La tarde ya casi terminaba, empezaba a llover, estaba punto de anochecer y Inés aún no llegaba, Victoriano no dejaba de ver el reloj, esta preocupado, desesperado por que no llegaba Inés así que decidió ir a buscarla, empezó a llover más fuerte.
Victoriano primero va a el establo a ver si ya estaba el caballo que Inés se había llevado, pero no estaba, en ese momento Inés entra al establo toda empapada de agua, Victoriano estaba ocultándose atrás de la puerta, Inés mete el caballo y al ver que no había nadie se quita la blusa que traía para poder exprimirla y se secara más rápido, era una blusa de botónes de tela muy delgada, Inés se quedó en puro sostén, traía uno negro de encaje muy sexy.
Inés empieza a exprimir su blusa, en eso se escucha un ruido y ella se asusta.
I: Quién anda ahí!?- se cubre el pecho con la blusa.
Cierran la puerta.
La lluvia se convirtió en tormenta y Inés estaba atrapada en el establo hasta que parará la tormenta, ella no sabía que tenía compañía... Victoriano.
I: Quién anda ahí?- nuevamente
Inés camino hacia la puerta pero no había nadie, derrepente alguien toma a Inés por detrás de la espalda y le tapa la boca, Inés estaba muy asustada, era Victoriano.
Inés suelta la blusa con la que se cubría el pecho.
V: No sabes lo sexy que te ves así, mojada..- le besa el cuello mientras le tapaba la boca.
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Inés le da un codazo para que la suelte.
V: Auu! Pero que fiera eres!
I: ¿¡Qué te pasa, acaso me quieres matar de un susto!?
V: Perdóname morenita.. - se acerca a ella.
I: Ni te me acerques Victoriano, y menos estando yo así.
Victoriano también estaba muy mojado así que empezó a desvestirse delante de Inés.
I: Qué haces?
V: Me estoy quitando la ropa para que se me seque más rápido por que por lo que veo la tormenta será muy larga y no me quiero resfriar.
Victoria no se quitó el saco y la camisa, él volteaba a ver a Inés con mucho deseo.
Inés fue a buscar algo seco para taparse, tenía frío, en un cajón estaba una cobija, Inés la toma y se cubre con ella.
Victoriano checa a ver si había otra y si había otra pero él la esconde y le dice a Inés que no había.
V: Mi Morenita creo que vas a tener que compartirme de esa cobija por que ya busqué y no hay otra.
