.
Te pido perdón. Te amo.

PASIÓN TEKILA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora