Capítulo 17
Osvaldo entra y cierra la puerta.
O: ¡Inés que te pasa voltea a verme a la cara por favor!
Inés solo se cubría la mejilla con la mano.
O: ¿¡Estabas llorando!?
Osvaldo toma a Inés de brazo y le quita la mano el rostro, tenía la mejilla hinchada y morada.
Ella no decía nada solo lloraba en silencio.
O: ¿Qué te paso Inés, quién te golpeo?
I: Nadie.. solo tuve un pequeño accidente.
O: Inés por favor dime, tenme confianza.
I: Es una larga historia..
O: No importa tengo todo el tiempo del mundo, pero primero déjame te curo ese golpe.
Osvaldo sale de la habitación de Inés y va a buscar a Jacinta que estaba en la cocina.
J: Señor Osvaldo ¿Qué hace aquí? pensé que ya se había ido.
O: Discúlpame Jacinta, es que no me podía ir sin ver a Inés.
Jacinta lo vio muy preocupado por Inés y se dio cuenta que el estaba interesado en ella.
Osvaldo le pidió un analgésico y una pomada para el golpe de Inés.
Se regreso a la habitación la sienta en la cama y al momento de ponerle la pomada Inés hacia expresiones de dolor por el golpe que le había dado el desgraciado de Loreto, Osvaldo le pone la pomada en la mejilla con mucho cuidado para no lastimarla y le dice que se tome el analgésico que así se iba a sentir mejor más rápido.
Empiezan a charlar, Inés le dice que el Papá de Emiliano (Loreto) la molestaba, la acosaba y que quería volver con ella pero que ella no le correspondía que no quería estar con él.
Le contó la verdad a medias, no le dijo nada de ella y de Victoriano sólo lo que había pasado con Loreto en el pasado, le dijo que había abusado de ella y fue así que quedo embarazada de Emiliano y por eso se tuvo que casar a fuerzas con él, para brindarle un apellido a su hijo.
Osvaldo estaba horrorizado al escuchar todo lo que Inés decía que le había hecho Loreto, estaba furioso sentía ganas de ir y matarlo.
Mientras Inés le contaba parte de su vida, estaba llorando, le dolía recordar lo infeliz que era a su lafo, caían lágrimas de dolor de sus hermosos ojos verdes.
Osvaldo no resiste más y la abraza besándole la frente.
Deborah estaba en su habitación arreglándose para Victoriano, le marco a los hombres que la ayudarían con su plan.
Los hombres estaban escondidos afuera de la hacienda esperando a que salieran, entra la llamada de Deborah y le dicen que Inés y Osvaldo no han salido de la hacienda y que ya paso un buen rato.
Deborah colgó y bajo a ver si estaban en la sala pero no había nadie, después se fue a la cocina pero tampoco había nadie vio a Jacinta y le pregunto que donde estaba Inés y Jacinta le dijo que estaba en su habitación por que se sentía mal.
Deborah sonríe.
D: Claro que se siente mal, después de tremendas cachetadas- lo dice en voz muy muy baja mientras reía.
J: Mande señora..
D: Nada nada, Gracias, ve a ordenar bien mi habitación.
J: Si señora.
Deborah espera a que se valla Jacinta y va a ver si era cierto que Inés estaba en su habitación.
Y si efectivamente estaba ahí, se acerca a la puerta y escucha a Inés a hablar con alguien, acerca su oreja a la puerta para escuchar.
