PASIÓN TEKILA 44

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Capítulo 44.

V: Eso no puede ser, ¿acaso no checaste si estaba vivo antes?.

- Había demasiada sangre, yo pensé que estaba muerto patrón.

V: Necesito que lo encuentres, es muy peligroso que ande suelto después de todo lo que pasó. Cuelga la llamada y va a buscar el Doctor. Quiero que pongan vigilancia en la habitación que está Inés, nadie puede entrar o salir de ahí, el hombre que la daño está suelto y estoy seguro que querrá vengarse. Victoriano puso al tanto a todos de lo había pasado.

L: Contesta Deborah, contesta.

D: ¿Qué quieres?

L: Necesito de tu ayuda, es hora de que me pagues toda los favores que te he hecho.

D: Vaya vaya hasta que sé de ti, la verdad supuse que me ibas a llamar después de la metida de pata que habías tenido, yo te creía muerto o encarcelado.

L: Las cosas me salieron mal.

D: Como siempre mi querido amigo, así que se te reveló la fiera y sacó las garras.

L: Pero esto no se va quedar así por eso necesito de tu ayuda.

D: En estos momentos me encuentro indispuesta, acabo de tener un aborto y eso me complicará todos los planes que tenía.

L: ¿Y qué planeas hacer ahora?.

D: Actuar como si nada hubiera pasado y ya luego veré que se me ocurre.

L: Wow me sorprende tu frialdad, necesito un médico estoy herido, la estúpida de Inés me disparó en el brazo, ahorita tengo todo en orden pero de igual manera necesito un médico esto no me aguantara mucho.

Al día siguiente.

D: ¿Y ese milagro que te dignas a llegar a tu casa?, pensé que por un momento te habías olvidado que en esta casa está tu hijo.

V: No digas estupideces Deborah, sabes que mi hijo es una de mis prioridades.

D: Pues no parece, en toda la noche no te dignaste a venir a preguntarme como estaba, bien sabes que andado delicada de salud y eso le hace daño a tu hijo.

V: Inés está en el hospital y necesita de mi.

D: A mi no me interesa lo que le pase a esa estúpida.

V: Pues a mí sí y hazte la idea de que ella será mi futura esposa una vez que me divorcié de ti.

D: Eres un maldito, maldita la hora en la que me casé contigo.

V: Lo mismo digo, lo único bueno de esto ha sido mi hijo. Victoriano no se había dado cuenta de todo lo que le había pasado a Deborah debido a que usaba ropa muy aguada y a la esponja que tenía de bajo, no se veía para nada enferma debido el maquillaje. Sabes que si te sientes mal basta con decírmelo y le hablo al médico, no quiero que le pase nada malo mi hijo.

D: Despreocúpate por el momento todo está bien en la mañana me sentía mal pero ya estoy bien. El trata de acercársele para tocarle la panza y ella lo detiene. No me toques estoy enojada contigo.

V: No puedes impedirme que toque a mi hijo pero está bien no quiero que hagas más corajes, eso lo puede dañar.

Ale: ¿Puedo pasar a verla?

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