Inalcanzable Liz

Liz

Trataba de guardar todo lo que pudiera en su bolso. Fotos, cartas, ropa, su notebook. Faltaba el dinero. Sacó de sus ahorros pero no parecía suficiente.

Salió de su habitación, recorrió el pasillo con los dedos sobre la pared dibujando trazos. Llegó a la habitación de su padre y abrió la puerta con suavidad, como si estuviese entrando a un lugar prohibido se adentró a la habitación. Fue rápidamente hasta la cómoda, abrió el primer cajón donde su padre guardaba la ropa interior. Encontró el fajo de billetes en un abrir y cerrar de ojos. Liz sabía exactamente dónde estaba ese montón de dinero.

''-Esto es para emergencias-'' Le había dicho su padre 1 año atrás.

Salió del cuarto y bajó las escaleras. 

Se sentía extraña, la casa en la que estaba ya no parecía suya. Su hogar había quedado en el pasado, ya no era el mismo. 

Su padre estaba al final de las escaleras. Recién llegaba de trabajar. Liz pasó a su lado sin mirarlo.

-Hija...-se animó a decir el hombre- ¿A dónde vas?

Ella se apresuró y salió de la casa, con cada paso que daba el nudo que se le formaba en la garganta era cada vez más difícil de aguantar.

-¡Lo siento!¡De verdad lo siento!- Gritó su padre desde la puerta de la casa, pero Liz nunca se volteó, siguió caminando por la acera de la calle.

 El atardecer se asomaba y, para Liz, el día se iba oscureciendo como ella...