Inalcanzable Liz

Liz

Me había escapado de casa para irme con Dylan a la fiesta de Bianca, tenía que ir, Bianca es mi mejor amiga y era su cumpleaños, algo que mi padre no entendía.

''Tu ya tienes una vida planeada, una profesión que seguir. No tienes tiempo para esas estupideces, tienes que enfocarte en tus cosas.'' Fueron las palabras de mi padre.

Sí, mi vida estaba planeada, todo estaba planeado, pero no por mí, nunca pude tomar decisiones por mi misma y eso ya me estaba hartando. Dylan y mis amigos nunca estuvieron dentro del plan de mi padre.

Cuando Dylan entró en mi vida el año pasado, yo era como un robot, andaba automáticamente según lo que mi padre y mi entrenador me dijeran que hacer. Recuerdo que yo estaba trotando en la pista de atletismo de mi club, y de repente apareció él. 

''Te reto a una carrera'' Me había dicho con picardía y seguridad. Yo acepté y obviamente gané.

Cuando por fin pudo recuperar el aire quiso felicitarme, pensé que me iba a dar un beso en la mejilla pero terminó agarrándome con fuerza y me besó. Fue un asco, los dos estábamos sudados y fue muy bruto. Yo le dí una cachetada y lo empujé insultándolo. Luego, con el pasar de los días lo volví a ver, apareció cuando termine mi entrenamiento con un ramo de flores. Me pareció demasiado falso y lo rechacé enojada. Varios días más tarde apareció sin nada más que una carta. Una carta de disculpa, parecía muy sincero y se la acepté. Me había dicho que, lo que hizo no tenía excusa y apenado me pidió perdón. Yo acepté sus disculpas y luego de un mes comenzamos a salir. 

Él me hacía feliz, pero aun así sentía un vacío, algo que él no podía llenar. Con él perdí mi virginidad, el sexo estaba bien pero nunca lograba satisfacerme del todo, e incluso hubieron veces que no me gustó y tuve que fingir durante todo lo que duró que sí, solo para hacerlo feliz y no sospechara mis inseguridades.

Él había logrado que yo comenzara a pensar por mí misma, a tomar mis propias decisiones e incluso gracias a él fue que ahora tengo amigos y eso fue algo que a mi padre no le gustó para nada. Desde que se enteró que estoy con él que no me deja verlo, siempre tengo que mentir hacia dónde voy o escabullirme. 

Constantemente luchamos contra las barreras que nos ponen pero cada vez me siento más infeliz, es una barrera contra mí misma que no sé como pasar, no sé que es lo que quiero ni porqué me siento así. Es horrible, es una tristeza profunda que guardo en mi interior. 

Cuando me escapé con él peleamos en el auto, fue una tontería que yo comencé por lo que luego me vino la culpa y lo arreglé antes de que entráramos a la fiesta.

Cuando entramos todo el mundo nos recibió. Sin embargo, hubo un momento en el que me distraje. Había una chica de cabello largo y lacio que tenía rapado un costado de su cabeza, ella estaba demasiado cerca de otra chica, cuando nos miramos al mismo tiempo fue como si el tiempo de detuviera y pude sentir claramente los latidos de mi corazón. Luego volví a la realidad. Me sentí todavía más extraña y rara. Algo no estaba bien conmigo. Me volví para ver de nuevo a la chica pero ya se había ido.

Quise ir con Dylan a sentarme en unos sillones con nuestros amigos pero el me llevó a otra parte, un lugar de la casa más alejado, se apoyó de espaldas contra la pared y yo quedé frente a él.

''Ven aquí''. Me dijo mientras me tomaba y me apretaba hacia él, tratando de frotarse contra mi, luego me besó. 

Yo ya no podía soportarlo, no me gustaba, me dieron náuseas.

''Basta Dylan''.  Traté de decirle pero él me callaba y me besaba el cuello y me manoseaba más.

Estaba incómoda y su aliento contra mi piel me asqueaba más.

''¡Dylan, para ya!'' Le dije separándome a la fuerza de él. ''¿Qué mierda te pasa?''

''A ti qué carajo te pasa. ¡Hace semanas que no cogemos! ¿Es que ya no me quieres? ¿No piensas en mí a veces?''

No, de hecho no. Pensé.

Le dije que no tenía ganas y se fue histérico. Yo no podía entender lo que estaba haciendo. ¿Que clase de chica de 18 años no tiene ganas de tener sexo con su novio?

Comencé a desesperarme y todos mis pensamientos negativos volaban en mi cabeza. Ya no podía más, yo sí quería a dylan pero no en la manera que él lo hacía. Luego vi la posible respuesta de mi problema, pero no quise aceptarlo. Arruinaría todo en mi vida, perdería todo... 

Sin darme cuenta había comenzado a llorar por lo que patéticamente tuve que ir corriendo al baño.