Capítulo 35.
I: Después de que nos despedimos yo di la vuelta y me fui camino a mi casa, no tardó mucho cuando me di cuenta que alguien me vigilaba, estaba en la cera de enfrente, después cruzó la calle y yo comencé a caminar más rápido, sentía como esa persona se acercaba cada vez más así que empecé a correr pero de nada sirvió...
Sólo recuerdo que alguien me tomo por detrás con fuerza, me tapó la boca y la nariz con un trapo que olía muy raro, caí inconciente...
V: No puedo creerlo..- en shock.
¿Por qué nunca me contaste lo que te había pasado?
I: Aún no termino.. -voltea a verlo con los ojos cristalinos. Cuando desperté estaba sobre una cama, tenía la ropa destrozada, un dolor muy fuerte en mi intimidad, en todo mi cuerpo, Después escuche que alguien abría la puerta de la habitación, era Loreto...
V: ¡No puede ser, dime que es mentira!
¡Loreto abuso de ti... Inés, no, no puede ser! -Victoriano estaba impactado, tenía una explosión de emociones, ninguna buena por cierto, todas estaban relacionadas con furia y ganas de matar.
I: ¡Yo estaba destrozada!, le pregunté que por que me había hecho eso y el me dijo que era normal entre dos personas que se amaban, le dije que yo no lo amaba, que eras tú el único hombre que yo quería, le dije que lo odiaba y me dijo que no exagerara, yo comencé a golpearlo, pero eso solo lo hizo enojar más, él me golpeó y me aventó a la cama y me violó de nuevo, por más que le suplique que no me hiciera daño, que me dolía... no le importó y no se detuvo, trate de huir pero no podía, cuando terminó me amarró y me obligó a dormir con él. - Mientras Inés le contaba a Victoriano la verdad mantenía la cabeza baja, no podía mirarlo a los ojos mientras recordaba su peor pesadilla. Espere a que se duermiera y al fin logre escapar, cuando llegue a mi casa mis padres ya estaban dormidos, al día siguiente mi mamá entró a mi habitación y me dijo que no me preocupará que cuando ella estaba jóvene también se le hacía tarde cuando salía con su novio, después me dijo que habías llegado pero que yo estaba dormida y que le pediste que me dijera que me esperabas ..
V: -La interrumpe, Victoriano estaba llorando, lo que estaba escuchando era tan horrible, el jamás imagino que su morenita había pasado por tanto sufrimiento. Le dije que te esperaría en la plaza del pueblo, te tenía una sorpresa que te quería dar desde hace semanas atrás, desde que te vi, me enamore profundamente de ti, supe que serias la mujer de mi vida, Inés... por qué no me contaste lo que te había pasado, por que no me tuviste confianza!?
I: Ya te dije que tenía vergüenza, miedo a perderte, me sentía culpable!
V: Mi amor, tu sólo fuiste una víctima de ese canalla! - La sostiene de la mejilla y con la otra mano seca cuidadosamente sus lágrimas con un pañuelo.
I: Cuando llegue a la plaza y te vi... sentí que el alma me volvía al cuerpo, cuando me besaste y sentí tus brazos rodeando mi cuerpo.. supe que no había otro lugar más perfecto para mi, me sentí protegida.
Tú te incaste, abriste esa cajita y al ver lo que había adentro... me sentí la mujer más afortunada y feliz del mundo, solo con verte se me olvidaba todo, absolutamente todo. Decidí tratar de olvidar, de superar lo que me había pasado y ser feliz, ser feliz a tu lado, casarnos y formar una familia.
V: Si tan sólo me hubieras dicho, todo sería tan diferente...
I: Todo iba tan bien.. hasta que fui a la farmacia a comprar una de esas pruebas de embarazo después de a verme sentido días atrás con los síntomas.
V: ¿¡Qué estás diciendo!? - suelta a Inés de las manos y se pone de pie.
I: Victoriano.., me hice la prueba y dio positivo, estaba embarazada pero no sabía de quien era ese bebé, esa criatura inocente.. -Cae en llanto
