Inalcanzable Liz

Malena

Había llevado a Liz a un acuario, sé que suena algo tonto y que quizás podría haberla llevado a un lugar mejor. Pero para mí, en ese momento parecía la mejor opción.

Un amigo mio trabaja ahí como guardia de noche, nos dejó pasar sin ningún problema pero advirtiéndonos que actuáramos con cautela. 

Nos paramos frente al vidrio admirando los peces. La tranquilidad y paz del lugar era hermosa, y me hacía suspirar. Liz estaba observando asombrada el acuario, yo solo la miraba a ella. Pude notar la curva que se le hacía en las comisuras de sus labios, el pequeño lunar que tenía en la mejilla, cómo se le achinaban los ojos cuando sonreía al ver un pez acercarse bastante hacia el vidrio.

-Esto es asombroso. 

Me dijo al mirarme, yo volví la mirada al acuario.

-A mi nunca me gustaron ni los acuarios ni los zoológicos, me parecen horribles jaulas para animales que deben ser libres.

Hizo una mueca de incomodidad acompañado de un ''oh''

-Sin embargo, los acuarios me parecen lugares tan tranquilos que me sacan todo el estrés que tengo. Es la única razón por la que vengo a veces...

Nos miramos fijo, su mirada me ponía nerviosa. 

-Sí, siento lo mismo. Es una pena que mientras disfrutamos el silencio y paz, ellos están encerrados.

Contestó tocando el vidrio, yo me acerqué a ella un poco más.

-¿Así que tienes problemas en casa?

-Algo así. Es un problema en particular que no puedo arreglar y cuando pienso en eso me pongo triste o me estreso... Al no tener arreglo, a veces pienso que viviré infeliz toda mi vida.

-Wow, no creo que sea tan así.

-Lo es, para una chica como yo esto es terrible